Para tener los cajones de la cocina ordenados uso la misma "regla de un año" que en el armario de la ropa
A la hora de ordenar cualquier rincón o zona del hogar hay algo que no falla: hay que hacer espacio. El desorden se acumula más y más cuando tenemos muchas cosas, ya sea en los cajones de la cocina o en el baño, en un mueble de oficina o en el armario de la ropa. Y me he dado cuenta de que uso la misma regla cuando toca zafarrancho de orden y limpieza, a la que realmente no había dado un nombre hasta ahora. En el mundo anglosajón la mencionan como the "one-year" rule, y tiene todo el sentido del mundo. Si algo no lo has usado en el último año, lo mejor es que te deshagas de ello. Es la norma no escrita que empecé a aplicar con la ropa y que ya uso también en la cocina, el espacio de casa donde menos espacio tengo y donde más cosas acumulo. Buena paradoja. Obviamente en esta regla no entra todo-todo; lo ideal es aplicarla al típico cajón de trastos y chismes varios que todos tenemos, ya sea consciente o inconscientemente. Llámalo cajón, llámalo armario, caja, estante o cualquier lugar donde colocamos los chismes que no sabemos dónde poner. En la cocina todo el mundo tiene, al menos, uno de estos, y entra de todo: tijeras, hilo de cocina, moldes, cortadores, ralladores, cubiertos raros, prensa ajos, algún exprimidor, cucharas medidoras, etc, etc. ¿Seguro que lo usas todo? En Directo al Paladar Cómo tener la cocina siempre limpia sin echarle horas: los trucos de una experta en orden con cientos de miles de seguidores Haz memoria y piensa en la última vez que usaste todo. Y recuerda también si en esa ocasión fue un uso satisfactorio o condenó al chisme en cuestión a ese cajón por resultar frustrante. Quizá haya cosas rotas o que no funcionen bien, piezas perdidas o incluso artilugios que ni sepas qué son. Si no han cumplido su razón de ser en los últimos 365, toca la jubilación. Son excepciones utensilios muy específicos y de valor que puedas usar en situaciones muy concretas, pero que por algún motivo no surgió la oportunidad en el último año, como algún molde de Navidad o Halloween, por ejemplo. Pero si te falta sitio en la cocina y ya no recuerdas la última vez que usaste el molde de las empanadillas, toca admitir que probablemente no lo vuelvas a usar jamás. Antes de tirar nada intenta buscarle a todos estos chismes una segunda vida, salvo que estén rotos y cochambrosos, claro. Puede que a algún familiar, amigo o vecino le resulte útil, quizá hasta puedas venderlo de segunda mano o donarlo a algún centro de intercambio de objetos. Y tú ganarás espacio libre para mantener mejor el orden. En DAP | Este 'hack' de Ikea ordenará (por fin) los bajos de tu fregadero y cuesta muy poco En DAP | Con esta genial idea puedes reutilizar los rollos de papel higiénico y mantener más ordenada la cocina - La noticia Para tener los cajones de la cocina ordenados uso la misma "regla de un año" que en el armario de la ropa fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Liliana Fuchs .

A la hora de ordenar cualquier rincón o zona del hogar hay algo que no falla: hay que hacer espacio. El desorden se acumula más y más cuando tenemos muchas cosas, ya sea en los cajones de la cocina o en el baño, en un mueble de oficina o en el armario de la ropa. Y me he dado cuenta de que uso la misma regla cuando toca zafarrancho de orden y limpieza, a la que realmente no había dado un nombre hasta ahora.
En el mundo anglosajón la mencionan como the "one-year" rule, y tiene todo el sentido del mundo. Si algo no lo has usado en el último año, lo mejor es que te deshagas de ello. Es la norma no escrita que empecé a aplicar con la ropa y que ya uso también en la cocina, el espacio de casa donde menos espacio tengo y donde más cosas acumulo. Buena paradoja.
Obviamente en esta regla no entra todo-todo; lo ideal es aplicarla al típico cajón de trastos y chismes varios que todos tenemos, ya sea consciente o inconscientemente. Llámalo cajón, llámalo armario, caja, estante o cualquier lugar donde colocamos los chismes que no sabemos dónde poner. En la cocina todo el mundo tiene, al menos, uno de estos, y entra de todo: tijeras, hilo de cocina, moldes, cortadores, ralladores, cubiertos raros, prensa ajos, algún exprimidor, cucharas medidoras, etc, etc. ¿Seguro que lo usas todo?
Haz memoria y piensa en la última vez que usaste todo. Y recuerda también si en esa ocasión fue un uso satisfactorio o condenó al chisme en cuestión a ese cajón por resultar frustrante. Quizá haya cosas rotas o que no funcionen bien, piezas perdidas o incluso artilugios que ni sepas qué son. Si no han cumplido su razón de ser en los últimos 365, toca la jubilación.
Son excepciones utensilios muy específicos y de valor que puedas usar en situaciones muy concretas, pero que por algún motivo no surgió la oportunidad en el último año, como algún molde de Navidad o Halloween, por ejemplo. Pero si te falta sitio en la cocina y ya no recuerdas la última vez que usaste el molde de las empanadillas, toca admitir que probablemente no lo vuelvas a usar jamás.
Antes de tirar nada intenta buscarle a todos estos chismes una segunda vida, salvo que estén rotos y cochambrosos, claro. Puede que a algún familiar, amigo o vecino le resulte útil, quizá hasta puedas venderlo de segunda mano o donarlo a algún centro de intercambio de objetos. Y tú ganarás espacio libre para mantener mejor el orden.
En DAP | Este 'hack' de Ikea ordenará (por fin) los bajos de tu fregadero y cuesta muy poco
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Para tener los cajones de la cocina ordenados uso la misma "regla de un año" que en el armario de la ropa
fue publicada originalmente en
Directo al Paladar
por
Liliana Fuchs
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