Un soltero se levanta ante las ofensas de su cita en ‘First Dates’ y se va: «Ni a 500 metros de mí, aquí te quedas»

Una presentación con nervios y sinceridad

Luis hizo su aparición en First Dates este jueves, presentándose como una persona extrovertida y conversadora. “Soy una persona extrovertida, que me gusta mucho hablar. Pero reconozco que, cuando no estoy cómodo, puedo decir cosas y cagarla”, expresó sin rodeos ante las cámaras.

Durante su llegada al restaurante, confundió a Matías Roure con Carlos Sobera, lo que generó un momento incómodo que trató de justificar con humor: “Es que estoy muy nervioso”, comentó. Más adelante, compartió un detalle importante sobre su vida afectiva: “He tenido novias, pero me di cuenta a los 20 años que me gustaban los chicos”, le contó al presentador.

Un modelo con mucha seguridad

Su cita fue Marco, un modelo originario de Toledo que no tardó en explicar lo exigente que puede ser su profesión. “Ser modelo es súper complicado. Tenemos días malísimos en los que tienes que salir con una sonrisa en el trabajo”, explicó. Y, con total confianza en sí mismo, añadió: “Me veo al espejo y me veo guapo”.

Sin embargo, Luis no sintió conexión alguna con él desde el primer momento. “Me he quedado un poco en shock. No me pone ni su pelo ni su forma de vestir, es muy delgado”, confesó con sinceridad. Desde el principio, la falta de química entre ambos era evidente.

Silencios incómodos y una cena sin conexión

La tensión entre los dos se palpaba en el ambiente. Apenas hubo conversación entre ellos y ambos evitaban el contacto visual, mirando alrededor en lugar de intentar conocerse. Por separado, cada uno admitió que prefería marcharse antes que continuar con la cita.

No obstante, cuando Carlos Sobera fue a buscarles a la barra, aceptaron sentarse a la mesa para compartir la cena. El encuentro fue breve: solo coincidieron en una cosa, en que querían irse del programa lo más rápido posible. Cenaron con rapidez y pidieron la cuenta sin más.

Un cierre poco amigable

Al llegar el momento de la decisión final, Marco no dudó en ser tajante: “No tendría segunda cita ni una ni ninguna porque no querría a Luis ni a 500 metros de mí. Me ha parecido la peor cita de mi vida, no he visto a persona más ofensiva en tan poco tiempo”.

Luis se defendió con firmeza: “No he sido ofensivo en ningún momento y que te he seguido el rollo cuando me ha interesado”, dejando claro que tampoco tenía intención de volver a quedar. El encuentro concluyó con Marco levantándose abruptamente y diciendo: “Estoy deseando levantarme e irme a mi casa. Aquí te quedas”, para luego marcharse a toda velocidad, dejando solo a Luis en la mesa.