De emisarios y necrófilos

Sea como fuere, el caso Lovecraft es relevante desde un punto de vista social e histórico, pues se ha metamorfoseado culturalmente, pasando de ser ignorado por el ámbito mainstream —y más esnob— a convertirse en icono pop. Sus textos han sido traducidos a docenas de idiomas, sin olvidar su paso por la adaptación a medios... Leer más La entrada De emisarios y necrófilos aparece primero en Zenda.

May 10, 2025 - 06:03
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De emisarios y necrófilos

No hay razón para leer a Howard Phillips Lovecraft. Se trata de un imitador de temas y del estilo de Edgar Allan Poe. Sus narraciones no tienen la profundidad que emana de otros escritores coetáneos suyos. Éstos son algunos de los argumentos que manifestó Jorge Luis Borges respecto al oriundo de Providence, burlándose de él en más de una ocasión. Y es que, pese al valor considerable que le podamos dar —que es mucho— a la obra de Lovecraft, tanto por su percepción cosmicista como por su vasta contribución a la literatura extraña del siglo XX (entre otras), sí es cierto que varios de sus pasajes han envejecido mal. Quizás la respuesta la tenga el francés Jacques Bergier al determinar que para poder apreciar la literatura de Lovecraft en total magnitud se debe experimentar un intenso sufrimiento.

Sea como fuere, el caso Lovecraft es relevante desde un punto de vista social e histórico, pues se ha metamorfoseado culturalmente, pasando de ser ignorado por el ámbito mainstream —y más esnob— a convertirse en icono pop. Sus textos han sido traducidos a docenas de idiomas, sin olvidar su paso por la adaptación a medios como el cinematográfico, el musical o el de los videojuegos. Las personas reconocen en la calle quién es Cthulhu o Dagón. Cientos de artistas se inspiran en las monstruosidades extraterrenales que germinaron entre las letras del de Providence. Una celebridad post mortem. Tanto que, como ocurrió con J. R. R. Tolkien, su sombra ha sido alargada y son muchos los que han cogido el guante de aquellos elementos que plasmó, dando pie a un problema de renovación artística. Cuántos pastiches lovecraftianos, cuántas invocaciones a Nyarlathotep o Yog-Sothoth. ¿Y el Necronomicón? La explotación de estos elementos ha ido degenerando una narrativa que “parecía” refrescante a lo previo.

"Con Más allá de Lovecraft, Aparicio escribe sobre hojas añejas en pos de una obra propia y personal. De ahí la forma en la que está sistematizada esta colección de cuatro relatos"

Con el devenir de los años, son muchos los autores que han reflexionado sobre este asunto, viendo la necesidad de alejarse sistemáticamente —pero sin obviar el valor intrínseco— de la mitopoeia cruzada que gestó Lovecraft y otros escritores (véase Robert E. Howard, Donald Wandrei, Clark Ashton Smith, Robert Bloch y otros). Así, figuras como Thomas Ligotti, T. E. D. Klein, Matt Cardin o W. H. Pugmire han sabido presentar una obra nueva y paralela a la del oriundo de Providence, pese a las raíces comunes. Y en el caso que hoy nos ocupa, podemos decir algo similar con Álvaro Aparicio y Más allá de Lovecraft (El Transbordador, 2024).

Si en su anterior antología (A propósito de Lovecraft) rendía un tributo al padre del miedo cósmico al explorar los entresijos de algunas de las narraciones más icónicas del de Providence, con esta nueva colección Aparicio se arriesga a dar un salto a la transición. Uno de los puntos fuertes que tiene el escritor uruguayo es su control sobre la narración, al mostrar una pulida habilidad para mantener la tensión y conseguir el efecto preciso que desea sobre el lector. Todo a través de un estilo preciso, con las florituras justas, sin alcanzar la verbosidad excesiva. Sus trucos estilísticos logran lo que quiere, que es embelesar al lector y llevarlo página tras página. Aunque muchas de esas tretas ya son manidas —pues le han funcionado en anteriores obras (véase Códice nocturno)— siguen logrando su propósito.

"Borges, Cortázar, Rulfo son sólo algunas de las influencias literarias que se esconden entre los párrafos, entre la jerga empleada, en el constructo de personajes y aspiraciones"

Con Más allá de Lovecraft, Aparicio escribe sobre hojas añejas en pos de una obra propia y personal. De ahí la forma en la que está sistematizada esta colección de cuatro relatos, pues los dos primeros actúan como proyectores de la sombra del de Providence. Eso sí, las referencias llegan a ser más bien nimias, permitiendo un desarrollo orgánico de una narración tributo. Los personajes lovecraftianos, quienes tienden a actuar como meros espectadores cuasi durmientes de la descripción del escenario que va exponiendo el narrador, son empleados por Aparicio para mostrar una reflexión pareja de insignificancia al antropocentrismo, pero perfila ciertos matices adicionales que llevan el peso de la narración. Desde el primer relato —con referencias para mí al brillante ‘Sudor frío’ (1979) de Harlan Ellison— hasta la última historia (donde el autor explota sus bazas sobre el miedo religioso), Aparicio nos aleja de A propósito de Lovecraft para incidir en su propia cosmovisión narrativa: la Saga Radiata —de la que incluso se está desarrollando un videojuego—.

Personalmente, el relato ‘Más allá del Círculo de Lovecraft’ es un canto de cariño por aquellos autores que forjaron una literatura de pulpa, unas historias de calidad en medio de un contenido publicado de escaso valor, y el verdadero punto de inflexión de lo que se pretende con esta colección, al aflorar los gustos personales y artísticos del autor uruguayo, reflejados con intensidad en la narración última, asentada durante la Revolución Oriental del Río de la Plata. Borges, Cortázar, Rulfo son sólo algunas de las influencias literarias que se esconden entre los párrafos, entre la jerga empleada, en el constructo de personajes y aspiraciones.

Más allá de Lovecraft es un canto a la tinta fresca, a la reivindicación de la literatura extraña, a lo poético dentro de lo mórbido, a la búsqueda de nuevos horizontes sin olvidar a aquellos que nos precedieron. Con esta nueva colección, Aparicio cierra un díptico (quizás futuro tríptico) interesante en su corpus. Un más que disfrutable viaje, con sus reiteraciones y altibajos, por supuesto, como cualquier otra obra; pero es algo que hace más emocionante y gratificante su destino último.

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Autor: Álvaro Aparicio. Título: Más allá de Lovecraft. Editorial: El Transbordador. Venta: Todos tus libros.

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