Las redes sociales son el mal y acabarán, de no acabar antes nosotros con ellas, con la democracia, con la moral y con todo lo bueno, en general. Por eso las abandonan ministros preocupados por la concordia, periodistas contra la desinformación y los bulos, activistas de todas las causas justas por orden alfabético y feministas de cuarta o quinta ola (la que sea). Transresilientes, antifascistas, disidentes sexuales, ecodeprimidos y Stephen King . Las redes sociales y el algoritmo son un invento del demonio, alerta tecnofascistas, y nunca nos vimos en una igual. ¿Nunca? A mediados del siglo pasado, los titulares de los periódicos alertaban de la ‘fotomanía’ y de cómo la ciudad se llenaba de imágenes de rostros desconocidos que...
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