El peso de los héroes, de David Sala
El peso de los héroes es un maravilloso cómic de David Sala en el que nos habla sobre cómo las heridas y sufrimientos de sus abuelos han marcado su vida y forma de pensar. Edita Astiberri.



Edición original: Le poids des héros (Casterman, 2022)
Edición nacional/España: El peso de los héroes (Astiberri, 2025)
Guion: David Sala
Dibujo: David Sala
Color: David Sala
Traductor:: Rubén Lardín
Rotulación: Ana González de la Peña
Maquetación: Alba Diethelm
Corrección: Soraya Pollo
Edición: Laureano Pollo
Formato: Cartoné. 184 páginas. 35€
Mirar al pasado para encontrar el futuro.
«Es a través de ti como mi historia seguirá viva. No debes olvidar mi sufrimiento.”
La victoria fascista en la Guerra Civil española provoco que muchos de los que lucharon por la libertad y la democracia tuvieran que exiliarse al finalizar la contienda para evitar las sangrientas represalias del régimen dictatorial franquista. Entre los cientos de miles que tuvieron que huir de su país estaban personas como Antonio Soto Torrado que además fue un superviviente del campo de concentración de Mauthausen o Josep Sala, fue internado en el campo de refugiados de Argelès-sur-Mer para posteriormente formar parte de los grupos de la resistencia francesa contra los nazis. Ambos son respectivamente el abuelo materno y paterno de David Sala (Décines, 1973) y son los héroes a los que hace referencia el título de su última obra publicada en España de la mano de Astiberri: El peso de los héroes. Un cómic de carácter autobiográfico en que el autor de El jugador de ajedrez (Astiberri) nos relata el peso que han tenido en su vida desde la infancia los ideales y las luchas de su familia y como ha condicionada su forma de ser y de ver la vida. Un cómic enorme que le ha valido un gran y merecido reconocimiento con premios como el Landerneau BD, el BD RTL del mes, Selección Fnac-France Inter, Gran Premio de la BD Elle y el Premio de la BD del Museo de historia de la inmigración.
El cómic es un medio en el que estamos acostumbrados a tener héroes que se salen de lo normal protagonizando hazañas inverosímiles que a menudo nos hace olvidar que en nuestro día a día también hay héroes de verdad que no son extraterrestres con superpoderes, ni galos con pociones mágicas o genios científicos multidisciplinares. Esos personajes de las que hablo se enfrentan sin más coraza que su propio coraje, ideales y tesón a amenazas que a muchos nos paralizarían de miedo ya sean virus desconocidos, fuegos descontrolados o un golpe de estado fascistas que quería hacer retroceder a un país décadas en derechos de los más vulnerables tal y como hicieron los abuelos de David Sala que se merecen que su historia sea conocida, más en estos días en los que se están blanqueando los nefastos ideales de la extrema derecha que parecen abocarnos a un mundo mucho más egoísta e injusto. Un tipo de mundo insolidario contra el que lucharon gente como Antonio y Josep que nunca han tenido en su país de origen el reconocimiento que se merecen y cuyos ideales no hay que olvidar nunca.
El peso de los héroes nos traslada a mediados de la década de los setenta para conocer al pequeño David Sala y a su familia. A través de una narración fragmentada nos encontramos con un sobresaliente ejercicio de memoria histórica y descubrimos como hay heridas que, aunque no las suframos en primera persona, se instalan en nuestro ADN para siempre y condicionan nuestra vida para siempre hasta que encontramos con una forma de sanarlas. En el caso del autor su terapia ha tenido forma de un cómic que es mucho más que un mero relato biográfico que exuda verdad, ya que a través de las vivencias de sus abuelos podemos ser testigos de los horrores de la guerra y maldad que los seres humanos somos capaces de ejercer en contra de nuestros semejantes. Algo que consigue que el cómic transcienda lo personal para convertirse en una historia universal.
Esas dos caras del cómic, los recuerdos de infancia y el relato de la vida de sus abuelos, se entrelazan durante toda la lectura en la que la realidad se entremezcla con algunos paisajes oníricos. La mayor parte de la obra esta llenas de luminosas historias de infancia dibujadas con un estilo lleno de referencias pictóricas que va oscilando entre un realismo pop lleno de unos colores vibrantes en casi todas las escenas de la infancia, pero que según va creciendo y el peso de su legado cobra mayor importancia se va oscureciendo salvo en las escenas en las que aparecen sus propios hijos en las que se recupera el color. Un estilo que varía de forma radical para las escenas en las que vemos el paso de su abuelo por el campo de concentración de Mauthausen reflejado con un estilo expresionista que refleja a la perfección el horror y el desgarro de esos momentos. Un estilo alejado de la realidad que también nos encontramos en las escenas oníricas en las que realmente podemos sentir la responsabilidad por transmitir el legado de sus abuelos que ha sentido siempre y que este cómic convierte en realidad para que podamos ver entre otras cosas cómo su abuelo cumplió su promesa de sobrevivir a Franco, aunque fuera por unos meses.
Una de las grandes cualidades de El peso de los héroes es que su autor sabe equilibrar las diferentes caras que componen la obra para que todas las historias tengan el mismo peso y valor dramático. Incluso las partes más gratas de una infancia llena de juegos, cómic y películas que dejan paso a su anhelo con convertirse en autor de cómics con unos primeros pasos en los que vemos como se produjo la gestación de Replay (Astiberri) el cómic con guion de Jorge Zentner que nos lo dio a conocer en España hace más de veinte años.
El peso de los héroes es uno de los grandes cómics que han aparecido a lo largo de este comienzo de año que nos confirma a David Sala como uno de los autores más interesantes del momento, aunque se prodiga muy poco. Un cómic que es un bellisimo homenaje a sus abuelos en el que nos habla sobre el peso del legado familiar en nuestras vidas, pero también del dolor del éxodo, los horrores de la guerra y las dificultades para forjar una nueva vida en un nuevo país tras haber derramado sangre, sudor y lágrimas por defender tu tierra. Un cómic imprescindible para conocer la historia de nuestro país en estos tiempos en el que muchos la quieren enterrar e ignorar. Algo que resulta muy fácil cuando siempre has estado en el lado ganador y que llevas décadas oprimiendo al resto.
Lo mejor
• El precioso homenaje de David Sala a sus abuelos. Un perfecto ejemplo de memoria histórica.
• La sinceridad que respira la obra.
• El dibujo y, sobre todo, el color.
Lo peor
• Que en España todavía se siga blanqueando al franquismo y desde la derecha se impida que se haga justicia con la memoria de cientos de personas que simplemente lucharon por la democracia.