De grabar clandestinamente en Disneyland a lograr un récord histórico en los Oscars. Sean Baker lleva 25 años haciendo el cine más astuto de Hollywood
Anoche Sean Baker marcó un récord histórico en los Oscars. Desde Walt Disney hace 71 años, nadie lograba la hazaña de ganar cuatro estatuillas en una noche. En el caso de Baker el triunfo parece mayor, porque las ha hecho con una sola película. Ha sido por 'Anora', su cuento a la Cenicienta moderno por el que se ha llevado Mejor Director, Mejor Película, Mejor Guion Original y Mejor Edición. Para muchos esta victoria es una recompensa justa tras 25 años en la sombra. Sus primeras películas ya eran identificativas de su particular estilo, pero fuera del circuito de festivales no hicieron mucho ruido. Su primer largometraje, 'Four Letter Words', se definía como un estudio psicológico de la mentalidad masculina post-adolescente y es un drama independiente sobre un grupo de chavales de los suburbios americanos. También pasaron por debajo del radar 'Starlet' y 'Take Out', la primera una historia de amistad entre una joven y una anciana, y la segunda una tensa historia de un inmigrante ilegal chino que debe dinero a los contrabandistas que le trajeron a Nueva York. En su discurso de agradecimiento a Mejor Director, Baker no se centró en vanagloriar su rol en la producción, sino en hacer un alegato por la supervivencia de los cines y en especial del cine independiente. Es muy similar, si acaso menos incendiario, que el discurso que dio en los Spirit Awards. Su defensa férrea de la experiencia cinematográfica y de esta manera de entender el medio no es solo palabrería. Baker lleva poniéndolo en práctica muchos años, y la respuesta está en las historias que elige contar. En 3D Juegos La Generación Z está engañando a sus jefes mediante el task masking: el 70% cree que en realidad no ha afectado a su productividad En la que fue la película que le puso en el mapa, 'Tangerine', Baker volvía a despegarse de cualquier tic autobiográfico tan presente en las carreras de otros cienastas para apostar por un estilo tan costumbrista como documental. Hay una sensación muy especial que se produce al ver su cine. Por un lado la distancia de ver un mundo tan ajeno a la mayoría de los espectadores (en el caso de 'Tangerine', la prostitución de mujeres trans en Los Angeles), y hacerlo libre de jucios. Por otro, lo cálido que resultar ver el día a día y las dinámicas de personas para las que eso es su normalidad. Con lo bueno, lo malo y lo regular. Lo normal y lo extraordinario. En pocas de su filmografía queda esto tan claro como con 'The Florida Project'. La película cuenta la historia de una niña de seis años que vive con su madre desempleada en un hotel a apenas unos metros de Disney World. Para escenas clave, rodaron incluso dentro del parque de forma clandestina, consiguiendo un look casero que desromantiza el que ha menudo ha sido llamado "el lugar más feliz del mundo". Su estilo guerrillero es inseparable de su filmografía, y lo conecta con algunos de los grandes de Hollywood. Sus rodajes son discretos y con equipos pequeños. En 'Tangerine', gran parte del discurso cuando se estrenó giraba alrededor de que la película se había grabado entera con iPhones. Es un look tangible que ayuda a bajar aún más a la tierra historias que hacen lo máximo posible por alejarse del embellecimiento habitual cinematográfico. Por tentador que sería hacer cine sobre los más desfavorecidos desde el paternalismo y queriendo sacar moralejas, quizás la jugada maestra de Baker es que siempre ha priorizado tener personajes interesantes que acompañasen las historias. Sus protagonistas son siempre fallidos, a veces incluso despreciables, como es el caso de Mikey en 'Red Rocket', un ex-actor porno y buscavidas que no tiene mucho interés en cambiar como persona tras volver a casa. Con 'Anora', casi podría parecer que Baker se lleva así su recompensa no solo por la película, sino por toda su carrera. Eso no quita que, por supuesto sea una cinta excelente por méritos propios. Es además un sumatorio de todas sus fortalezas como cineasta. Un casting mayormente desconocido operando al más alto nivel, una historia de sueños rotos que funciona como astuta subversión del sueño americano y una protagonista que, de forma similar a Baker, lucha de forma incansable en una búsqueda por obtener lo que merece y dejar su huella en el mundo. En Espinof | 'Anora' triunfa en una gala de los Oscars 2025 tan repartida como entretenida cuyo mayor acierto ha sido tener a Conan O'Brien presentando En Espinof | Cómo 'Anora' ha conseguido hacer una estrella de Mikey Madison. La actriz que hasta ahora solo había sido una excelente secundaria - La noticia De grabar clandestinamente en Disneyland a lograr un récord histórico en los Oscars. Sean Baker lleva 25 años haciendo el cine más astuto de Hollywood fue publicada originalmente en

Anoche Sean Baker marcó un récord histórico en los Oscars. Desde Walt Disney hace 71 años, nadie lograba la hazaña de ganar cuatro estatuillas en una noche. En el caso de Baker el triunfo parece mayor, porque las ha hecho con una sola película. Ha sido por 'Anora', su cuento a la Cenicienta moderno por el que se ha llevado Mejor Director, Mejor Película, Mejor Guion Original y Mejor Edición.
Para muchos esta victoria es una recompensa justa tras 25 años en la sombra. Sus primeras películas ya eran identificativas de su particular estilo, pero fuera del circuito de festivales no hicieron mucho ruido. Su primer largometraje, 'Four Letter Words', se definía como un estudio psicológico de la mentalidad masculina post-adolescente y es un drama independiente sobre un grupo de chavales de los suburbios americanos. También pasaron por debajo del radar 'Starlet' y 'Take Out', la primera una historia de amistad entre una joven y una anciana, y la segunda una tensa historia de un inmigrante ilegal chino que debe dinero a los contrabandistas que le trajeron a Nueva York.

En su discurso de agradecimiento a Mejor Director, Baker no se centró en vanagloriar su rol en la producción, sino en hacer un alegato por la supervivencia de los cines y en especial del cine independiente. Es muy similar, si acaso menos incendiario, que el discurso que dio en los Spirit Awards. Su defensa férrea de la experiencia cinematográfica y de esta manera de entender el medio no es solo palabrería. Baker lleva poniéndolo en práctica muchos años, y la respuesta está en las historias que elige contar.
En la que fue la película que le puso en el mapa, 'Tangerine', Baker volvía a despegarse de cualquier tic autobiográfico tan presente en las carreras de otros cienastas para apostar por un estilo tan costumbrista como documental. Hay una sensación muy especial que se produce al ver su cine. Por un lado la distancia de ver un mundo tan ajeno a la mayoría de los espectadores (en el caso de 'Tangerine', la prostitución de mujeres trans en Los Angeles), y hacerlo libre de jucios. Por otro, lo cálido que resultar ver el día a día y las dinámicas de personas para las que eso es su normalidad. Con lo bueno, lo malo y lo regular. Lo normal y lo extraordinario.

En pocas de su filmografía queda esto tan claro como con 'The Florida Project'. La película cuenta la historia de una niña de seis años que vive con su madre desempleada en un hotel a apenas unos metros de Disney World. Para escenas clave, rodaron incluso dentro del parque de forma clandestina, consiguiendo un look casero que desromantiza el que ha menudo ha sido llamado "el lugar más feliz del mundo".
Su estilo guerrillero es inseparable de su filmografía, y lo conecta con algunos de los grandes de Hollywood. Sus rodajes son discretos y con equipos pequeños. En 'Tangerine', gran parte del discurso cuando se estrenó giraba alrededor de que la película se había grabado entera con iPhones. Es un look tangible que ayuda a bajar aún más a la tierra historias que hacen lo máximo posible por alejarse del embellecimiento habitual cinematográfico.

Por tentador que sería hacer cine sobre los más desfavorecidos desde el paternalismo y queriendo sacar moralejas, quizás la jugada maestra de Baker es que siempre ha priorizado tener personajes interesantes que acompañasen las historias. Sus protagonistas son siempre fallidos, a veces incluso despreciables, como es el caso de Mikey en 'Red Rocket', un ex-actor porno y buscavidas que no tiene mucho interés en cambiar como persona tras volver a casa.
Con 'Anora', casi podría parecer que Baker se lleva así su recompensa no solo por la película, sino por toda su carrera. Eso no quita que, por supuesto sea una cinta excelente por méritos propios. Es además un sumatorio de todas sus fortalezas como cineasta. Un casting mayormente desconocido operando al más alto nivel, una historia de sueños rotos que funciona como astuta subversión del sueño americano y una protagonista que, de forma similar a Baker, lucha de forma incansable en una búsqueda por obtener lo que merece y dejar su huella en el mundo.
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La noticia
De grabar clandestinamente en Disneyland a lograr un récord histórico en los Oscars. Sean Baker lleva 25 años haciendo el cine más astuto de Hollywood
fue publicada originalmente en
Espinof
por
Miguel Solo
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