Recorre los campos azules, de Claire Keegan

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May 1, 2025 - 20:24
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Recorre los campos azules, de Claire Keegan

El género del relato puede que se siga considerando el hermano pequeño de la literatura. Así como la poesía es valorada, independientemente del número de versos que la compongan, el relato corto o cuento, pierde ante la novela. Un libro de relatos no suele aparecer en las listas de libros más vendidos, a pesar de que la mayoría de los grandes autores han empleado sus plumas para realizar grandes relatos, pero aun así, siguen siendo más conocidas sus novelas, exceptuando a algunos como pueden ser Poe, Caver, Cortázar o Claire Keegan, autora que nos ocupa hoy.

Es cierto que el relato y la novela son géneros diferentes en cuanto a desarrollo de personajes, descripciones y duración de actos, pero la estructura permanece fiel con su principio, desarrollo y desenlace. Siendo, quizás, el relato más complicado en este aspecto, cuando en pocas páginas, a veces en pocas palabras, has de desarrollar una historia que enganche y entretenga. Incluso en estos tiempos, donde la inmediatez prima en todos los aspectos, es curioso que el relato no haya ganado terreno gracias a esta ventaja.

Claire Keegan, escritora irlandesa, famosa por el uso de este formato, ha publicado sus relatos en revistas prestigiosas como The New Yorker y The Paris Review y galardonada con varios premios literarios y traducida a ocho idiomas. Procedente de una familia rural y católica, estudió Filología Inglesa y Ciencias Políticas en Estado Unidos, volviendo a su Irlanda natal, donde realizó un máster de Escritura creativa. Permaneciendo en el paro, comenzó a escribir sus cuentos, publicando en 1999 su primer libro, titulado Antártida, con el que ganó el William Trevor Prize y el Rooney Prize for Irish Literature. Posteriormente, y hasta la actualidad, sus galardones son innumerables.

En 2007 publicó su segundo libro de relatos, Recorre los campos azules, que ahora nos llega de la mano de la editorial Eterna Cadencia, con la traducción de Jorge Fondebrider, el poeta y ensayista argentino. Al estar el libro traducido por este autor a los lectores españoles llamarán la atención algunos términos con los que no estamos familiarizados, pero que entenderemos sin perder un ápice de la historia. Este hecho llama mi atención, al tratarse de una edición exclusiva para nuestro país.

Compuesto por ocho relatos, este libro retrata a la perfección los orígenes rurales de la autora, así como su profunda educación católica. A través de sus ojos, vemos una Irlanda íntima, donde sus habitantes soportan la losa de la cotidianidad con resignación; donde los hechos que rompen esa rutina, se sobrellevan con la máxima discreción. Llama la atención como subraya la humanidad de sus personajes que visten sotana. Estos, en sus relatos se debaten entre el amor y sus sentimientos contra la vocación. Así como la pérdida de fe, principalmente en las protagonistas.

La parte rural también es de suma importancia en sus cuentos. De como la vida aislada, ya sean sus personajes ubicados fuera de núcleos urbanos, como granjas, o en pequeñas poblaciones, marcan sus historias y a sus habitantes. La familia también está patente en sus cuentos, en las que a veces se retrata como el peor de los escenarios, cayendo en la espiral de la intención de abandonar y dejarlo todo atrás, pero a la vez, no poder hacer tangible el deseo. Clarto ejemplo es el cuento titulado La hija del guardabosques, en el cual, con una sola frase, ya nos indica la personalidad del padre: «Deegan, el guardabosques, no era el tipo de hombre que recuerda el cumpleaños de sus hijos…».

Aquí, en esta simple oración, Keegan nos hace llegar cómo es ese hombre y qué clase de vida da a su familia. Así es la magia de la pluma de esta autora, que con una habilidad quirúrgica, desnuda el alma de sus personajes, mostrando la crudeza de la vida en una Irlanda que escapa de la abundancia, donde no solo es gris el paisaje.

La soledad de aquellos que habitan sus páginas también resulta estremecedora, llegando el lector a sentir el frío de esa soledad que habita cada rincón, incluso en aquellos que abunda el gentío, porque sus personajes no pueden escapar de la nostalgia, ya sean de tiempos pasados, o de lo que esperan en un incierto futuro que no parece más alentador.

Si te gustan los relatos de calidad, esta autora es para ti; si es un género que aún desconoces, es la ocasión perfecta para introducirte en él; si eres amante de la literatura en general, no debes perderte la magia de Claire Keegan.

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