Terrible: Una de los míticas azafatas de 1, 2,3… saca a la luz la verdadera cara de Chicho Ibáñez Serrador
Sombras tras el telón de “1,2,3…responda otra vez”: Marta de Pablo denuncia abusos de su creador Durante décadas, “1,2,3…responda otra vez” fue sinónimo de entretenimiento para toda una generación en España. Estrenado en 1972 bajo la dirección del afamado Chicho Ibáñez Serrador, este concurso televisivo se convirtió en un verdadero fenómeno cultural. Con una mezcla ... Leer más

Sombras tras el telón de “1,2,3…responda otra vez”: Marta de Pablo denuncia abusos de su creador
Durante décadas, “1,2,3…responda otra vez” fue sinónimo de entretenimiento para toda una generación en España. Estrenado en 1972 bajo la dirección del afamado Chicho Ibáñez Serrador, este concurso televisivo se convirtió en un verdadero fenómeno cultural. Con una mezcla de humor, juegos y espectáculos, el programa logró mantenerse en pantalla durante más de tres décadas, consolidando su lugar en la historia de la televisión nacional.
Sin embargo, detrás de los decorados coloridos y las sonrisas ante las cámaras, existía una realidad mucho más oscura. Así lo ha revelado recientemente Marta de Pablo, ex azafata del mítico concurso, durante su participación en el programa “Tardear” de Telecinco.
“Sí, todo tenía que ver con él”
Marta de Pablo, quien ha forjado una carrera como periodista, presentadora y actualmente psicoanalista, acudió al plató de “Tardear” para hablar de sus vivencias personales y profesionales. No obstante, uno de los momentos más impactantes de su intervención fue cuando rememoró su paso por “1,2,3…responda otra vez” y los episodios de maltrato que, según ella, vivió a manos del director del programa, Chicho Ibáñez.
Desde el inicio de la entrevista, los presentadores Frank Blanco y Verónica Dulanto sacaron a relucir un detalle poco conocido: Marta abandonó el programa a mitad de grabación. Blanco, curioso, quiso saber si su marcha estaba relacionada con Chicho. La respuesta de Marta fue rotunda: “Sí, todo tenía que ver con él”.
A continuación, explicó el tipo de comportamientos que sufrían quienes trabajaban en el programa: “Él te torturaba, haciéndote ensayar durante una semana un papel principal… y el día de antes te ponía detrás del todo, te quería humillar, castigar”, relató.
Marta aseguró que no se trataba de un hecho aislado, sino de una dinámica habitual. Según su testimonio, el director encontraba siempre nuevas formas de hacer sufrir a sus trabajadores. “Llegaba al punto de no saber cómo hacerte daño”, sentenció.
Un truco de magia convertido en humillación
Uno de los relatos más escalofriantes compartidos por Marta de Pablo ocurrió durante un número musical en el que participaba junto a un mago. La escena, típica de los espectáculos de variedades, consistía en el clásico truco de las espadas que atraviesan una caja.
Fue en ese momento, completamente indefensa en mitad de la actuación, cuando Chicho aprovechó para humillarla públicamente. “Aprovechó ese momento en el que yo no podía defenderme para poner su voz que llenaba todo el plató y decir: ‘señoras, señores, hay alguien de sastrería que está comunicándome que desaparecen prendas que casualmente ha llevado la señorita Marta de Pablo’”, contó Marta entre risas irónicas.
Un gesto que, más allá del espectáculo, supuso una exposición pública deliberada con tintes de castigo y vejación.
“Era una persona, en definitiva, desequilibrada”
Marta también reveló que ya contaba con una sólida trayectoria en el ámbito televisivo antes de incorporarse al programa, lo que le daba la seguridad necesaria para enfrentar a Chicho cuando consideraba que algo no era correcto.
“Luego me di cuenta de que él era una persona, en definitiva, desequilibrada”, reflexionó. Según ella, esa capacidad de confrontar al director pudo haber sido el origen de un vínculo complejo entre ambos. Incluso llegó a pensar que Chicho podía estar enamorado de ella, precisamente por su carácter firme y por no dejarse someter fácilmente.
Un aprendizaje agridulce
A pesar de las duras experiencias vividas, Marta de Pablo no guarda resentimiento hacia su antiguo jefe. Más bien, asegura que todo lo sucedido la ayudó a convertirse en quien es hoy.
“Gracias a él, a día de hoy soy una excelente psicoterapeuta”, concluyó de manera irónica, dejando entrever que el sufrimiento también puede transformarse en aprendizaje. Su testimonio añade una nueva capa de complejidad a la figura de Chicho Ibáñez Serrador, quien fue venerado como un genio de la televisión, pero cuya sombra personal empieza ahora a salir a la luz.