Escribir es invocar para existir
Como un moderno Pigmalión, Omar a lo largo de diez cartas va moldeando esa esposa que anhela: “Eres la perfecta invención de mi imaginación. Te invoco” o “Pues mi futura esposa aún no ha sido creada”. Afirma su existencia con la misma seguridad con que él está escribiendo, en una suerte de sincretismo entre la... Leer más La entrada Escribir es invocar para existir aparece primero en Zenda.

Probablemente sea en las Metamorfosis (X, 244s.) de Ovidio donde se mencione por vez primera el mito de Pigmalión, quien, enamorado de su creación marmórea, suplica y conmueve a la diosa Venus para que otorgue vida a su estatua. Y así sucede. También Omar imagina una esposa cuya existencia va esbozando a través de la palabra en Cartas de Omar a su futura esposa de la autora búlgara René Karabash (seudónimo de Irena Ivanova) con traducción de Marco Vidal, una pequeña gran novela publicada por La tortuga búlgara (2025).
“Voy a volver a escribirlo, pues creo en la fuerza de la palabra. En el abracadabra de las palabras
Eres mi esposa más ansiada y real
y pronto te encontraré”.
La esposa es concebida a partir de la propia entidad de su creador, de su hueso, de su costilla, como si de una nueva Eva se tratara. No obstante, esta mujer que él va descubriéndonos en sus cartas, si bien parte de una idealización casi obsesiva al dotarla de unos rasgos perfectos, va humanizándose y, de igual modo que sucede en las relaciones reales, van surgiendo las sombras, aunque ello no impide que la ame y la busque, porque la busca incansablemente en todas las mujeres con las que se cruza. Su carácter, sus rasgos físicos, su nombre, los proyectos de futuro, la rutina de la vida compartida y sus anécdotas, su infancia van cobrando una materialidad que hace dudar al lector de, si en verdad, esta mujer es una invención del propio Omar: “Sé que ya te he encontrado en el futuro. Y ya eres mi esposa y eres tan guapa como imaginaba”.
La sola esperanza de que pueda existir y ser real motiva la felicidad de Omar: “Me basta con saber. Que sigues escuchando”, al tiempo que la supuesta existencia de uno sustenta y justifica la del otro:
Si me paro a pensar que tú tampoco existes. Así me parecen las cosas: existes, ergo sum, o dicho de otro modo: existes luego existo. Pero hoy sucedió lo contrario: no existir.
En una apropiación y reformulación del fundamento cartesiano. Y en esta travesía Omar también se transforma, del mismo modo que aquello que anhela en su esposa imaginaria, así pues, según perfila cómo será su esposa, él se dirige al encuentro consigo mismo, cuyo su cenit encontramos en la última carta que le escribe. Al encontrarse a sí mismo ya es digno de ella. Sin embargo, la novela no finaliza aquí.
El recurso al género epistolar en un mundo digitalizado donde priman los correos electrónicos y mensajes instantáneos evoca un universo íntimo y confesional, no exento de honestidad, rompiendo la linealidad temporal y subrayando la soledad desde la que Omar escribe estas cartas a una esposa “imaginada” con quien desea construir un futuro. Presente y futuro se conjugan en una estructura fragmentaria en la que el lector, a la vez que Omar, recrea a esa mujer y desnuda los vacíos. La prosa poética de René Karabash ahonda en la plenitud de una atmósfera reflexiva y evocativa, su lenguaje sencillo y pulcro, su estilo pausado pero con un ritmo constante va arrastrándote y sumergiéndote poco a poco en esta historia, que podría ser la de cualquiera que alguna vez ha sido rozado por un amor platónico y un lírico erotismo:
Me quedo encandilado mirando los pechos de las diosas, sus pezones: limones, pétreos biberones de los que mana limonada.
La autora construye una consistente historia desde unos presupuestos imaginarios donde se aprecia su labor como actriz, dramaturga y guionista, porque bien podría considerarse esta pequeña novela un monólogo teatral, donde se expande una poesía que vertebra el quehacer de Omar, con versos sueltos o poemas como “Monje de la certeza”, y referencias a otros poetas, como el poeta de la generación Beat, Ferlinghetti, uno de cuyos versos cita. La literatura trama un paisaje donde cohabita la imaginación y la verdad:
Una cosa, por cierto: me suele dar por pensar si te gustarán los mismos libros que a mí. Lo comprobaré en el momento en el que vea tu libro favorito arder en tus muslos como un cometa.
La labor de la editorial La tortuga búlgara acercándonos voces de escasa difusión es de agradecer y este pequeño tesoro es buena muestra de una firme convicción por un trabajo editorial esmerado y minucioso; no son pocos los detalles de esta obra, como los sellos que ilustran cada carta.
El amor concibe y engendra día a día a quien amamos, como un incansable y resplandeciente destello del sol dejando su huella sobre el mar, porque corremos hacia el amor. Es nuestro destino. Y al nombrar creamos, Omar al escribir corporifica a su esposa. Tal vez Omar, como Pigmalión, pueda dar vida a su creación de palabra.
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Autor: René Karabash. Título: Cartas de Omar a su futura esposa. Traducción: Marco Vidal. Editorial: La tortuga búlgara. Venta: Todostuslibros.
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