Los últimos días de Martillo Negro, de Jeff Lemire y Stefano Simeone
Hoy miramos atrás para asistir a Los últimos días de Martillo Negro, la precuela de Black Hammer que nos prepara para El Fin.



Edición original: The Last days of Black Hammer USA (Dark Horse)
Edición nacional/España: Los últimos días de Martillo Negro (Astiberri, 2024)
Guion: Jeff Lemire
Dibujo: Stefano Simeone
Color: Stefano Simeone
Traducción: Santiago García
Corrección: Alba Pagán
Rotulación: Ana González de la Peña
Formato: Cartoné. 136 páginas. 19€
El principio del fin
«Se acabó. Hemos ganado. He vuelto para quedarme.»
En Zona Negativa llevamos hablando de Black Hammer desde que su primer número salió en Estados Unidos hace casi una década. No solo de la serie principal sino de muchos (casi todos) de sus spin-offs, así que, ahora que Astiberri acaba de publicar su último tomo, El Fin, es el momento de echar un vistazo a uno de los que nos quedaron pendientes, Los últimos días de Martillo Negro, pues nada mejor que una precuela para prepararnos para ese final. Que sí, que en Estados Unidos ya hay más de este universo, pero aquí tenemos los últimos coletazos de Martillo Negro, o por lo menos de esta encarnación del personaje. Con este cómic vamos al pasado, vamos al Martillo Negro original, al padre de Lucy, para asistir a, como dice el título, sus últimos días antes de caer frente al Anti-Dios.
No deja de ser paradójico que el Universo Black Hammer reciba su nombre de este personaje, que tenga ni más ni menos que quince miniseries sobre otros personajes (contando antologías) o que él sea el héroe con cuya muerte se da inicio a la serie, y sin embargo que no sea hasta ahora cuando realmente lo conocemos. Y no me refiero a sus heroicidades, sino al personaje en sí, a Joe Weber.
Evidentemente tratándose de Jeff Lemire ya sabemos que Los últimos días de Martillo Negro no va a ser un cómic de superhéroes al uso, sino que lo importante es profundizar en el día a día de la persona tras la máscara. Lemire da lo que esperamos con su particular estilo. Cero sorpresas en este sentido.


Los últimos días de Martillo Negro es un cómic que no tiene nada malo, no se puede hablar mal de él, salvo que uno quiera meterse en temas como la falta de riesgo, que conlleva una falta de sorpresa o de misterio. O que uno se espere un cómic de acción, aunque Black Hammer (casi) nunca fue de eso en realidad. Esto es una especie de deuda a pagar con sus lectores y con él mismo, algo que el guionista canadiense tenía que hacer antes de poner ese punto final.
También hay que tener en cuenta que no se trata de una obra precisamente autónoma. La historia se sostiene por sí misma, como todos los spin-offs de la serie, pero su comprensión total depende profundamente del conocimiento que uno tenga del Universo Black Hammer. No se presentan personajes, bien podía haber sido un tomo más de la serie principal a modo de flashback. Pero si salvamos todo esto, si quien se haga con este tomo es seguidor de la serie, la lectura de Los últimos días de Martillo Negro es totalmente satisfactoria.
Básicamente lo que nos muestran los autores es un pedazo de la vida privada de Joe Weber. Lo vemos terminar una guerra y lidiar con algún otro asunto superheroico, pero lo gordo está en su relación personal con su familia y sus amigos, que a la postre son los héroes que ya conocemos de la serie principal.
Lemire escribe a un trasunto de Superman, con una historia llena de guiños como es habitual aquí, que lo quiere dejar todo y pasar el legado a otros, con la intención de estar con su mujer y su hija. No se puede decir que sea una obra costumbrista, aunque en ocasiones roza el género. Lo que sí que hace muy bien con sus diálogos es definirlo. Hasta ahora sabíamos que era el héroe al que todos querían y seguían, aquí se explica por qué y se hace más con el diálogo y la forma de relacionarse entre ellos que con las batallas.


Si bien, a priori, la obra carece de misterio en tanto que ya conocemos su final, Lemire logra llenarla de detalles que nos hacen querer llegar a esas fatídicas últimas páginas y, como no, que de alguna manera se evite. Es curioso ver al Coronel Weird pululando por ahí y soltando spoilers, al igual que se agradece más de la vida pasada del resto de héroes que acabaron por la granja. También es simpático ver a otros personajes con los que nunca los vimos interactuar, pero eso son solo los guiños del relleno. Este cómic está hecho para que conozcamos bien a Martillo Negro y cumple con su objetivo.
Y aunque este es el niño bonito de Lemire, el peso de Stefano Simeone es muy grande a la hora de dar agilidad a la obra. El artista italiano es muy prometedor, ganó premios en su país y ha pasado por prácticamente todas las editoriales estadounidenses, pero no mucho de su trabajo ha llegado a España, alguna adaptación de Star Wars y cosas sueltas del Massive-verse, eso sí, su trabajo habla por sí solo. En este tomo demuestra grandes capacidades para imprimir un buen ritmo a la obra, las partes de acción funcionan como un tiro, y aún así sabe enfocar muy bien las escenas de quietud. Transmite la relación de Martillo Negro con la familia a las mil maravillas, con las posturas y las expresiones faciales. Solo hay que ver la emoción que desprende la última página, que es para enmarcar. Y con el dibujo entra el color, que hace el propio Simeone, donde toma unas decisiones estupendas para ambientar las diferentes escenas.
Con todo ello creo que estamos ante un buen cómic, esperable por cómo son los autores y por el propio discurrir de la historia, pero de los que uno queda satisfecho cuando acaba de leer. Es más, me atrevería a decir que es de los imprescindibles de este universo. Si eres de los que solo se hace con la serie principal, tanto este como el de Sherlock Frankenstein son los dos puntos indispensables con los que se debe completar la colección.
Lo mejor
• El dinamismo del dibujo.
• La definición de Martillo Negro.
Lo peor
• Evidentemente es un cómic hecho para los que ya estén en el universo Black Hammer.