España de luto: Fallece trágicamente Óscar Muñoz

Trágico suceso. Cuando alguien cuya vida ha estado tan ligada al servicio público, la ética profesional y la búsqueda incansable de la verdad nos deja, el vacío que deja tras de sí no es solo personal: se siente también en la conciencia colectiva. Hay muertes que trascienden lo privado, que interrumpen la rutina de las ... Leer más

Apr 20, 2025 - 08:25
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España de luto: Fallece trágicamente Óscar Muñoz

Trágico suceso.

Cuando alguien cuya vida ha estado tan ligada al servicio público, la ética profesional y la búsqueda incansable de la verdad nos deja, el vacío que deja tras de sí no es solo personal: se siente también en la conciencia colectiva. Hay muertes que trascienden lo privado, que interrumpen la rutina de las redacciones y hacen que el tiempo se detenga, al menos un momento, para rendir homenaje. Se trata de figuras cuya ausencia duele incluso a quienes no los conocieron en persona, pero sí a través de sus palabras, de sus gestos o de su compromiso con el oficio.

Una de esas figuras fue Óscar Muñoz, periodista de ‘La Vanguardia’, que falleció la madrugada del viernes a los 53 años tras una larga batalla contra el cáncer. Su nombre está inevitablemente ligado a la cobertura de la actualidad barcelonesa, donde durante casi tres décadas se convirtió en una referencia insustituible para colegas, fuentes y lectores. Su manera de entender el periodismo —precisa, rigurosa, humana— marcó una forma de hacer que hoy se echa profundamente de menos.

Desde 1995, año en que se incorporó a la redacción de ‘La Vanguardia’, Muñoz construyó una carrera basada en la cercanía, el compromiso y el respeto. “Un referente” es como lo definen sus compañeros, quienes destacan su capacidad para seguir aportando “con mucho entusiasmo” incluso en los tramos más duros de su enfermedad. El periodismo fue para él más que un trabajo: fue una manera de estar en el mundo.

Un legado de firmeza y empatía.

Además de su brillante trayectoria como reportero local, Muñoz dejó una huella indeleble en el interior de su propio periódico, donde desempeñó un rol clave en el comité de empresa. Asumió cargos como vicepresidente y presidente en momentos especialmente difíciles para el sector, combinando una actitud firme con una empatía poco común. “Su talante dialogante y conciliador, y también su rectitud y sentido de aquello que en verdad es justo” son parte del legado que deja en la memoria de sus colegas.

Su pérdida no ha conmovido únicamente a los miembros de su redacción. En cada rincón de la profesión, desde las salas de prensa hasta los pasillos institucionales, se multiplican las voces que lo recuerdan con cariño y admiración. Periodistas de otros medios que compartieron con él interminables ruedas de prensa en el Ayuntamiento de Barcelona coinciden en describirlo como una figura generosa, rigurosa y siempre dispuesta a sumar.

La noticia de su fallecimiento ha desencadenado una ola de condolencias en redes sociales, donde compañeros, instituciones y lectores han querido rendirle homenaje. El Col·legi de Periodistes de Catalunya publicó un mensaje lamentando su pérdida, al igual que Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), entidad que valoró especialmente su cobertura en temas de movilidad. La consellera de Territori, Sílvia Paneque, también se sumó a las muestras de reconocimiento.

La ciudad pierde una voz imprescindible.

Incluso el Ayuntamiento de Barcelona quiso expresar su pésame con un mensaje que resume el sentir de muchos: “Nos ha dejado el compañero y periodista de ‘La Vanguardia’, Òscar Muñoz. Desde el Ayuntamiento de Barcelona expresamos nuestro pésame a la familia, personas próximas y a los compañeros y compañeras”. Son palabras que, más allá del protocolo, evidencian lo que representa la pérdida de una voz comprometida con la ciudad.

Óscar Muñoz no fue solo un cronista de lo cotidiano; fue un constructor de puentes entre instituciones y ciudadanía, entre lo que ocurre y lo que importa. Su fallecimiento nos recuerda que el periodismo necesita más que nunca de figuras como la suya: íntegras, apasionadas, valientes. El mejor homenaje será seguir ese ejemplo. Porque hay ausencias que no se llenan, pero sí se honran. Y la de Muñoz, sin duda, es una de ellas.