Un nutricionista se queda sin palabras al comprar agua en Mercadona: “La gente se piensa que…”
Cuando la compra del día se vuelve viral. En un mundo hiperconectado, donde las redes sociales marcan el ritmo de nuestras conversaciones, pocos contenidos enganchan tanto como las buenas —y malas— experiencias en supermercados. Desde sorpresas en la caja hasta productos insólitos en los estantes, lo cotidiano se convierte en espectáculo. La gente quiere saber ... Leer más

Cuando la compra del día se vuelve viral.
En un mundo hiperconectado, donde las redes sociales marcan el ritmo de nuestras conversaciones, pocos contenidos enganchan tanto como las buenas —y malas— experiencias en supermercados. Desde sorpresas en la caja hasta productos insólitos en los estantes, lo cotidiano se convierte en espectáculo. La gente quiere saber qué merece la pena comprar, qué evitar, y sobre todo, qué se esconde en los productos que parecen inofensivos. TikTok, Instagram o YouTube son ahora nuevos pasillos donde se desmenuza lo que antes pasaba desapercibido.
Esto se acentúa en un entorno como el de los supermercados actuales, donde hay tal sobreabundancia de opciones que hacer la compra se asemeja más a una yincana que a una rutina. Tal es la cantidad de ofertas de producto —en lo relativo a la cantidad, no a la disminución del precio— en la actualidad que acudir al supermercado puede compararse con una yincana por lo complicado que supone ir a la estantería y agarrar el brik de zumo sin antes fijarse en otros diez alimentos diferentes. Algunos lo llaman marketing. Esta circunstancia hace que numerosos artículos que se encuentran en las narices del cliente pasen diariamente desapercibidos. Y hay creadores de contenido que saben aprovecharlo.
Uno de ellos es Nutri Rixi, un tiktoker que ha convertido la observación minuciosa de etiquetas en un fenómeno viral. Con más de 71.000 seguidores, ha conseguido transformar algo tan mundano como un brik de agua de coco de Mercadona en objeto de análisis público. “¡Bandolero! ¿Tú no serás de esas personas que compra el agüilla esta de coco de Mercadona?”, interroga al que su vídeo visiona, tranquilizándole en caso de que así sea: “Porque si es así déjame decirte que no está nada mal”.
La ciencia detrás del brik.
Con un tono desenfadado, Nutri Rixi combina humor y divulgación para hacer más digerible la lectura nutricional. No existe gran misterio en lo que hace. Mirar los ingredientes de aquello que se compra es una sana y poco practicada costumbre. “Como vemos aquí, esto es puramente agua, que esto está bastante bien; apenas nos aportan calorías, solamente tres gramitos de azúcar, cinco de hidratos de carbono. Como podemos ver es muy rico en potasio”, detalla, enfocando los datos que prueban sus exposiciones.
Pero no se queda en la superficie. Su análisis va más allá del “esto es sano” o “esto engorda”. Apunta directamente a cómo y cuándo consumir ciertos productos. “Lo mejor es que la gente se piensa que esto es bueno para entrenar, cuando, hombre, sí, mejor que agua es, pero realmente como bebida intraentreno es muy pobre en hidratos de carbono”, reconoce, descifrando después una coyuntura en la que sí es muy útil: “Para lo que sí que es interesante realmente es para cuando tienes diarrea porque te deshidratas muchísimo y pierdes mucho potasio; y esto, como está petado de potasio, pues…”.
@nutri.rixi.25 Agua de coco del Mercadona #aguadecoco #mercadona ♬ sonido original – NutriRixi
Y es en ese punto donde cambia el foco del fitness a la salud general. Sin caer en tecnicismos, el creador se permite comparar con soluciones más tradicionales. “Esto realmente es mucho más interesante que el Aquarius que recomiendan los médicos para la diarrea porque esto sí que te hidrata y está petado de potasio, pero para entrenar, pues hombre, se queda bastante corto porque le falta sodio, más hidratos de carbono y más azúcar”, reúne todo lo expuesto anteriormente y, tras colocarse unas gafas de sol y agarrar el carrito de la compra, se despide de sus “bandoleros”.
La revolución del carrito con filtro.
Este tipo de contenido funciona porque simplifica la vida del consumidor moderno, que no siempre tiene tiempo —ni ganas— de descifrar etiquetas. El estilo directo, casi teatral, de Nutri Rixi engancha por su autenticidad y por la sensación de que, al fin, alguien traduce el supermercado al idioma de la calle. Los “bandoleros” que lo siguen no solo se ríen: también aprenden.
Además, se pone en evidencia algo que pocas veces se dice: lo que compramos habla de nosotros, de nuestras necesidades, nuestros hábitos y hasta nuestros miedos. ¿Queremos energía? ¿Queremos salud? ¿Queremos simplemente pasar por la caja lo antes posible? El contenido que desvela lo que hay en un simple brik responde a esas preguntas con honestidad.
Y es ahí donde está el poder de estos creadores. No solo muestran productos: muestran cómo mirar. En una era en la que todo compite por nuestra atención, quizá lo más valioso no sea lo que se vende, sino quién nos ayuda a entenderlo.