Tortos de maíz asturianos con picadillo y huevo frito
Aprende a preparar tortos de maíz asturianos con chorizo y huevo paso a paso, con trucos caseros y sugerencias para acompañarlos. La entrada Tortos de maíz asturianos con picadillo y huevo frito es un contenido original de PequeRecetas

Los tortos de maíz son uno de esos platos que, si has estado en Asturias alguna vez, seguro que has probado. Son simples, pero tienen algo que engancha. Se hacen con harina de maíz y se fríen hasta que quedan crujientitos por fuera y tiernos por dentro. Vamos, que no tienen ningún misterio… o eso parece.
Nosotros solemos prepararlos con picadillo de chorizo y huevo frito, que es lo más típico, aunque también los he comido con cabrales o hasta con un poco de compango que sobró del pote. Lo bueno de esta receta es que admite casi cualquier cosa encima. Eso sí, el chorizo asturiano le da un punto que… en fin, ya verás.
Así que si te apetece algo con sabor a casa de pueblo, con ingredientes de los de toda la vida y sin muchas historias, sigue leyendo. Te cuento cómo hacemos la masa, cómo freírlos para que no se deshagan, y qué detalles tienes que cuidar para que te queden perfectos
Receta de tortos de maíz asturianos
Ingredientes
- 230 g de harina de maíz precocida (aproximadamente 1 taza y ¾)
- 50 g de harina de trigo (⅓ taza aprox.)
- 200 ml de agua (algo menos de 1 taza)
- ½ cucharadita de postre de sal
- Abundante aceite de oliva, girasol o semillas para freír
- 4 huevos
- Un poco de sal para los huevos
- 3 chorizos frescos asturianos
Cómo hacer tortos de maíz con picadillo y huevo frito
-
Mezclamos en un bol la harina de maíz, la de trigo y la sal. Lo removemos un poco con la mano o una cuchara para que quede bien repartido.
-
Añadimos el agua poco a poco, sin echarla toda de golpe. Vamos mezclando con la mano hasta que se forme una masa compacta pero algo quebradiza. No tiene que ser elástica como una masa de pan, sino tipo plastilina firme, sin que se deshaga.
-
Amasamos durante un par de minutos dentro del bol, solo lo justo para unir bien los ingredientes y compactar la bola.
-
Tapamos el bol con un paño limpio o con film transparente y dejamos reposar la masa una hora a temperatura ambiente. Este reposo es importante para que la masa se asiente y sea más fácil de trabajar después.
-
Pasado el tiempo de reposo, calentamos una buena cantidad de aceite en una sartén profunda. Tiene que estar bien caliente pero sin humear, unos 170–180 °C si tenemos termómetro. Mientras se calienta, formamos los tortos.
-
Cogemos porciones de masa del tamaño de una nuez grande y les damos forma de bola. Las colocamos entre dos papeles de horno o film y las aplastamos con un rodillo hasta que queden con 4-5 mm de grosor. No pasa nada si los bordes no quedan perfectos, es parte del encanto.
-
Freímos los tortos de uno en uno o de dos en dos, según el tamaño de la sartén y el tamaño que hayamos hecho el torto. Cuando los echamos al aceite caliente, verás que empiezan a burbujear por los bordes y, al poco, empiezan a hincharse como una pequeña burbuja. Eso es justo lo que queremos: que queden huecos por dentro y crujientes por fuera. En el momento en que se hayan inflado bien y empiecen a dorarse por abajo, les damos la vuelta con cuidado para que se frían por el otro lado.
-
Cuando estén crujientes por los dos lados, los sacamos y los dejamos escurrir sobre papel de cocina.
-
En la misma sartén, o en otra si preferimos, freímos los huevos con una pizca de sal. A nosotros nos gustan con puntilla y yema líquida, pero eso ya va en gustos.
-
Cortamos los chorizos frescos longitudinalmente con un cuchillo y les retiramos la tripa, que es la piel que los recubre. Con las manos o con ayuda de un tenedor, desmigamos bien la carne para que quede suelta y no en trozos grandes. Ponemos una sartén al fuego, sin añadir aceite (el chorizo ya tiene grasa suficiente), y cocinamos el picadillo a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que quede bien hecho y ligeramente dorado. Reservamos.
-
Montamos cada torto con una cucharada generosa de chorizo por encima y los acompañamos con huevo frito.
Consejos para que te salgan unos tortos de maíz de categoría
Aunque la receta es bastante sencilla, hay unos cuantos trucos que marcan la diferencia. Aquí te dejamos los que solemos tener en cuenta cada vez que los hacemos:
- Elige bien la harina de maíz: No sirve la polenta ni la maicena. Tiene que ser harina de maíz amarilla precocida o de molienda fina (como la que se usa para arepas o tortas). En tiendas asturianas o especializadas es fácil encontrarla.
- La temperatura del aceite importa: Si está muy frío, los tortos absorberán demasiado aceite y quedarán pesados. Si está demasiado caliente, se dorarán por fuera antes de que se cocinen bien por dentro. Lo ideal es un fuego medio-alto: que burbujeen al entrar, pero sin arrebatarse.
- No los aplastes demasiado: Aunque los quieras finos, si los dejas como una oblea, se pueden romper al freírlos. Intenta mantener un grosor uniforme de medio centímetro para que queden crujientes y a la vez manejables.
- No temas a los bordes irregulares: Los tortos no tienen por qué quedar perfectamente redondos. De hecho, cuando tienen formas irregulares se ven más auténticos, como los de casa de la abuela.
- Si te sobran, reaprovéchalos: Los tortos aguantan bien unas horas, incluso puedes recalentarlos al horno o en sartén. Eso sí, mejor no guardarlos con el huevo encima. Puedes congelar la masa cruda también
Cómo acompañar los tortos de maíz asturianos
Aunque la combinación de tortos con huevo y picadillo de chorizo es un clásico, hay muchas otras formas de disfrutarlos según lo que tengas a mano o el tipo de comida que estés preparando. Aquí van algunas ideas que funcionan muy bien:
- Con queso cabrales o queso azul suave: Si te gustan los sabores potentes, un poco de cabrales fundido encima es una locura. También puedes usar queso azul más suave, incluso tipo gorgonzola, para un contraste más equilibrado.
- Con picadillo de morcilla o carne: Si no tienes chorizo, puedes usar morcilla desmigada o incluso carne picada salteada con un poco de ajo y pimentón.
- Con huevos revueltos o pochados: En lugar del huevo frito, puedes poner unos huevos revueltos jugosos o incluso uno pochado si te apetece algo más ligero (o menos pringoso).
- Con cebolla caramelizada y pimientos asados: Para una versión más suave y vegetal, combina los tortos con pimientos asados y un poco de cebolla caramelizada encima. Quedan geniales como tapa.
- Con lacón cocido y pimentón: Muy típico en algunas zonas. Basta con desmenuzar el lacón cocido, calentarlo y espolvorear con pimentón dulce o picante y un chorrito de aceite.
- Con un toque dulce: Aunque no es lo más tradicional, hay quien los sirve con miel o compota de manzana para un contraste dulce-salado. Si haces los tortos más pequeños, pueden servir hasta de base para un aperitivo original.
Y por supuesto, nada mejor que un culín de sidra asturiana para acompañar el conjunto. Pero si no tienes, un vino tinto suave o incluso una cerveza artesanal también le van estupendamente.
Con esta receta de tortos de maíz lo tienes todo: tradición, sabor y ese punto casero que nos transporta directamente a una mesa en Asturias. No hace falta complicarse la vida para disfrutar de un plato potente y auténtico. Solo necesitas buena harina, un chorizo con carácter y unas ganas tremendas de mojar pan en la yema.
Si los tortos de maíz te han abierto el apetito por la cocina asturiana, prepárate, porque esto es solo el principio. Asturias tiene un repertorio que no se queda corto: desde un buen chorizo a la sidra hasta una fabada asturiana con su compango bien potente, pasando por el mítico cachopo que nunca decepciona. Y para rematar, un arroz con leche asturiano cremoso y con esa capa crujiente caramelizada, como mandan los cánones. Así que ya sabes, si empiezas con los tortos… difícil será que puedas parar:
La entrada Tortos de maíz asturianos con picadillo y huevo frito es un contenido original de PequeRecetas