Un giro inesperado: sale a la luz cómo sobrevive Yaiza Martín dos años después de ‘Supervivientes’, «no quiere saber nada»

El concepto de «juguete roto» en el mundo del espectáculo. En el mundo del espectáculo, se habla frecuentemente del término «juguete roto» para describir a aquellos personajes que, después de haber alcanzado una gran popularidad, ven su fama desvanecerse rápidamente. Este fenómeno es especialmente frecuente en la televisión, donde el ciclo de celebridades es vertiginoso ... Leer más

Apr 1, 2025 - 11:07
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Un giro inesperado: sale a la luz cómo sobrevive Yaiza Martín dos años después de ‘Supervivientes’, «no quiere saber nada»

El concepto de «juguete roto» en el mundo del espectáculo.

En el mundo del espectáculo, se habla frecuentemente del término «juguete roto» para describir a aquellos personajes que, después de haber alcanzado una gran popularidad, ven su fama desvanecerse rápidamente. Este fenómeno es especialmente frecuente en la televisión, donde el ciclo de celebridades es vertiginoso y las audiencias cambian constantemente. La idea de ser el rostro más reconocido en un momento dado es tentadora, pero la industria no perdona y a menudo no ofrece garantías de permanencia a largo plazo.

Ser una figura mediática durante un tiempo significativo no asegura un futuro brillante. De hecho, muchos rostros populares han caído en el olvido tras ver cómo su relevancia disminuía sin explicación aparente. Es como si el público tuviera la capacidad de «aburrirse» de un personaje, dejándolo de lado en cuestión de meses. La fama en la televisión puede ser un fuego fugaz, alimentado por el interés momentáneo del público, pero siempre susceptible de apagarse.

Este fenómeno de los «juguetes rotos» no es exclusivo de las grandes estrellas de la televisión, sino que afecta a cualquier personaje que logre captar la atención durante un periodo de tiempo limitado. La clave está en saber adaptarse, evolucionar y, sobre todo, entender que la fama es efímera. Quienes logran mantenerse en el foco son aquellos que saben reinventarse constantemente, algo que no todos logran hacer.

Yaiza Martín: de estrella mediática a un giro radical.

Hace solo unos meses, Yaiza Martín era un rostro habitual en Telecinco, gracias a su relación con Ginés Corregüela y su participación en el reality show Supervivientes. Estos eventos la catapultaron a la fama, convirtiéndola en una de las figuras más destacadas de la televisión española. Sin embargo, como suele ocurrir en el mundo del espectáculo, el brillo fugaz de su popularidad se desvaneció, y la canaria ha decidido dar un giro radical a su vida.

Según el programa Fiesta, Yaiza ha dejado atrás el mundo de la televisión para embarcarse en una nueva etapa profesional. Ha vuelto a Tenerife y ha cambiado su rumbo profesional, algo que sorprendió a muchos de sus seguidores. Actualmente, se dedica a conducir una grúa de lunes a viernes y trabaja en un taller mecánico los fines de semana, reparando coches. Un cambio significativo para alguien que fue un rostro habitual de la pantalla.

El distanciamiento de los medios y su deseo de mantener un perfil bajo no pasó desapercibido para la periodista Arabella Otero, quien intentó en vano contactar con Yaiza para un reportaje. «Me lo ha puesto muy difícil», confesaba Otero, señalando que no fue fácil conseguir información sobre la nueva vida de la ex concursante de Supervivientes. Este deseo de privacidad refleja el profundo cambio que ha experimentado la joven tras abandonar la televisión.

El impacto de la hipnosis: enfrentando sus miedos.

Hace unos meses, Yaiza sorprendió a la audiencia de Fiesta al someterse a una sesión de hipnosis con un reconocido hipnotista. La sesión fue grabada y transmitida, mostrando un lado vulnerable de la canaria que muchos desconocían. En un ambiente controlado, Yaiza se sometió a una regresión al pasado que desveló aspectos ocultos de su vida y emociones que, hasta entonces, parecían guardados en lo más profundo de su ser.

Durante la hipnosis, Yaiza recordó momentos difíciles de su infancia y adolescencia. Entre ellos, destacó su complicada relación con su madre, un tema que fue especialmente doloroso para ella. “Yo siempre era la mala y siempre me portaba mal. Mi madre siempre me decía que tenía que jugar con niñas y yo me iba con los niños a jugar al fútbol. Le tenía que mentir y le mentí mucho para poder hacer lo que me gustaba», reveló en un momento de la regresión.

Este testimonio dejó claro que, detrás de la figura pública de Yaiza, había una persona con un pasado lleno de conflictos personales y emociones reprimidas. Su proceso de sanación y búsqueda de una vida más tranquila parece ser un intento por dejar atrás los traumas que marcaron su juventud y, tal vez, una forma de reconstruir su identidad lejos de los focos mediáticos.

La transformación de Yaiza: lecciones de un cambio radical.

El giro en la vida de Yaiza Martín es un claro ejemplo de cómo un cambio radical puede ser necesario para seguir adelante. Lejos de los medios de comunicación y del ojo público, la ex concursante de Supervivientes ha encontrado un equilibrio en su vida que le permite alejarse del estrés y las presiones de la fama. El trabajo en la grúa y en el taller mecánico no solo representa una ocupación profesional, sino también una forma de recuperar el control de su vida, lejos de la pantalla.

La historia de Yaiza, como tantas otras en el mundo del espectáculo, muestra que la fama no lo es todo. A veces, la felicidad se encuentra en las decisiones más simples y cotidianas, aquellas que nos permiten vivir sin las expectativas de los demás. La protagonista de esta historia ha dejado claro que no necesita ser una figura mediática para sentirse realizada, y su decisión de llevar una vida más sencilla parece haberle dado la paz que tanto anhelaba.

Es una lección para aquellos que creen que el éxito en televisión es la única forma de lograr una vida plena. Yaiza Martín, en su proceso de autodescubrimiento, demuestra que a veces lo que más necesitamos es alejarnos de la fama y concentrarnos en nosotros mismos, en nuestros valores y en lo que realmente importa.