Los rostros del Turuñuelo regresan a casa

Los rostros de El Turuñuelo —los altorrelieves hallados en Guareña que han deslumbrado al mundo arqueológico— han vuelto a casa. Después de su paso por el Instituto de Patrimonio Cultural de España para su análisis y estudio y por el Museo Arqueológico Nacional, donde han sido expuestos, ya reposan en el lugar al que pertenecen. Esta semana Extremadura ha estrenado la nueva Sala de Protohistoria del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz , tras una transformación profunda que sitúa al museo a la vanguardia de la innovación museológica y la divulgación del patrimonio. Con una museografía ahora más cercana a la experiencia estética que al archivo, el contenido de este espacio expositivo busca conmover y divulgar a partes iguales. La nueva sala, completamente transformada, ofrece una experiencia inmersiva que trasciende el formato tradicional del museo para convertirse en un relato interactivo. Más de 400 piezas —muchas de ellas nunca expuestas— dibujan un mapa de la vida en el suroeste peninsular hace más de dos milenios. Vasijas funerarias de Medellín, joyas procedentes del ámbito fenicio, marfiles, alabastros, vidrios, herramientas de hierro o los enigmáticos rostros del Turuñuelo componen una narrativa que evoca el esplendor de sociedades que durante el primer milenio antes de Cristo ya tejían lazos con el Mediterráneo oriental. Todo ello se acompaña de una nueva infraestructura museológica. Muros que hablan a través de audiovisuales proyectados, suelos que cobran vida con mapas animados, juegos interactivos para escribir en alfabetos paleohispánicos, textos traducidos al inglés mediante códigos QR y accesibilidad sensorial para todos los públicos. El museo se convierte así en una herramienta para el asombro y el descubrimiento, donde cada visitante —experto o curioso— encuentra su propio camino hacia el pasado. La sala se ha transformado en una coreografía de conocimiento para devolver las piezas a su contexto, con todo su simbolismo, convirtiendo estas reliquias del pasado en el testimonio que nos interpela desde la distancia de los siglos. Este nuevo espacio no busca ofrecer respuestas definitivas, sino abrir preguntas. ¿Qué revelan estos objetos sobre el poder, la espiritualidad, el comercio o la identidad de aquellas comunidades? ¿Qué puentes trazan entre nosotros y ellos? Cada pieza expuesta es una pista que apunta a una sociedad compleja, sofisticada y conectada con otras culturas del Mediterráneo. Desde el corazón de la Alcazaba de Badajoz, el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz revitaliza el relato y aviva el misterio en torno a la cultura tartésica. Con esta reapertura, Extremadura recupera una parte esencial de su legado y lo proyecta con fuerza renovada hacia el futuro. Una puerta abierta a la relectura de nuestro pasado desde las claves de la contemporaneidad.

May 9, 2025 - 09:01
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Los rostros del Turuñuelo regresan a casa
Los rostros de El Turuñuelo —los altorrelieves hallados en Guareña que han deslumbrado al mundo arqueológico— han vuelto a casa. Después de su paso por el Instituto de Patrimonio Cultural de España para su análisis y estudio y por el Museo Arqueológico Nacional, donde han sido expuestos, ya reposan en el lugar al que pertenecen. Esta semana Extremadura ha estrenado la nueva Sala de Protohistoria del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz , tras una transformación profunda que sitúa al museo a la vanguardia de la innovación museológica y la divulgación del patrimonio. Con una museografía ahora más cercana a la experiencia estética que al archivo, el contenido de este espacio expositivo busca conmover y divulgar a partes iguales. La nueva sala, completamente transformada, ofrece una experiencia inmersiva que trasciende el formato tradicional del museo para convertirse en un relato interactivo. Más de 400 piezas —muchas de ellas nunca expuestas— dibujan un mapa de la vida en el suroeste peninsular hace más de dos milenios. Vasijas funerarias de Medellín, joyas procedentes del ámbito fenicio, marfiles, alabastros, vidrios, herramientas de hierro o los enigmáticos rostros del Turuñuelo componen una narrativa que evoca el esplendor de sociedades que durante el primer milenio antes de Cristo ya tejían lazos con el Mediterráneo oriental. Todo ello se acompaña de una nueva infraestructura museológica. Muros que hablan a través de audiovisuales proyectados, suelos que cobran vida con mapas animados, juegos interactivos para escribir en alfabetos paleohispánicos, textos traducidos al inglés mediante códigos QR y accesibilidad sensorial para todos los públicos. El museo se convierte así en una herramienta para el asombro y el descubrimiento, donde cada visitante —experto o curioso— encuentra su propio camino hacia el pasado. La sala se ha transformado en una coreografía de conocimiento para devolver las piezas a su contexto, con todo su simbolismo, convirtiendo estas reliquias del pasado en el testimonio que nos interpela desde la distancia de los siglos. Este nuevo espacio no busca ofrecer respuestas definitivas, sino abrir preguntas. ¿Qué revelan estos objetos sobre el poder, la espiritualidad, el comercio o la identidad de aquellas comunidades? ¿Qué puentes trazan entre nosotros y ellos? Cada pieza expuesta es una pista que apunta a una sociedad compleja, sofisticada y conectada con otras culturas del Mediterráneo. Desde el corazón de la Alcazaba de Badajoz, el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz revitaliza el relato y aviva el misterio en torno a la cultura tartésica. Con esta reapertura, Extremadura recupera una parte esencial de su legado y lo proyecta con fuerza renovada hacia el futuro. Una puerta abierta a la relectura de nuestro pasado desde las claves de la contemporaneidad.