Thunderbolts casi se parece a una de las mejores películas de acción de los 80
Lo que Marvel planeó para Thunderbolts te va a sorprender: La historia original se parecía a una de las mejores películas de los 80 Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com

La película más atípica del Universo Cinematográfico de Marvel casi fue un «Die Hard (Jungla de cristal – Duro de matar 1988)» dentro del UCM. Con el estreno de Thunderbolts cada vez más cerca, nuevas declaraciones del director Jake Schreier han revelado que la historia original era radicalmente distinta a lo que finalmente veremos en pantalla.
Lo que comenzó como un thriller contenido terminó convirtiéndose en una aventura coral con giros emocionales, reflexiones existenciales y un equipo de antihéroes que no siempre iban a estar juntos desde el principio.
En una entrevista reciente con GR, Schreier compartió los orígenes creativos de Thunderbolts y cómo fue evolucionando a medida que se incorporaban nuevos guionistas y enfoques, incluido el de Joanna Calo (The Bear) y Lee Sung Jin (Beef).
El Thunderbolts original: una misión al estilo Die Hard
Según reveló Schreier, uno de los primeros borradores escritos por Eric Pearson y Brian Chapek planteaba una historia completamente distinta:
«Una de las versiones originales era algo tipo Die Hard. Toda la película iba a transcurrir en una bóveda, y trataría sobre cómo salir de allí. Hubiera sido una propuesta muy interesante. Así que creo que en el ADN de la película siempre estuvo esa idea de ser más contenida».
Esto significa que Thunderbolts pudo haber sido una película de acción claustrofóbica, tensa y localizada, al estilo de clásicos como Dredd o Escape from New York. Pero con el tiempo, ese concepto fue expandiéndose para permitir una exploración más amplia de los personajes, sus traumas y su dinámica de grupo.
Bob / Sentry, no siempre estuvo en el equipo
Otro cambio importante fue la inclusión de Bob (Sentry), interpretado por Lewis Pullman, como parte integral del equipo desde el inicio. En versiones anteriores del guion de Thunderbolts, el personaje recorría una trama paralela, separada de los demás:
«Al principio, cuando empecé a trabajar con Eric, Bob no formaba parte del equipo. Iba por una vía distinta, pero sentimos que, para que el final funcionara emocionalmente, tenía que integrarse desde el principio».
Esa decisión cambia completamente el enfoque del personaje, dándole más peso emocional y una conexión más profunda con figuras como Yelena, Bucky o Red Guardian.
El giro emocional: Una película sobre el dolor, la identidad y Yelena
El tono de Thunderbolts también se transformó gracias a la incorporación del showrunner Lee Sung Jin, conocido por la aclamada serie Beef. Su aporte fue clave para centrar la narrativa en Yelena Belova, interpretada por Florence Pugh, y explorar su descenso emocional y existencial:
«Cuando Lee se unió, la historia comenzó a centrarse más en una joven que atraviesa una fase muy oscura. Y empezaron a surgir escenas más pequeñas, más introspectivas, con ideas metafísicas».
Posteriormente, Joanna Calo reforzó esta línea con un enfoque más íntimo y centrado en las dinámicas grupales, aportando una mirada fresca sobre cómo los personajes interactúan, se hieren y se salvan mutuamente.
«Joanna hizo un trabajo increíble. Mucho de lo que veremos en la bóveda, las interacciones, los pequeños roces, las tensiones no resueltas… eso es obra suya. Realmente entendió cómo hacer que este grupo funcione como familia disfuncional».
Un equipo que nace del encierro
La «bóveda» sigue presente en la versión final de la película, aunque ya no es el único escenario. Aun así, funciona como el espacio donde los Thunderbolts se conocen, se enfrentan entre sí y forjan su vínculo. Es el punto de partida que nos permite ver cómo personajes como Ghost, Taskmaster o U.S. Agent, con pasados oscuros y agendas personales, terminan colaborando por necesidad o por redención.
Esa interacción tensa y forzada recuerda a los primeros compases de The Suicide Squad, pero con un tono más emocional, más introspectivo y menos gamberro. Marvel apuesta aquí por un equilibrio entre acción, humanidad y trauma compartido.