Una tormenta perfecta amenaza al sector del vino: su consumo está en su nivel más bajo desde 1961
La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) ha sido demoledora en el análisis del consumo que anualmente realiza para comprobar la salud del sector del vino. Al menos si se tiene en cuenta a 2024, un año en que el consumo de vino ha vuelto a bajar a nivel global, tocando fondo hasta cifras del año 1961. Solo en aquel ejercicio se consumió menos vino a nivel mundial que el que se ha consumido en el año 2024. La cifra, situada en 214,2 millones de hectolitros, supone una bajada porcentual del 3,3% respecto a 2023 y, sobre todo, es relevante por ver qué países son los que han pegado este tirón de orejas al consumo del vino. Un dato que, sin ser catastrófico, sí supone un aviso a navegantes por lo que tiene de constante la correlación entre la bajada de consumo de los principales mercados, ya una cuestión casi estructural, con las apariciones coyunturales que puedan surgir en 2024, como la implantación de aranceles –o no– en Estados Unidos como amenaza del presidente Trump. Ante eso, John Barker, director general de la OIV rechaza "especular sobre posibles escenarios futuros" aunque sí advirtió durante la presentación que los aranceles que están en el aire generan "incertidumbre en el mercado". Trump y la guerra 'boomer' vs. 'Gen Z' Lo cierto, cifras en la mano, está en que la OIV apunta a tres factores como responsables del consumo y dos de ellos son recurrentes en los análisis que se hacen del sector: cambio de gustos en los consumidores y la evolución intergeneracional, que va saliendo del vino en generaciones más jóvenes. A ello también se sumaría la inflación, que se ha instalado en algunos de los principales mercados occidentales, tradicionalmente ligados a un mayor consumo de vino. Pero, sin embargo, el foco vuelve a estar en Estados Unidos y en Francia, los dos países que lideran las bajadas. Estados Unidos, primer consumidor mundial, registró un descenso del 6%, mientras que Francia, el gran embajador del vino de calidad, también se anotó una disminución del 4%, resumiendo 2024 Giorgio Delgrosso, responsable de la división estadística de la OIV como "la tormenta perfecta". En Directo al Paladar Por qué Pitu Roca tiró la toalla con el vino desalcoholizado: "Si quitamos el alcohol al vino, quitamos vida, alma e historia" Sin pretender caer en el alarmismo, Barker apuntó a una problemática de sobra conocida que podría afectar al consumo en 2025: los aranceles estadounidenses. Estados Unidos es el mayor importador de vino del mundo (supone generar unos 6.300 millones de euros), por lo que "cualquier barrera genera distracción en el mercado". Mientras tanto, el vino también sufrió en la producción, no solo en el consumo. A nivel mundial, la producción se quedó en 225,8 millones de hectolitros, lo que supone un 4% menos que en el ejercicio anterior y, sobre todo, la cifra más baja en los últimos 60 años. El ejemplo paradigmático de España No obstante, a pesar de un año volátil, hay ciertos factores que pueden ser vistos como esperanzadores. Esa menor producción y el aumento de precios también repercutió en estabilizar el comercio internacional, lo que significa que en 2024 el sector realmente no tembló tanto como podría preverse. En Directo al Paladar La solución de Bruselas para vender más vino es lo que no quería el Ministerio: arrancar cepas y vinos bajos en alcohol Si se habla de vender vino a nivel internacional, la cantidad de 99,8 millones de hectolitros solo supuso perder un 0,1% respecto a 2023, mientras que en términos planetarios, la pérdida en valor solo supuso un 0,3% menos que en el año anterior, quedándose en unos 35.900 millones de euros. Respecto a España, la comparativa es interesante con los datos de la OIV en la mano. Nuestro país exportó un millón menos de hectolitros en 2024, si se compara con el año anterior. En este sentido, supuso vender 20 millones fuera de nuestras fronteras, el nivel más bajo en 10 años y, sin embargo, el valor del vino exportado aumentó un 1,4%, llegando a los 3.000 millones de euros. Lo que se apunta en el informe de la OIV es que se registró un descenso de la venta del vino a granel de un 6,9% (una categoría que supone el 55% de la exportaciones española), responsable de la pérdida de volumen. Imágenes | Imagen de freepik / Imagen de wirestock en Freepik En DAP | 94 puntos Parker por 15 euros en un vino tinto de Rioja hecho por uno de los mejores enólogos de España En DAP | El futuro del vino español, visto por el sector: volver a los abuelos, los vinos blancos y un futuro con menos alcohol - La noticia Una tormenta perfecta amenaza al sector del vino: su consumo está en su nivel más bajo desde 1961 fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Jaime de

La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) ha sido demoledora en el análisis del consumo que anualmente realiza para comprobar la salud del sector del vino. Al menos si se tiene en cuenta a 2024, un año en que el consumo de vino ha vuelto a bajar a nivel global, tocando fondo hasta cifras del año 1961.
Solo en aquel ejercicio se consumió menos vino a nivel mundial que el que se ha consumido en el año 2024. La cifra, situada en 214,2 millones de hectolitros, supone una bajada porcentual del 3,3% respecto a 2023 y, sobre todo, es relevante por ver qué países son los que han pegado este tirón de orejas al consumo del vino.
Un dato que, sin ser catastrófico, sí supone un aviso a navegantes por lo que tiene de constante la correlación entre la bajada de consumo de los principales mercados, ya una cuestión casi estructural, con las apariciones coyunturales que puedan surgir en 2024, como la implantación de aranceles –o no– en Estados Unidos como amenaza del presidente Trump.
Ante eso, John Barker, director general de la OIV rechaza "especular sobre posibles escenarios futuros" aunque sí advirtió durante la presentación que los aranceles que están en el aire generan "incertidumbre en el mercado".
Trump y la guerra 'boomer' vs. 'Gen Z'
Lo cierto, cifras en la mano, está en que la OIV apunta a tres factores como responsables del consumo y dos de ellos son recurrentes en los análisis que se hacen del sector: cambio de gustos en los consumidores y la evolución intergeneracional, que va saliendo del vino en generaciones más jóvenes.
A ello también se sumaría la inflación, que se ha instalado en algunos de los principales mercados occidentales, tradicionalmente ligados a un mayor consumo de vino.

Pero, sin embargo, el foco vuelve a estar en Estados Unidos y en Francia, los dos países que lideran las bajadas. Estados Unidos, primer consumidor mundial, registró un descenso del 6%, mientras que Francia, el gran embajador del vino de calidad, también se anotó una disminución del 4%, resumiendo 2024 Giorgio Delgrosso, responsable de la división estadística de la OIV como "la tormenta perfecta".
Sin pretender caer en el alarmismo, Barker apuntó a una problemática de sobra conocida que podría afectar al consumo en 2025: los aranceles estadounidenses. Estados Unidos es el mayor importador de vino del mundo (supone generar unos 6.300 millones de euros), por lo que "cualquier barrera genera distracción en el mercado".
Mientras tanto, el vino también sufrió en la producción, no solo en el consumo. A nivel mundial, la producción se quedó en 225,8 millones de hectolitros, lo que supone un 4% menos que en el ejercicio anterior y, sobre todo, la cifra más baja en los últimos 60 años.
El ejemplo paradigmático de España
No obstante, a pesar de un año volátil, hay ciertos factores que pueden ser vistos como esperanzadores. Esa menor producción y el aumento de precios también repercutió en estabilizar el comercio internacional, lo que significa que en 2024 el sector realmente no tembló tanto como podría preverse.
Si se habla de vender vino a nivel internacional, la cantidad de 99,8 millones de hectolitros solo supuso perder un 0,1% respecto a 2023, mientras que en términos planetarios, la pérdida en valor solo supuso un 0,3% menos que en el año anterior, quedándose en unos 35.900 millones de euros.
Respecto a España, la comparativa es interesante con los datos de la OIV en la mano. Nuestro país exportó un millón menos de hectolitros en 2024, si se compara con el año anterior. En este sentido, supuso vender 20 millones fuera de nuestras fronteras, el nivel más bajo en 10 años y, sin embargo, el valor del vino exportado aumentó un 1,4%, llegando a los 3.000 millones de euros.
Lo que se apunta en el informe de la OIV es que se registró un descenso de la venta del vino a granel de un 6,9% (una categoría que supone el 55% de la exportaciones española), responsable de la pérdida de volumen.
Imágenes | Imagen de freepik / Imagen de wirestock en Freepik
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Una tormenta perfecta amenaza al sector del vino: su consumo está en su nivel más bajo desde 1961
fue publicada originalmente en
Directo al Paladar
por
Jaime de las Heras
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