Absolute Wonder Woman 1 (2025)
Absolute Wonder Woman desembarca en España. Venir que os enseñamos lo especial que es esta versión infernal de la Amazona. Por Kelly Thompson, Hayden Sherman y Jordi Bellaire.



Edición original: Absolute Wonder Woman 1 USA (DC Comics, 2024)
Edición nacional/España: Absolute Wonder Woman V1 1 (Panini Cómics, 2025)
Guion: Kelly Thompson.
Dibujo: Hayden Sherman.
Entintado: Hayden Sherman.
Color: Jordi Bellaire.
Traductor:: Santiago García.
Corrección:: Enrique Acebes.
Rotulación:: David Arellano.
Diseño y realización: Fanhunter y Núria Moreso
Formato: Grapa, color. 40 páginas. 2,50€
[Su]misión infernal
«Amazona»
Absolute Wonder Woman, Diana de Themyscira de un nuevo universo, cabalga sobre un Pegaso cadavérico, empuñando una gran espada y aniquilando criaturas infernales, como si fuera una versión femenina de Guts. Además, ha sido criada en el infierno. A primera vista, parece alejarse de los principios fundamentales que diseñaron William Moulton Marston, Elizabeth Holloway y Olive Byrne, y que, con el tiempo, adaptaría Pérez, Rucka y Morrison. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, pues Kelly Thompson, su guionista, tiene muy claras las ideas y las razones detrás de esta versión, que recuerda más a los 90 o al caótico New 52.
En este mundo, las amazonas no existen, y Diana es criada por la bruja Circe, lo que le otorga una perspectiva distinta desde el inicio. Se convierte en una defensora aún más férrea de las mujeres oprimidas, aquellas que la sociedad rechaza por ser independientes en pensamiento, vida y poder. La aparición de Apolo no es casual; su actitud refleja la de un hombre opresor que, consciente de su estatus divino, se cree con el derecho de imponerse sobre quienes considera débiles, en este caso, mujeres que no comparten su visión. Su carácter es una extensión de Zeus y se asemeja a la representación que se hace de estos dioses en la magistral Wonder Woman Historia.
Circe, encerrada en una pequeña isla en el infierno de Hades, debe hacerse cargo de una niña como una «buena mujer» que obedece los designios de los dioses —hombres—. La bebé, al ser la última amazona, debe crecer sin conocer su verdadero origen. En esta versión de Diana, Kelly Thompson introduce varios guiños a campeones olímpicos en su apariencia, reforzando su papel como la máxima representación del héroe.
El amor es un elemento central en esta historia: la lucha entre el intento de dominio a través de la sumisión y la fuerza basada en el amor y la comprensión. Desde niña, Diana aprende a controlar su poder enfrentándose a seres menores en lugar de exterminarlos, como haría cualquier bestia infernal —o un hombre—. Esta actitud genera una reacción en cadena que impacta a Circe, quien, atrapada en su condena eterna, encuentra en Diana la oportunidad de experimentar el amor, enseñar, sanar y reconectar con su diosa Hécate —símbolo de feminidad absoluta—. Tener una hija le permite crecer y evolucionar como mujer, enseñándole a Diana todo lo que nunca debe permitir. Al mismo tiempo, Diana experimenta su propia catarsis al comprender que es distinta tanto del resto de los seres infernales como de su propia madre de «arcilla», moldeada por imposición de los dioses.
Kelly, además de representar a los personajes femeninos como ideales de libertad y raciocinio, muestra que la sumisión sin justificación no es aceptable, en línea con la visión que William Marston, Elizabeth Holloway y Olivia Byrne plasmaron hace décadas al crearla. Además, le da un giro al origen de Diana, convirtiéndola en la «Steve Trevor» de esta historia. Aunque sigue siendo igual de proactiva que en su versión original, su propósito en el viaje cambia: en lugar de llegar a la Tierra de los hombres por accidente, lo hace en busca de salvación.
Dentro de ella residen todas las esperanzas y el futuro de las amazonas recluidas, la libertad de su madre, Circe, y la de cualquier mujer que simplemente desea ser libre sin rendir cuentas a nadie. Al mismo tiempo, carga con el temor de ser diferente, una sensación de vacío que no logra comprender.
Diana teme no encajar en lo establecido por un sistema patriarcal. Sin embargo, su deseo de cambiar el futuro para mejor, impulsado por el apoyo de su madre, termina imponiéndose. Aunque deba recurrir a la violencia para derrotar a sus enemigos, Thompson nos deja claro que sabe lo que hace. Diana aniquila a criaturas infernales carentes de raciocinio, mentes colmena cuyo único propósito es destruir. Son seres de pura maldad, que existen solo para la destrucción.
En el apartado artístico, Hayden Sherman entrega lo que posiblemente sea su mejor trabajo hasta la fecha, mientras mantiene un constante duelo contra sí mismo en su otra serie actual, Batman: Dark Pattern, donde también brilla, aunque desde una perspectiva más claustrofóbica. En Absolute Wonder Woman, su arte destaca no solo por su dinamismo, sino también por la evidente influencia grecolatina en el diseño de Diana —como siempre debería ser dibujada, pues esas son sus raíces—. A esto se suma un elemento que eleva aún más su trabajo: el color de la extraordinaria Jordi Bellaire, quien, como es habitual, aporta a cada cómic una paleta cromática única, dotándolo de una personalidad propia.
La combinación de ambos artistas da como resultado un cómic que, en muchos aspectos, se aleja del código más rígido del mainstream, especialmente en lo visual. Los diseños de las bestias y el trazo anguloso con el que Sherman define figuras y anatomía crean una fusión entre la esencia del cómic USA y la sensibilidad del cómic independiente. Además, domina con precisión el equilibrio entre los momentos de calma —explorando el crecimiento de Diana junto a Circe— y la acción más desenfrenada en la Tierra.
Este inicio sorprende mucho más de lo esperado, con ambos autores entregando lo mejor de sí desde el primer minuto. Establecen con claridad los elementos clave de la historia y demuestran que, aunque esta Diana sea la Princesa Infernal de Isla Salvaje, no existan amazonas y utilice la magia, con Circe como madre y mentora, su motivación sigue siendo la misma: el amor, la pasión y el entendimiento entre nosotros, los seres humanos.
Sobre la edición… nos encanta el detalle de la contra portada, demasiado, junto con artículo DC Connect de Lidia Castillo que nos permite conocer los entresijos del comic sobre la nueva representación de la Diana Absolute.
Lo mejor
• Un inicio muy potente y prometedor.
• Kelly dotando a la nueva Diana de un contexto feminista y de denuncia que se había olvidado.
• Sherman dándonos una Diana artísticamente carismática e impresionante.
Lo peor
• Nada.