Javier Inés vivió mucho y muy rápido. El apellido Inés era su íntimo homenaje a la monja que le cuidó en su infancia de orfanato. En Zaragoza, la ciudad donde nació en 1956, realizó su primera exposición con las fotos de una cámara Werlisa que le regalaron unos amigos. En 1981 la galería Spectrum Canon mostró una galería de personajes del teatro y la danza que era el mundo de su autor. Ave nocturna que cuatro años después voló a una Barcelona que competía con Madrid en mundanidad cosmopolita con cómics, rock layetano, diseño, bares musicales, urbanismo y las revistas contraculturales 'Ajoblanco' o 'El Viejo Topo'. Un universo que el fotógrafo zaragozano atravesó cual cometa fugaz de 1985 a 1991....
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