Que el turista tenga miedo

Varios grupos de activistas antiturismo, representando a organizaciones italianas, francesas, portuguesas y españolas, viajaron a Barcelona para diseñar un plan de actuaciones con el objetivo de frenar el turismo (Aterrorizar al turista, la nueva técnica ‘eco’). Supongo que ninguno de ellos se vio intimidado por la policía que en otras épocas hubiera investigado el motivo […]

Apr 27, 2025 - 09:28
 0
Que el turista tenga miedo

Varios grupos de activistas antiturismo, representando a organizaciones italianas, francesas, portuguesas y españolas, viajaron a Barcelona para diseñar un plan de actuaciones con el objetivo de frenar el turismo (Aterrorizar al turista, la nueva técnica ‘eco’).

Supongo que ninguno de ellos se vio intimidado por la policía que en otras épocas hubiera investigado el motivo de su reunión y, quizás, les hubiera hecho pasar un mal rato. No ha sido fácil y ha llevado mucho esfuerzo conseguir que las protestas se puedan organizar sin que los protagonistas sientan miedo por lo que están planeando. Imagino que viajaron en avión, tren, barco, autobús o coche privado, con lo que en cierta forma están contaminando, pero nadie les ha amenazado por este motivo pese a que, supongo, algunos de sus propios compañeros estarían en contra de ello.

Creo que es un avance de nuestra sociedad que estas personas puedan hacer lo que consideren más adecuado para sus fines, siempre que no hagan mal a los demás.

Sin embargo, hay algo que no es coherente. Según publican los medios de comunicación –lo aclaro porque no siempre son de fiar– la conclusión de esta reunión de Barcelona fue la necesidad de meterle el miedo en el cuerpo a los turistas porque si no, no se avanza. Vienen a decir que si se quiere frenar el turismo hay que asustar a los viajeros.

O sea que nos congratulamos de que no haya intimidación ni miedo para organizar una protesta, celebramos que cada uno de los activistas pueda viajar y alojarse como le parezca más oportuno, pero estas mismas personas, arrogándose una autoridad moral que no sabemos de dónde proviene, han decidido asustar, meter miedo, intimidar a los turistas que ejerciendo el mismo derecho a la movilidad que emplean ellos, pretenden tomarse unos días al sol en unas playas del Mediterráneo, tal vez por viajar igual que los propios intimidadores, en aerolíneas, coches, autobuses, trenes o barcos de iguales características.

Me parece que estamos yendo demasiado lejos: no hay que asustar a los que organizan protestas pero tampoco a los que simplemente toman el sol. Nos estamos acostumbrando a jugar con fuego, y podemos terminar quemándonos cuando menos lo pensemos.

 

Siga el canal de Preferente en WhatsApp a través de este enlace. En él encontrará las noticias más relevantes del día del periódico con mayor audiencia turística del mundo. La suscripción, totalmente gratuita, se puede llevar a cabo realizando un solo clic (únicamente desde el teléfono móvil). Una vez registrado podrá activar las notificaciones, que por defecto vienen en silencio.