Los rescoldos de la movida madrileña amenazan quemar la figura literaria de Ray Loriga , quien está siendo conminado una y otra vez a ser el viejo roquero de una etapa concluida pero que todos quieren que continúe . Es como una fiesta en la que la mayor parte se ha marchado, pero quedan algunos insistiendo en que la música siga. Pedir que no se termine equivale a pedir que Ray Loriga siga siendo el joven rebelde de las madrugadas previas a la resaca. Pero este autor hace tiempo que no tiene nada que ver con ese artilugio mercantil sin inspiración que se llamó el 'kronen'. Esta novela es un ejemplo que, sin embargo, me temo no va contribuir a...
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