La ley que la industria cultural lleva años esperando… y Pisarello en la tele
En el día que la Comisión de Cultura ha desbloqueado por fin la tramitación de la ley de la Oficina de Derechos de Autor , la primera que podría aprobar Urtasun como ministro, el presidente del órgano del Congreso encargado de las iniciativas culturales, Gerardo Pisarello , ha preferido irse a la tele. Sí, mientras sus colegas se preparaban para encarrilar una ley que la industria cultural lleva esperando desde la legislatura pasada, Pisarello aparecía en el programa 'Todo es mentira', de Risto Mejide , en Cuatro, hablando de la guerra de Ucrania y otros temas que no son precisamente la razón por la que le pagan 1.646 euros extra al mes como presidente de la comisión. Era la comidilla entre representantes de la industria. ¿Qué hace el presidente de la Comisión de Cultura en la tele a la hora en estaba convocada la ponencia de una ley que lleva tanto tiempo acumulando polvo? ¿Cómo puede ser que, tras tantos retrasos «injustificados», Pisarello desprecie su cargo en la reunión que debe programar los pasos a dar para tramitar su primera ley de la legislatura? La ponencia, que estaba convocada para las cuatro de la tarde, no comenzó hasta dos horas después debido a que el pleno se alargó más de lo previsto. Pero ni siquiera ese retraso logró que Pisarello apareciera por la sala. La ponencia de una ley se refiere al informe o exposición que realiza la comisión encargada de estudiar y debatir un proyecto de ley. Este informe suele incluir una explicación detallada del contenido de la ley, las enmiendas presentadas, antecedentes legales y, además, se agenda un calendario para su tramitación. En este caso, se espera que la ley pueda aprobarse en el plazo de un mes. Es una ley de carácter técnico, que en la pasada legislatura decayó por el adelanto electoral, y que no suscita demasiado rechazo entre la oposición. Las entidades de gestión de derechos de autor creen que con esta oficina se van a poder agilizar ciertos trámites. La presencia del presidente de una comisión en la ponencia no es obligatoria; es suficiente con que acudan los ponentes. «Pero siendo la primera ley, qué menos...», comentan fuentes parlamentarias. Otras voces de la industria de la cultura, principales implicados en esta ley, fueron más contundentes: «Es impresentable. Él es en gran medida responsable de que la tramitación de esta ley se haya ido retrasando». El cabreo era máximo. El plazo para presentar enmiendas sufrió hasta siete meses de retraso, y la constitución de la ponencia era una tarea pendiente desde octubre. La sensación, claro, es que la cultura no está precisamente en la agenda prioritaria de este gobierno. Las quejas de la oposición por la inactividad de la Comisión de Cultura han sido una constante desde que Sumar asumiera el Ministerio de Cultura y también la dirección de este órgano del Congreso. El PP ha presentado dos escritos por este motivo . En el último, de hace unas semanas, los populares acusaban a Sumar de «congelar» las iniciativas culturales. En estos catorce meses, la Comisión solo se ha reunido en cinco ocasiones, cuando debería haber una por mes. El Ministerio de Cultura tiene seis solicitudes de comparecencias pendientes de atender y una decena de preguntas orales sin responder. Hay también casi 70 proposiciones no de ley pendientes de tramitar.
En el día que la Comisión de Cultura ha desbloqueado por fin la tramitación de la ley de la Oficina de Derechos de Autor , la primera que podría aprobar Urtasun como ministro, el presidente del órgano del Congreso encargado de las iniciativas culturales, Gerardo Pisarello , ha preferido irse a la tele. Sí, mientras sus colegas se preparaban para encarrilar una ley que la industria cultural lleva esperando desde la legislatura pasada, Pisarello aparecía en el programa 'Todo es mentira', de Risto Mejide , en Cuatro, hablando de la guerra de Ucrania y otros temas que no son precisamente la razón por la que le pagan 1.646 euros extra al mes como presidente de la comisión. Era la comidilla entre representantes de la industria. ¿Qué hace el presidente de la Comisión de Cultura en la tele a la hora en estaba convocada la ponencia de una ley que lleva tanto tiempo acumulando polvo? ¿Cómo puede ser que, tras tantos retrasos «injustificados», Pisarello desprecie su cargo en la reunión que debe programar los pasos a dar para tramitar su primera ley de la legislatura? La ponencia, que estaba convocada para las cuatro de la tarde, no comenzó hasta dos horas después debido a que el pleno se alargó más de lo previsto. Pero ni siquiera ese retraso logró que Pisarello apareciera por la sala. La ponencia de una ley se refiere al informe o exposición que realiza la comisión encargada de estudiar y debatir un proyecto de ley. Este informe suele incluir una explicación detallada del contenido de la ley, las enmiendas presentadas, antecedentes legales y, además, se agenda un calendario para su tramitación. En este caso, se espera que la ley pueda aprobarse en el plazo de un mes. Es una ley de carácter técnico, que en la pasada legislatura decayó por el adelanto electoral, y que no suscita demasiado rechazo entre la oposición. Las entidades de gestión de derechos de autor creen que con esta oficina se van a poder agilizar ciertos trámites. La presencia del presidente de una comisión en la ponencia no es obligatoria; es suficiente con que acudan los ponentes. «Pero siendo la primera ley, qué menos...», comentan fuentes parlamentarias. Otras voces de la industria de la cultura, principales implicados en esta ley, fueron más contundentes: «Es impresentable. Él es en gran medida responsable de que la tramitación de esta ley se haya ido retrasando». El cabreo era máximo. El plazo para presentar enmiendas sufrió hasta siete meses de retraso, y la constitución de la ponencia era una tarea pendiente desde octubre. La sensación, claro, es que la cultura no está precisamente en la agenda prioritaria de este gobierno. Las quejas de la oposición por la inactividad de la Comisión de Cultura han sido una constante desde que Sumar asumiera el Ministerio de Cultura y también la dirección de este órgano del Congreso. El PP ha presentado dos escritos por este motivo . En el último, de hace unas semanas, los populares acusaban a Sumar de «congelar» las iniciativas culturales. En estos catorce meses, la Comisión solo se ha reunido en cinco ocasiones, cuando debería haber una por mes. El Ministerio de Cultura tiene seis solicitudes de comparecencias pendientes de atender y una decena de preguntas orales sin responder. Hay también casi 70 proposiciones no de ley pendientes de tramitar.
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