#ZNCine – Thunderbolts*, de Jake Schreier

Fieles a nuestra cita con el Universo Cinematográfico Marvel, os traemos nuestra opinión de Thunderbolts*, la última película protagonizada por personajes de la Casa de las Ideas.

May 6, 2025 - 19:45
 0
#ZNCine – Thunderbolts*, de Jake Schreier
poster-loki

Dirección: Jake Schreier.
Guion: Eric Pearson y Joanna Calo.
Música: Son Lux.
Fotografía Andrew Droz Palermo.
Reparto: Florence Pugh, David Harbour, Sebastian Stan, Hannah John-Kamen, Olga Kurylenko, Wyatt Russell, Lewis Pullman, Julia Louis-Dreyfus, Geraldine Viswanathan, Chris Bauer y otros.
Duración: 126 minutos.
Productora: Marvel Studios / Walt Disney Pictures.
Nacionalidad: Estados Unidos.

 
Aviso de Spoilers: Este artículo revela importantes detalles de la trama de Thunderbolts*. Por ejemplo, lo que ocurre con **** cuando **** y después ****. Casi me quedo ***** cuando vi que **** sería capaz de *****. En fin, vosotros me entendéis. ¡Leed bajo vuestra responsabilidad!.

Hablar de los Thunderbolts, es hablar del grupo “superheroico” cuya primera aparición, que data de Marzo de 1997, tuvo lugar en The Incredible Hulk #449 para acto seguido, protagonizar una colección propia escrita por Kurt Busiek y dibujada por Mark Bagley; que arrancó en Abril de 1997 y que tenía lugar dentro del evento editorial Heroes Reborn que dejaba al Universo Marvel sin Vengadores, habiendo sido estos asesinados por Onslaught.

Si bien, en su primera aparición los autores acreditados son Peter David y Mike Deodato Jr., sus auténticos creadores son los citados Kurt Busiek y Mark Bagley puesto fueron quienes realmente idearon el concepto para su aparición sorpresiva en la colección del coloso esmeralda, los que desarrollaron el mismo ya en su colección propia.

Los Thunderbolts, presentados al público como ese grupo de desconocidos superhéroes que ocupaban el espacio libre dejado por los Vengadores; eran en realidad un grupo de supervillanos liderados por el Barón Zemo que aprovechaba la ausencia de los Héroes Más Poderosos de la Tierra para ganarse la confianza de los ciudadanos y de este modo, poder cumplir con sus auténticos planes villanescos con mayor facilidad que bajo el paraguas de Los Señores del Mal, grupo de villanos también liderado en aquel momento por Zemo que, hasta el momento había fracasado en todos sus ataques a la comunidad superheroica marvelita.

Tras esta primera alineación de los Thunderbolts, el grupo ha tenido varias etapas editoriales con distintos miembros, alternando su condición entre héroes, antihéroes o villanos en función de los planes que en cada momento tuvieran para la colección tanto Marvel Comics, como los distintos equipos creativos vinculados a la colección en cada momento.

Para más información al respecto de los cómics protagonizados por los Thunderbolts aconsejo la lectura de esta reseña de mi compañero Jordi T. Pardo, que analiza los primeros números de la etapa inaugural del grupo, así como los muchos artículos y reseñas que a este respecto podéis encontrar en nuestra web acudiendo a los resultados de nuestro buscador.

En lo que se refiere a la película objeto de nuestro análisis, la misma se engloba, como el resto de las pertenecientes al Universo Cinematográfico Marvel, dentro de la continuidad de dicho universo compartido y, por ello, a pesar de que en la misma aparezcan personajes pertenecientes a Marvel, muestra una alineación de los Thunderbolts nueva y creada ex profeso para este universo cinematográfico.

Sin embargo, algunos de sus miembros, como el USAgente, ya han pertenecido a los Thunderbolts en las viñetas.

Entrando ya en el argumento de la película, ésta arranca en el momento actual del MCU en su fase sexta, en la cual tras Vengadores: Endgame y el fallecimiento de Iron Man (y entendemos, que el de Steve Rogers), así como el de la Viuda Negra, la Visión, y el nuevo estatus de otros personajes, no existe un grupo de Vengadores que pueda proteger la tierra de las amenazas que afectan a ésta.

La película está íntimamente unida a los eventos de series como Ojo de Halcón, Falcon y el Soldado de Invierno o películas como Viuda Negra, no solo porque la mayoría de los personajes que aparecen en esta película (con la excepción de Fantasma, a la que conocimos en Ant-Man y La Avispa) hayan aparecido en dichos productos del MCU, sino porque en los mismos, veíamos como eran reclutados por la versión cinematográfica de la Condesa Valentina Allegra de Fontaine (interpretada por Julia Louis-Dreyfus), para propósitos que desconocíamos pero que ya se auguraban como presumiblemente villanescos.

De este modo, ya sabíamos que Allegra había contado con El USAgente (Wyatt Russell) tras la caída en desgracia de éste, prometiéndole la gloria que no pudo alcanzar como Capitán América, al igual que se había valido de Yelena Belova (Florence Pugh) para ganarse su lealtad al engañarla y comunicarle que la muerte de Natasha Romanoff había sido propiciada por Clint Barton.

Sin embargo, y a pesar de que estas líneas harían pensar que es necesario ver todos estos productos para poder entender la película, la realidad es que la misma, como ocurre con muchos cómics, funciona perfectamente por sí misma, sin que realmente sea necesario que sepamos todo esto, o que hayamos visto esas series o películas para poderla entender.

Y es que, también vemos al comienzo de la película como Allegra contrataba los servicios de Fantasma y de la Supervisora, personajes que no habíamos visto interactuar con esta versión oscura de Nick Fury en las películas en las que habían aparecido.

La película arranca con el intento por parte del Congreso de los Estados Unidos de América (del que Bucky forma parte, como supimos en Capitán América: Brave New World) de hacer caer a Allegra por los distintos experimentos ilegales que ésta ha llevado a cabo a través de su empresa privada y en los que sus propios agentes encubiertos a sueldo le han ayudado.

La intención de Allegra es, precisamente, deshacerse de todas las pruebas que existen de sus fechorías, para lo que utiliza a la nueva Viuda Negra y al USAgente, así como a las ya mencionadas Fantasma y Supervisora. Lógicamente, si hay una prueba obvia y viviente de los crímenes de Allegra, ésta es sin duda lo realizado por sus propios agentes encubiertos, y los conocimientos de éstos, por lo que la villana idea un plan para acabar con la vida de todos ellos.

Sin embargo, estos consiguen escapar y deciden tomar represalias contra Allegra, quien los ha utilizado vilmente y ha estado a punto de acabar con su vida. En esta misión trampa, los personajes conocen a Bob Reynolds, un sujeto de un experimento fallido de Allegra para crear su propio supersoldado.

A partir de aquí se desarrolla la trama principal de la película, en la que Bucky como congresista interesado en que Allegra sea juzgada por sus delitos, ayuda al resto de sus agentes encubiertos, mientras que Guardián Rojo, padre adoptivo de Yelena, decide ayudar a ésta a escapar de la trampa de la malvada empresaria.

Sin embargo, no todo será tan fácil. Bob, que tenía que haber muerto en los experimentos a los que fue sometido, se revela como un sujeto que ha conseguido obtener los superpoderes que Allegra quería conseguir en su experimento, y es utilizado por la villana para como El Vigía, su nueva identidad superheroica creada por ella, por un lado, ganarse la confianza del público, y por otro, dado su enorme poder, frenar al grupo accidental formado por Guardián Rojo, el USAgente, Viuda Negra, El Soldado de Invierno y Fantasma que ha decidido vengarse.

En este punto es en el que la película da un giro de ciento ochenta grados en el que vemos que el auténtico enemigo a batir por los Thunderbolts* (así nombrados por un chiste interno perteneciente al pasado de Yelena) no es otro que la depresión. En efecto, el Vacío, mitad oscura de Bob Reynolds no es aquí, como en los cómics, un Vigía malvado y de color negro, sino que encarna los fracasos y miedos de Bob Reynolds, que él es capaz de convocar para aterrorizar a los protagonistas, a los que igualmente acosa con sus propios temores y ansiedades (que dadas sus complicadas vidas, no son pocos).

Esto convierte a Thunderbolts* en una película distinta dentro de aquello a lo que nos tiene acostumbrados el género de películas de superhéroes en general y el MCU en particular, pues en lugar de desplegarse ante nosotros una anodina y esperable pelea final a puñetazos entre el villano y los protagonistas, lo que tenemos es una terapia de grupo superheroica con la que vencer al mayor enemigo de todos: La mala salud mental.

Solo por eso, la película ya gana enteros en opinión de un servidor, devolviendo la ilusión a los espectadores por un MCU que lleva ya seis años sin un rumbo fijo u hoja de ruta que nos haga ver hacia donde va pero que más allá de eso, nos ofrece una película con una apuesta inusual y atrevida para este tipo de productos que aprueba con nota.

Si bien es cierto que todo esta análisis de la salud mental no es tan arriesgada como pudiera parecer por la lectura de esta crítica, puesto que todo ello hay que pasarlo por el filtro del cine mainstream y de Disney, la realidad es que aún así, pocas películas del género se atreven con propuestas de este tipo, lo que siempre es motivo de celebración.

En lo relativo a la dirección, llevada a cabo por Jake Schreier (quien ya ha colaborado con Disney en Skeleton Crew) la misma no es nada del otro jueves, y ni de lejos tan innovadora como la propuesta argumental de la película, pero es del todo correcta, con planos sencillos pero muy cumplidores que logran perfectamente cumplir con la función del guion.

El reparto es otro de los puntos fuertes de esta película. En primer lugar, porque a pesar de que la misma está pensada como cinta coral, en ella el peso de la trama es sostenido casi enteramente por Florence Pugh (Mujercitas), quien tras su genial interpretación en Viuda Negra y Ojo de Halcón, lidera esta película como primera entre iguales dándonos una viuda negra empoderada, traumada y creíble que es lo que siempre debió ser la Natasha Romanoff de Scarlett Johanson pero que, Ike Perlmutter mediante, nunca pudo ser.

Wyatt Russell (Black Mirror, Goon: Last of the Enforcers) como John Walker, el USAgente, retomando su papel en Halcón y el Soldado de Invierno, es otro de los aciertos de la película. Y es que, puede que sea casi imposible empatizar con un personaje fascista que solo busca la gloria propia a través de servir a su país con unas ideas caducas y extremas, pero una vez conocida su historia, y los problemas emocionales que le aquejan es casi inevitable sentir pena por él, interpretado por Russell a la perfección.

David Harbour (Stranger Things, Hellboy) como Guardián Rojo es el alivio cómico de la trama. Y es que, en una película de este tipo, que aunque pasada por el filtro del MCU es bastante más oscura de aquello a lo que este universo compartido nos tiene acostumbrados, se hace necesario tener un personaje que relaje un poco el peso del argumento, siendo Harbour un auténtico acierto de casting como ya pudimos ver en Viuda Negra.

Hannah John-Kamen (Kilijoys, Game of Thrones) retoma su papel como Fantasma, y aunque es quizás el personaje al que menos tiempo y líneas en solitario se le dedican con respecto al resto del elenco, su interpretación es más que correcta, añadiendo un punto más de amargura y responsabilidad por los errores del pasado al argumento de la película.

Por su parte, Lewis Pullman (Top Gun: Maverick, Salem’s Lot) hace una magistral interpretación de Bob Reynolds, consiguiendo que sus traumas y su parte más oscura resulten en esta película mucho más creíbles y definitorios que en los cómics en los que apareció por primera vez, llevados a cabo por Paul Jenkins y Jae Lee y con un importante (pero argumentalmente fallido) desarrollo en los Nuevos Vengadores de Brian Michael Bendis.

Finalmente, qué decir de la ya mencionada Julia Louis-Dreyfus, que aquí tiene muchas más escenas y tiempo para brillar que en sus breves y escasas apariciones anteriores, interpretando aquí a una villana inusual y distinta a lo que hemos visto hasta ahora en este universo, aportando frescura y novedad al mismo tras diecisiete años desde su creación.

Respeto de Sebastian Stan como Bucky no diremos nada que no se sepa ya: Hace años que hizo suyo al personaje y esperamos que tengamos Soldado de Invierno para rato.

En lo relativo al apartado visual (llevado a cabo por Andrew Droz Palermo), estamos ante una película que también innova en este aspecto, y es que, Thunderbolts* tiene una fotografía bastante apagada durante la mayor parte de la película, lo que ayuda sin duda a empatizar con la situación de desasosiego y depresión que viven la mayoría de los personajes protagonistas.

Finalmente, y en cuanto a la banda sonora, Son Lux, alter ego del compositor Ryan Lott, no nos deja ningún tema o pieza memorable, algo que más que ser un defecto imputable a él es más bien una constante en el MCU que en muy pocas ocasiones (Guardianes de la Galaxia o Los Vengadores) ha apostado por una banda sonora todopoderosa que se quede grabada en el recuerdo.

Llegaría ya el momento de cerrar estas líneas y por tanto nuestra crítica, pero se que muchos queréis saber que significa el * al final del título de la película o cuál es nuestra opinión al respecto. Dado el misterio que ha rodeado a este concreto aspecto de la película, vuelvo a poner el aviso de spoiler por si todavía hay alguien que a pesar de haber leído algunos detalles de la trama, quiere guardarse éste para el visionado de la película (lo cual aconsejo encarecidamente).

Aviso de Spoilers: ¡Ojo! Vamos a desvelar que significa el *. ¡Aún estáis a tiempo de dejar de leer!.

Los Thunderbolts son ahora, los Nuevos Vengadores. Como la propia escena postcreditos nos deja claro, estos no son los Vengadores de nuestros padres, o al menos, de nuestros hermanos mayores. Son los únicos que teníamos disponibles tras la muerte y/o abandono de sus miembros anteriores. Y esto, que no gustará a todo el público (ni como vemos, tampoco a Sam Wilson), es utilizado magistralmente por la película, que ya refleja ese descontento en los créditos finales que muestran la opinión de los ciudadanos estadounidenses ante este anuncio accidental y sorpresivo que, si algo demuestra, es lo cínicos e interesados que todos los humanos podemos ser cuando se nos da esa gloria que siempre hemos sentido que merecíamos y que nunca obteníamos.

En resumen, Thunderbolts* es una película que sorprende por su propuesta y desarrollo, convirtiéndose en una cinta atípica dentro del MCU, que devuelve algo de esperanza a este manido monstruo cinematográfico y que a quien esto escribe, desde luego ha sorprendido muy positivamente.