Muñoz Machado: «Bolívar no creía en la democracia, ni en las elecciones»

«Quiero recordar la lectura del monumental libro de Santiago Muñoz Machado sobre Cervantes». Sergio Ramírez comenzó así, bajo la atenta mirada del retrato del autor del Quijote que preside el salón de actos de la Real Academia Española, la conversación con el director de la Docta Casa en el acto de presentación de su nuevo libro 'De la democracia en Hispanoamérica' (Taurus) . Tras la presentación de Pilar Reyes , directora editorial de Penguin Random House, Muñoz Machado afirmó que ha escrito «una defensa de la democracia representativa» en el hemisferio hispano, contra «los intereses de algunos partidos, o los Gobiernos del señor Maduro y el señor Ortega, al que ni siquiera cito porque Nicaragua no es hoy una democracia». Esa defensa de la democracia emerge del recorrido histórico desde las independencias de las repúblicas americanas, «el siglo de los caudillos». Y el siglo XX, «que empieza en 1898, fecha de nuestro 'Desastre', como lo llamamos, y desde entonces los Estados Unidos dominaron el Caribe, lo cual dificultó consolidarse a las democracias de la época. Y con la revolución mexicana». Para Muñoz Machado, los caudillos de las independencias no eran demócratas. A pesar de la aureola demócrata que tiene hoy, Bolívar no creía en la democracia para América, ni en las elecciones. Era un autócrata». Para Ramírez «el caudillo surge del intelectual ilustrado que se moviliza, más que del sargentón». El director de la RAE avisó de que «lo peor en Hispanoamérica fueron los aplicadores de las constituciones que se empeñaron en perpetuarse en el poder. No es extraño que haya populistas, gente que hace disparates, lo importante es que se presenten limpiamente a las elecciones y se respete al adversario y la alternancia. La clave ha sido el empeño en la reeligibilidad sin medida». Ramírez, exiliado en España, hizo posible un recorrido vital, político y cultural por la historia de las libertades en Iberoamérica, y recordó que «la literatura hispanoamericana es la única que tiene lo que se llama 'la novela del dictador'». La conversación fue recorriendo los puntos principales del libro y abordó el constitucionalismo tradicional y sobre todo el impacto del nuevo constitucionalismo, bajo el que se están escondiendo los nuevos populistas que se convierten en autócratas por su afán de permanecer en el poder. Ramírez recordó que la nueva constitución nicaragüense ya no dice que exista una democracia sino la presidencia bicéfala que coordina todos los demás poderes, la dictadura expresada en la constitución. «No la he incluido en el libro porque se publicó en febrero de este año y es impresionante. Cosas extraordinarias como que la presidencia debe estar en manos de un hombre y una mujer porque hay un matrimonio al mando del país.» El director de la RAE recordó que el dictador ha privado de personalidad jurídica a la Academia de la Lengua Nicaragüense, aparte de haber obligado a exiliarse al propio Sergio Ramírez. El escritor que vive exiliado en España recordó que también a él le han borrado: «ya no soy ni abogado porque me anularon el título».

Mar 26, 2025 - 21:14
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Muñoz Machado:  «Bolívar no creía en la democracia, ni en las elecciones»
«Quiero recordar la lectura del monumental libro de Santiago Muñoz Machado sobre Cervantes». Sergio Ramírez comenzó así, bajo la atenta mirada del retrato del autor del Quijote que preside el salón de actos de la Real Academia Española, la conversación con el director de la Docta Casa en el acto de presentación de su nuevo libro 'De la democracia en Hispanoamérica' (Taurus) . Tras la presentación de Pilar Reyes , directora editorial de Penguin Random House, Muñoz Machado afirmó que ha escrito «una defensa de la democracia representativa» en el hemisferio hispano, contra «los intereses de algunos partidos, o los Gobiernos del señor Maduro y el señor Ortega, al que ni siquiera cito porque Nicaragua no es hoy una democracia». Esa defensa de la democracia emerge del recorrido histórico desde las independencias de las repúblicas americanas, «el siglo de los caudillos». Y el siglo XX, «que empieza en 1898, fecha de nuestro 'Desastre', como lo llamamos, y desde entonces los Estados Unidos dominaron el Caribe, lo cual dificultó consolidarse a las democracias de la época. Y con la revolución mexicana». Para Muñoz Machado, los caudillos de las independencias no eran demócratas. A pesar de la aureola demócrata que tiene hoy, Bolívar no creía en la democracia para América, ni en las elecciones. Era un autócrata». Para Ramírez «el caudillo surge del intelectual ilustrado que se moviliza, más que del sargentón». El director de la RAE avisó de que «lo peor en Hispanoamérica fueron los aplicadores de las constituciones que se empeñaron en perpetuarse en el poder. No es extraño que haya populistas, gente que hace disparates, lo importante es que se presenten limpiamente a las elecciones y se respete al adversario y la alternancia. La clave ha sido el empeño en la reeligibilidad sin medida». Ramírez, exiliado en España, hizo posible un recorrido vital, político y cultural por la historia de las libertades en Iberoamérica, y recordó que «la literatura hispanoamericana es la única que tiene lo que se llama 'la novela del dictador'». La conversación fue recorriendo los puntos principales del libro y abordó el constitucionalismo tradicional y sobre todo el impacto del nuevo constitucionalismo, bajo el que se están escondiendo los nuevos populistas que se convierten en autócratas por su afán de permanecer en el poder. Ramírez recordó que la nueva constitución nicaragüense ya no dice que exista una democracia sino la presidencia bicéfala que coordina todos los demás poderes, la dictadura expresada en la constitución. «No la he incluido en el libro porque se publicó en febrero de este año y es impresionante. Cosas extraordinarias como que la presidencia debe estar en manos de un hombre y una mujer porque hay un matrimonio al mando del país.» El director de la RAE recordó que el dictador ha privado de personalidad jurídica a la Academia de la Lengua Nicaragüense, aparte de haber obligado a exiliarse al propio Sergio Ramírez. El escritor que vive exiliado en España recordó que también a él le han borrado: «ya no soy ni abogado porque me anularon el título».