Uno nace sabiendo ciertas cosas, y no sabe por qué las sabe. Ni que decir tiene, viene a ser una utopía buscarle sentido a ciertas cuestiones, más cuando uno mismo no manda en ellas. El arte viene a ser una eclosión, ataviada de cierta paranoia, pues ocurre tan pocas veces como justas, con ese misterio de lo irrepetible. Uno sabe que eso es arte, no sólo porque no haya visto antes nada igual, sino porque aquello nos ha abierto los sentidos desconocidos. La primera vez que vi en faena inspirada a Rafael de Paula, no tuve la sensación de ver algo mejor o peor de lo antes vivido, ni siquiera lo contemplé como algo semejante a otras tardes de otros...
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