Una travesía épica entre corsarios, hechizos y antiguas maldiciones

Durante años, Laura Díaz ha cautivado a sus seguidores con su amor por la literatura fantástica, pero con Hacia mareas malditas ha dado un paso más allá. Esta novela no solo cumple con las expectativas, sino que las supera con creces. Desde la primera página, la historia atrapa al lector y lo embarca en un viaje por mares turbulentos, repleto de magia, secretos y personajes inolvidables.

Uno de los mayores aciertos de esta obra es su estilo narrativo: ágil, inmersivo y detallado sin caer en excesos. Laura consigue un equilibrio perfecto entre descripciones envolventes y un ritmo narrativo impecable, sin momentos vacíos ni escenas superfluas. Cada giro argumental sorprende, manteniendo la emoción en todo momento.

¿Qué te espera en esta aventura?

Piratas carismáticos y temerarios, con pasados marcados por cicatrices y secretos; dragones y magia en un universo donde lo sobrenatural es parte de la vida cotidiana; acción trepidante con duelos, combates navales y batallas espectaculares; maldiciones ancestrales que persiguen a los personajes y marcan su destino; romance sutil pero intenso que añade profundidad sin saturar la historia.

Los personajes son otro punto fuerte de la novela. No solo los protagonistas destacan, sino que cada personaje secundario tiene su momento para brillar, con arcos de desarrollo sólidos y bien trabajados. Es fácil encariñarse con algunos, admirar a otros y, en ciertos casos, desear lanzarlos por la borda.

Pero Hacia mareas malditas va más allá de una simple historia de piratas y magia. Temas como la lealtad, la venganza, el sacrificio y el destino están tejidos en la trama, añadiendo una profundidad emocional que la hace aún más impactante. Con esta obra, Laura Díaz demuestra que su pasión por la fantasía no se limita a la lectura, sino que brilla también en la escritura. Su pluma crea imágenes vívidas y momentos inolvidables, transportando al lector a un mundo tan peligroso como fascinante.

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—¿Cuándo y cómo nació tu pasión por la literatura fantástica?

—Desde niña, mi padre fue el gran impulsor de mi amor por la lectura. Nuestro ritual era ir todos los sábados por la mañana a la biblioteca, de donde volvía cargada con montones de libros. No tardé en encontrar mi hogar en la fantasía, ya que a mi padre también le encantaba. Comencé con la mitología y me enamoré tanto del género que esa pasión solo pudo ir en aumento.

—Antes de escribir Hacia mareas malditas, ¿ya habías explorado la escritura de ficción o este es tu primer gran proyecto?

—Escribí otro libro antes, pero lo considero algo más íntimo. Aunque tenía elementos fantásticos, fue más un ejercicio de exploración personal antes de lanzarme de lleno a una historia de aventuras épica.

—¿Cómo surgió la idea de esta historia? ¿Hubo algún momento de inspiración clave?

—Todo nació de un sueño, uno en el que un pirata, el más famoso y despiadado de los mares, era llamado por un rey para una tarea imposible. Afinando un poco ese sueño, nació esta historia.

—Los piratas, la magia y las maldiciones son elementos centrales en el libro. ¿Qué te atrajo de estos temas?

—Vivo junto al mar, y realmente es lo que me da la vida. Encuentro paz observando las olas, así que sentí la necesidad de crear una historia que reflejara mi talasofilia. Además, noté que la fantasía de piratas estaba bastante desaprovechada en la literatura actual, lo que me motivó aún más a adentrarme en este subgénero. Y, por supuesto, no puedo negar que Piratas del Caribe fue una gran inspiración. Para darle un giro más épico, añadí criaturas míticas como el kraken, faunos y leviatanes, nutriéndome de la mitología clásica para construir un mundo redondo y atrayente.

—¿Cómo fue el proceso de escribir y publicar este libro? ¿Cuáles fueron los mayores retos?

—El mayor reto fue parar. Me sumergí tanto en el mundo que creé que, si pudiera, viviría en él. Subirme a bordo de un barco pirata requirió investigación, ya que mis conocimientos sobre navegación eran bastante limitados. Pero una vez establecida la ambientación, todo fluyó de manera natural. En cuanto a la publicación, los nervios jugaron un papel importante. Soy de esas personas que somatizan cualquier situación fuera de su rutina, y la presión social me abruma en muchas ocasiones. Aun así, el proceso, aunque intenso, tuvo un desenlace muy positivo.

—¿Cómo fue la construcción del mundo en el que se desarrolla la historia? ¿Te inspiraste en alguna mitología o cultura en particular?

—El mundo es una mezcla de todo lo que me gustaría experimentar si pudiera vivir en una historia de fantasía. Hay influencias de la mitología celta en ciertos personajes y criaturas, y toques de la mitología nórdica, pero mi intención siempre fue crear algo propio, un universo con su propia esencia.

—Se habla de que la historia tiene giros inesperados. ¿Hubo alguno que incluso a ti te sorprendiera mientras escribías?

—Sí, de hecho, en muchos momentos sentí que yo solo era la narradora y que mis personajes tenían vida propia. Más allá del final, que siempre tuve claro, el resto de la historia fue fluyendo con ellos. Me decían quiénes eran y qué debía ocurrir, y yo simplemente los seguía. Fue una experiencia increíble.

—El romance en el libro está presente, pero sin ser el foco principal. ¿Cómo decidiste equilibrarlo con la acción y la aventura?

—Los personajes tomaron las riendas. Mi intención inicial era incluir menos romance, pero la tensión entre ellos se volvió tan inevitable que simplemente los dejé seguir su curso natural. Sin embargo, Hacia mareas malditas es, ante todo, un libro de aventuras y fantasía. El romance está ahí, pero siempre como un aderezo para darle un poco más de sabor.

—La maldición que afecta a los personajes, ¿tiene alguna metáfora o simbolismo especial?

—Por supuesto. Todo en el libro tiene un significado. En este caso, la inmortalidad, que para muchos podría ser un don o un regalo, también puede convertirse en una carga o una maldición. Jugué con esa y otras dualidades para que el lector pudiera ver cómo diferentes personajes perciben su destino.

—¿Qué autores o historias han influenciado más tu estilo narrativo?

—Brandon Sanderson y Jay Kristoff han sido una gran inspiración para mí. En el panorama nacional, sigo de cerca a Pedro Urvi y Laura Gallego, ya que no hay historia suya que no ame.

—¿Qué papel juegan las redes sociales en tu carrera como escritora?

—Un papel fundamental. Sin mis seguidores, el libro no habría tenido el impacto que ha tenido. Durante años han confiado en mis recomendaciones literarias, y cuando lancé mi propia historia, muchos se animaron a leerla por esa confianza. Todo lo que he logrado es gracias a ellos.

—¿Tienes algún ritual o hábito especial al momento de escribir?

—No tengo un ritual concreto, pero necesito dos cosas: tiempo y silencio. Una vez que logro concentrarme, entro en mi burbuja y pueden pasar horas sin que me dé cuenta.

—¿Cómo ha sido la recepción del libro entre los lectores? ¿Alguna reacción te ha sorprendido?

—Sí, sin duda. No sabía lo que se sentía al ser escritora hasta que empecé a ver a los lectores teorizando sobre la historia, sacando conclusiones inesperadas o encariñándose con los personajes. Me ha emocionado ver cómo tanto jóvenes como adultos se han sentido parte de este mundo. Incluso me han comparado con grandes autores, algo que me llena de orgullo.

—¿Qué aspectos de tu personalidad crees que se reflejan en tus historias y personajes?

—Hay un personaje en concreto que creo que es el que más tiene de mí en este libro, pero es inevitable que algo de mí se cuele en cada escena, conversación o decisión. Quienes me conocen bien pueden reconocerme en muchas partes de la historia.

—¿Qué consejo le darías a alguien que quiere escribir su primera novela de fantasía?

—Que le dedique horas. Muchas. Que escriba cada momento libre que tenga y que no se rinda. Nadie dijo que fuera fácil, pero tampoco es imposible. La clave es la constancia y la perseverancia.

—Vamos a soñar. Si Hacia mareas malditas se adaptara al cine o a una serie, ¿cómo te gustaría que fuera representado visualmente? ¿Cómo te lo imaginas?

—Si tuviera un estilo similar a Piratas del Caribe, sería inmensamente feliz. Pero, sin duda, los efectos especiales jugarían un papel clave para plasmar las criaturas y la magia, así que lo imagino como algo visualmente impresionante.

—¿Tienes planes para una secuela o explorar más este universo en futuras historias?

—Me encantaría trabajar en una precuela sobre uno de los personajes, porque los lectores la piden mucho. Tiene una historia macabra, triste y fascinante que merece ser contada. Así que nunca se sabe…

—¿Qué esperas que los lectores sientan o se lleven después de terminar la novela?

—Creo que todo escritor busca lo mismo: que su historia deje huella. Que cuando cierren el libro sientan ese vacío, esa nostalgia por el mundo, los personajes y las aventuras. Y que, al final, se queden con ganas de más.

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