Odisea, de Homero

Llega a las librerías una nueva traducción (en edición bilingüe) del gran poema épico fundamental en la literatura griega. Esta edición bilingüe corre a cargo del doctor en Filología Clásica F. Javier Pérez, quien la ha realizado a partir de las dos ediciones filológicas de H. van Thiel y M. L. West. En Zenda ofrecemos... Leer más La entrada Odisea, de Homero aparece primero en Zenda.

Apr 18, 2025 - 05:29
 0
Odisea, de Homero

Llega a las librerías una nueva traducción (en edición bilingüe) del gran poema épico fundamental en la literatura griega. Esta edición bilingüe corre a cargo del doctor en Filología Clásica F. Javier Pérez, quien la ha realizado a partir de las dos ediciones filológicas de H. van Thiel y M. L. West.

En Zenda ofrecemos los primeros versos de la Odisea (Abada), de Homero.

***

Háblame, Musa, del sagacísimo hombre que muchísimo tiempo
anduvo errante después de arrasar la fortaleza sagrada de Troya;
y conoció las ciudades y el pensar de muchos hombres.
Él, que en el ponto dolores sin cuento sufrió en su alma
por su vida luchando y el regreso de sus compañeros.
Mas a ellos no pudo salvarlos, con mucho quererlo,
pues por su propio desvarío perecieron ellos,
necios, que las vacas de Helio Hiperión
se comieron; y ahí acabó para ellos el día del regreso.
Cuéntanos, diosa, hija de Zeus, desde cualquier lugar algo de esto.

En verdad todos cuantos del terrible desastre escaparon entonces
ya estaban en casa, de la guerra y del mar a salvo;
solo a él, añorando el regreso y la esposa,
lo retenía la ninfa Calipso, divina entre diosas,
en sus cóncavas grutas, deseando que fuera su esposo.
Mas cuando, al volver de los años, llegó aquel
en que decretaron los dioses que volviera a su casa,
a Ítaca, ni entonces siquiera estuvo libre de pruebas,
entre los suyos incluso; y todos los dioses se compadecieron,
mas no Posidón, que hondo rencor siempre sintió
hacia el divino Odiseo hasta llegar a su tierra.
Se hallaba entonces aquel con los etíopes, habitantes lejanos,

los etíopes, que, lejos de los hombres, se dividen en dos,
unos donde se hunde Hiperión y otros donde se alza;
participando en una hecatombe de toros y cabras.
Y mientras sentado allí disfrutaba él del banquete, los otros
reunidos en las estancias de Zeus Olímpico estaban.
Y comenzó a hablarles el padre de dioses y hombres;
pues vino a su mente el recuerdo del intachable Egisto,
a quien el célebre Orestes, hijo de Agamenón, diera muerte;
así que aquél, con el recuerdo de este, a los inmortales les dijo:

«¡Ayayay! ¡Cómo ahora a los dioses los mortales acusan!
Pues de nosotros dicen que nacen sus males; pero ellos mismos
por sus propias locuras más dolores sufren de lo debido.
Así, por cierto, Egisto también del Atrida contra lo debido
tenía la legítima esposa y al regreso de aquel le dio muerte,
aun sabiendo su terrible final, pues le advertimos,
enviándole al buen vigilante Hermes Argifonte,
que no lo matara ni pretendiera a su esposa,
pues le alcanzaría la venganza del Atrida Orestes
cuando a joven llegara y de menos echase su tierra.
Tal Hermes le dijo, mas las mientes de Egisto
no persuadió aun con su buena intención, y ahora lo pagó todo junto».

Y al punto le contestó la diosa ojizarca Atenea:
«Crónida, padre nuestro, poderoso sobre los poderosos,
aquel en efecto sufre un justo castigo.
¡Que así perezca quienquiera que haga tal cosa!
Pero a mí el corazón se me parte por el sensato Odiseo,
desdichado, que hace ya tiempo lejos de los suyos sufre pesares
en una isla que rodean las olas, en el centro del mar,
isla boscosa, donde su morada tiene una diosa,
la hija del temible Atlante, que los abismos del mar
por entero conoce y sostiene las columnas
enormes que la tierra y el cielo mantienen aparte.
La hija de este es quien retiene al desdichado llorando,
aunque ella con amables y lisonjeras palabras
lo halaga para que a Ítaca olvide; mas Odiseo,
que se lamenta y piensa en cómo se eleva el humo
de su tierra, desea morir. ¿Y aun así, no
se conmueve, Olímpico, tu corazón? ¿Acaso Odiseo
no te era grato cuando junto a las naves de los argivos
en la ancha Troya, oh Zeus, te hacía sacrificios?».

[…]

—————————————

Autor: Homero. Título: Odisea. Editorial: Abada. Venta: Todos tus libros.

La entrada Odisea, de Homero aparece primero en Zenda.