Black Metal, de Magius

Magius nos trae una joya imprescindible que satiriza con acierto los turbios sucesos que sacudieron la escena Black Metal Noruega a principios de los noventa. Edita Autsaider.

Mar 7, 2025 - 11:06
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Black Metal, de Magius
Portada Black Metal, de Magius

Edición original: Black Metal (Autsaider Cómics, 2025)
Guion: Magius
Dibujo: Magius
Correción de texto: Eduardo Bravo
Maqueta: David Molima
Diseño: Ata Lassalle
Formato: Cartoné. 220 páginas. 25€

Niños del averno.

«Ambos niños ahora quedan en la mejor de las compañías pues la mansión negra de Euronymous siempre tenía las puertas abiertas para los pequeños amiguitos de toda maldad.»

En los primeros años de la década de los noventa en Noruega se formó una pujante escena musical de grupos de Black Metal como Mayhem o Burzum que se hicieron muy populares entre una juventud que vivía muy placida y acomodadamente en el estado de bienestar que reinaba en el país escandinavo. Las canciones de los grupos hablaban de la cultura vikinga, del satanismo, de la lucha contra el cristianismo y la sociedad, de violencia, de muerte… unos mensajes que calaron muy fuerte entre unos jóvenes inmaduros que buscaban algo que les sacara de ese sopor y ociosidad para revelarse. Nada particularmente sorprendente si no fuera porque alguno de los miembros de esos grupos decidió llevar a la práctica lo que sus letras decían. El resultado fue in crescendo de locura que comenzó con la profanación de algunos cementerios para proseguir con la quema de iglesias, la inducción al suicidio, e incluso varios asesinatos. Unos sucesos escalofriantes que en manos de gente tan ruin como Nieves Herrero se hubiera convertido en un deleznable, morboso y sórdido espectáculo pero que Magius, seudónimo de Diego Corbalán (Murcia, 1981), en su cómic Black Metal dota una visión satírica y llena de humor negro al transformar a los protagonistas en niños preadolescentes de unos diez años. Un cambio que no resta dramatismo a la cruda realidad, pero que con el cambio de edad deja de lado cualquier posibilidad de glorificar a los protagonistas y dejarlo en unos actos productos del egoísmo y la estupidez que se tornan un perverso y oscuro cuento que se convierte en uno de los cómics imprescindibles de este principio de año.

No es la primera vez que el Premio nacional del cómic por Primavera para Madrid (Autsaider) aborda estas historias puesto que a principios de siglo publico varios fanzines sobre diferentes grupos de Black Metal en los que ya había tratado lo que sucedió en Noruega, pero se había quedado con ganas de contarlo en de una forma más larga y detallado y con un estilo gráfico más depurado que es lo que nos encontramos en este nuevo cómic. No es la única aproximación a la historia real desde la ficción, ya que la película inglesa de 2018 Señores del caos dirigida por Jonas Åkerlund también la abordaba con bastante gracia como nos comenta nuestro compañero de la sección de cine Sergio Atienza Fernández.

A ese toque de comedia y paródico que vemos a lo largo de todas las páginas contribuyen de forma muy directa los diálogos llenos de expresiones propias de la región de Murcia que hacen que sea inevitable soltar alguna que otra carcajada. Aunque en un principio choca ver hablar así a Øystein Aarseth, conocido como Euronymous, y Varg Vikernes, apodado Conde Grishnackh, que son los dos personajes principales de la obra. Cuando avanzas en la lectura descubres que no pueden hablar de otro modo. Entre risas y momentos muy grotescos y surrealistas vemos como ambos se van volviendo más extremos, el primero por puro interés egoísta y mezquino, mientras el segundo lo hace por puro capricho.

Que los protagonistas sean unos niños es una absoluta genialidad que provoca que Magius tenga que cambiar los sucesos reales haciendo por ejemplo que para ir a quemar iglesias el conde Grishnackh necesite que le lleve el novio de su madre lo que dota a las escenas de una comicidad realmente brillante e hilarante, pero también de un toque casi más siniestro que la realidad al comprobar lo manipulador y mezquino que puede resultar y ver como los adultos no se enteraban, o no se querían enterar muy bien de lo que estaba pasando. A pesar de la pátina de humor que rodea a cada suceso en la obra, al igual que en anteriores trabajos del autor murciano nos volvemos a encontrar un marcado interés en hacer un retrato veraz de lo sórdido y complejo de una realidad en la que también nos encontramos con el mal más crudo y egoísta. Aunque la historia no cae en la tentación de juzgar a los protagonistas al convertirlos en niños sí que deja claro que su comportamiento resulta totalmente irracional y asocial propio de sociópatas que resultan algo ridículos, si no fuera porque todo lo que cuenta sucedió casi exactamente como lo vemos en el cómic. Sin embargo, ver como esos protagonistas que viven de una forma acomodada acaban por caer en un espiral de irracionalidad manipulados por Euronymous nos permite establecer ciertos paralelismos con la situación política actual con millones de personas apoyando a dirigentes caprichosos que promulgan leyes que claramente perjudican a sus propios votantes.

Todos los personajes están diseñados con una estética sencilla que no les resta expresividad y que hace que se asemejen mucho a unos clics de Playmovil, lo que contrasta con el realismo de unos escenarios llenos de naturaleza y casa e iglesias de madera recreados con todo lujo de detalle como si fueran grabados antiguos. Como no podía ser de otra manera en una obra sobre el Black Metal el color principal es el negro y a lo largo de las páginas vemos como pese a esa sencillez de los diseños la estética y el imaginario del estilo musical está muy bien reflejada. A lo largo del cómic nos encontramos con referencias a artistas como Edvard Munch, El Bosco y, sobre todo, el ilustrador noruego del siglo XIX Theodor Kittelsen del que Burzum tomo alguna ilustración para la portada de alguno de sus discos y que aquí también están presente en algunas viñetas.

Como es habitual con los cómics de Magius la encargada de publicarlo es Autsaider que hace un trabajo sensacional con un diseño cuidad al milímetro en el que destaca una portada con aspecto y textura de cuero negro que hace que estemos ante una especie de grimorio que nos introduce en un viaje onírico en el que el olor a tinta se convierte en un involuntario medio – o no- para entrar en el mismo trance que poseyó a los protagonistas en su orgia de destrucción y crimen.

Con Black Metal Magius nos demuestra que el éxito de Primavera para Madrid no fue flor de un día y lejos de acomodarse nos ofrece un trabajo en el que nos vuelve a demostrar que es una de las voces imprescindibles en el cómic nacional. Un cómic que sin duda estará en todas las listas de los mejor de este año.

Lo mejor

• La brillante idea de convertir a los personajes en niños.
• El diseño de los personajes principales.
• Como la sátira despoja a los actos de los protagonistas de cualquier interpretación que trate des glorificarlos.
• La edición.

Lo peor, o no

• El colocón por el olor a tinta.