Película de vampiros tiene una de las mejores escenas de 2025

Esta película de vampiros tiene una escena que muchos llaman el momento más impactante del año ¿Crees que tiene razón? Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com

Apr 20, 2025 - 18:56
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Película de vampiros tiene una de las mejores escenas de 2025

En un año donde las grandes franquicias parecen dominar las salas de cine, una historia completamente original ha logrado colarse entre lo mejor del año 2025. Se trata de Sinners (Los Pecadores), la nueva película de vampiros de Ryan Coogler, director de Black Panther, que marca su proyecto más íntimo, arriesgado y visualmente deslumbrante hasta la fecha.

Protagonizada por Michael B. Jordan, Sinners no solo ha conquistado a la crítica, con un impresionante 98% en Rotten Tomatoes, sino que está generando un fenómeno de boca a boca que muchos ya comparan con clásicos de culto. Y hay una escena en particular que está siendo señalada como el momento más impactante del cine en lo que va del año.

Un viaje del drama histórico a película de vampiros

Atención SPOILERS. Lo que comienza como una envolvente historia de época ambientada en el sur de Estados Unidos en los años 30, se transforma a mitad de película en una pesadilla sobrenatural con tintes políticos, en la que la música, la cultura y la identidad afroamericana son el verdadero corazón del relato.

Sinners cuenta la historia de Smoke y Stack, dos hermanos gemelos (ambos interpretados por Michael B. Jordan) que regresan a su pueblo natal en Mississippi tras haber servido en la guerra y trabajado como matones para Al Capone. Su objetivo: abrir un juke joint (club nocturno) donde la comunidad negra pueda bailar, cantar y encontrarse en un ambiente propio, lejos de la opresión del sistema de segregación.

Y justo cuando el club abre sus puertas por primera vez, la película de vampiros demuestra que es tan impactante.

Una escena mágica, poderosa… e inolvidable

En el clímax emocional de la primera mitad, Sammie, el primo joven y guitarrista aficionado (en un debut deslumbrante de Miles Caton), sube al escenario. Mientras toca, la película de vampiros entra en una secuencia que ya está siendo considerada la mejor escena del año: un oner (plano secuencia sin cortes) de varios minutos, marca registrada de Coogler desde Creed, en el que la música de Sammie empieza a alterar la realidad misma.

Poco a poco, en medio del jolgorio y el baile, figuras contemporáneas comienzan a mezclarse con los personajes de época. Aparecen músicos tribales africanos, jóvenes del futuro, rostros de distintas generaciones y estilos musicales. La música rompe las barreras del tiempo, del espacio… y de lo cinematográfico.

Es en ese momento cuando entendemos que Sinners no es solo una película de vampiros, sino una oda a la herencia cultural afroamericana, en especial a su música como forma de resistencia, memoria y renacimiento.

Pecadores
Los Pecadores

La metáfora toma forma

Justo cuando el éxtasis colectivo alcanza su punto máximo, entran los vampiros. Liderados por Remmick (un aterrador Jack O’Connell), este grupo de criaturas no solo busca sangre: quieren apropiarse del poder espiritual de los músicos.

Remmick ofrece a Sammie y su banda la promesa de la vida eterna a cambio de su música. Pero en una secuencia surrealista posterior con una coreografía grotesca y una melodía irlandesa, queda claro que el precio de esa eternidad es la pérdida de la identidad cultural. El talento se preserva, sí, pero blanqueado, explotado, despojado de sus raíces.

La metáfora es poderosa y dolorosa. Coogler lanza un mensaje directo: el arte negro, especialmente el musical, ha sido históricamente apropiado y blanqueado por la industria dominante. En Sinners, estos vampiros no solo chupan sangre, chupan alma, historia y cultura.

Pecadores película de vampiros
Los Pecadores

Un proyecto profundamente personal

Ryan Coogler ha afirmado en varias entrevistas que esta película de vampiros es su obra más personal. El guion de Sinners nació durante el rodaje de Creed, tras la muerte de su tío, un músico de blues criado en el Delta del Mississippi. El filme es, en muchos sentidos, una carta de amor a sus raíces, pero también una crítica feroz al modo en que esas raíces han sido sistemáticamente despojadas.

Cada elemento de la película, desde el diseño de producción, los temas musicales, el vestuario y la fotografía, está pensado para construir un puente entre generaciones, honrando el legado afroamericano desde lo espiritual hasta lo simbólico.

Crítica, público y legado en ascenso

La recepción crítica no ha tardado en reflejar el entusiasmo. Algunos medios ya la consideran la película más importante del año. Otros destacan que, además de su mensaje, es una obra técnica impecable, con un montaje brillante, actuaciones poderosas y una estética que homenajea al cine clásico y al terror gótico con una mirada contemporánea.

La escena musical / vampírica central, sin duda, será tema de conversación en la temporada de premios. Incluso ya se rumorea que Coogler podría estar nominado a Mejor Dirección, y Michael B. Jordan a Mejor Actor.

El cine de autor aún puede sorprender

En un panorama saturado de remakes, secuelas y multiversos, Sinners es una bocanada de aire fresco, una muestra de que el cine original, cuando es sincero, arriesgado y visualmente audaz, aún puede emocionarnos, hacernos pensar y volarnos la cabeza.

Y si alguien todavía dudaba que una película de vampiros podía ofrecer la mejor escena del año, Sinners llegó para demostrar que el verdadero terror no siempre está en la mordida… sino en lo que el sistema intenta arrebatar.

Sinners ya está en cines. Y si amas el buen cine, no puedes perdértela. ¿La has visto? Dime que te ha parecido en comentarios. A mi me ha encantado, sobre todo por todos los matices que tiene, aquí puedes leer nuestra crítica.

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