Cuando la vida se me hace bola hago esta receta con las pechugas de pollo congeladas directamente sin descongelar

Hay días en los que todo se nos pone cuesta arriba. Sin energías, sin tiempo, sin ganas, sin nada en la nevera para la comida o la cena. Y resulta que teníamos unas pechugas de pollo en el congelador para emergencias, pero, por supuesto, no nos hemos acordado de sacarlas a descongelar como recomiendan los expertos. Que no cunda el pánico: se pueden cocinar directamente del congelador. El método correcto para descongelar un alimento y que no suponga un riesgo para la salud es dejándolo varias horas, mejor la víspera, en la parte menos fría de la nevera. En el caso de la carne, y más de ave, cruda, hay que ser más meticulosos, pues el pollo crudo suele ser portador de bacterias patógenas que se multiplican y se extienden a temperaturas entre 5 y 60ºC; solo se destruyen al cocinarlo por completo, pero pueden contaminar superficies y alimentos mediante contaminación cruzada si no tenemos cuidado. No es una cuestión que hoy nos vaya a preocupar, porque la idea es sacar las pechugas del congelador y cocinarlas al momento, aunque sigan siendo un bloque de hielo. La receta de pechuga de pollo congelada se puede adaptar además a pechugas de pavo, y es una técnica que admite variaciones sencillas al gusto. Solo tenemos que precalentar el horno a 220ºC, con calor arriba y abajo y sin aire, y disponer las pechugas en una bandeja refractaria ligeramente engrasada o con papel de hornear. Mientras se precalienta el aparato, embadurnamos la carne con una mezcla de pan rallado, queso parmesano o similar rallado fino, y los condimentos que nos apetezcan para que no queden sosas: ajo y cebolla en polvo, hierbas provenzales, mostaza, pimienta, curry... un poco de aceite para que se amalgame bien, y listo. En Directo al Paladar Cómo descongelar correctamente los alimentos en el microondas: el truco del vaso de agua También quedan bien usando panko o cereales tipo copos de maíz crujientes, como en la pechuga de pavo al horno con costra crujiente. Solo queda hornear durante unos 30-40 minutos, según el tamaño y el grosor. Si tienes termómetro de cocina, debe alcanzar una temperatura de 72ºC en la parte más gruesa. Deja reposar unos minutos antes de servir con la guarnición o salsa que quieras, por ejemplo salsa de tomate casera. O, en mi caso, un buen chorro de limón. En DAP | El truco para descongelar el pan en 30 segundos y que quede perfecto, crujiente y sin perder sabor En DAP | La ciencia desaconseja descongelar así cualquier alimento: es lo más rápido, pero también lo más peligroso - La noticia Cuando la vida se me hace bola hago esta receta con las pechugas de pollo congeladas directamente sin descongelar fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Liliana Fuchs .

Mar 26, 2025 - 19:31
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Cuando la vida se me hace bola hago esta receta con las pechugas de pollo congeladas directamente sin descongelar

Cuando la vida se me hace bola hago esta receta con las pechugas de pollo congeladas directamente sin descongelar

Hay días en los que todo se nos pone cuesta arriba. Sin energías, sin tiempo, sin ganas, sin nada en la nevera para la comida o la cena. Y resulta que teníamos unas pechugas de pollo en el congelador para emergencias, pero, por supuesto, no nos hemos acordado de sacarlas a descongelar como recomiendan los expertos. Que no cunda el pánico: se pueden cocinar directamente del congelador.

El método correcto para descongelar un alimento y que no suponga un riesgo para la salud es dejándolo varias horas, mejor la víspera, en la parte menos fría de la nevera. En el caso de la carne, y más de ave, cruda, hay que ser más meticulosos, pues el pollo crudo suele ser portador de bacterias patógenas que se multiplican y se extienden a temperaturas entre 5 y 60ºC; solo se destruyen al cocinarlo por completo, pero pueden contaminar superficies y alimentos mediante contaminación cruzada si no tenemos cuidado.

No es una cuestión que hoy nos vaya a preocupar, porque la idea es sacar las pechugas del congelador y cocinarlas al momento, aunque sigan siendo un bloque de hielo. La receta de pechuga de pollo congelada se puede adaptar además a pechugas de pavo, y es una técnica que admite variaciones sencillas al gusto.

Solo tenemos que precalentar el horno a 220ºC, con calor arriba y abajo y sin aire, y disponer las pechugas en una bandeja refractaria ligeramente engrasada o con papel de hornear. Mientras se precalienta el aparato, embadurnamos la carne con una mezcla de pan rallado, queso parmesano o similar rallado fino, y los condimentos que nos apetezcan para que no queden sosas: ajo y cebolla en polvo, hierbas provenzales, mostaza, pimienta, curry... un poco de aceite para que se amalgame bien, y listo.

También quedan bien usando panko o cereales tipo copos de maíz crujientes, como en la pechuga de pavo al horno con costra crujiente. Solo queda hornear durante unos 30-40 minutos, según el tamaño y el grosor. Si tienes termómetro de cocina, debe alcanzar una temperatura de 72ºC en la parte más gruesa. Deja reposar unos minutos antes de servir con la guarnición o salsa que quieras, por ejemplo salsa de tomate casera. O, en mi caso, un buen chorro de limón.

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