Romina y Albano detienen ‘El Hormiguero’ y paran los pies a Motos por su encerrona: «No te vamos a contar todo»

Al Bano y Romina Power: más allá del mito. Durante décadas, Al Bano y Romina Power han sido mucho más que un dúo musical: son un emblema de la música italiana, una pareja icónica cuya historia ha traspasado fronteras. Su imagen de amor eterno, inmortalizada en éxitos como Felicità o Ci sarà, ha fascinado a ... Leer más

Apr 9, 2025 - 14:35
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Romina y Albano detienen ‘El Hormiguero’ y paran los pies a Motos por su encerrona: «No te vamos a contar todo»

Al Bano y Romina Power: más allá del mito.

Durante décadas, Al Bano y Romina Power han sido mucho más que un dúo musical: son un emblema de la música italiana, una pareja icónica cuya historia ha traspasado fronteras. Su imagen de amor eterno, inmortalizada en éxitos como Felicità o Ci sarà, ha fascinado a generaciones. Sin embargo, tras el brillo del escenario, hay una vida marcada por tragedias, separaciones y silencios que prefieren no explorar ante los focos.

Aunque han concedido miles de entrevistas a lo largo de su carrera, hay temas que ambos evitan cuidadosamente. Los años han convertido sus vivencias en una especie de legado íntimo que solo comparten con cuentagotas. Uno de esos temas es la desaparición de su hija Ylenia, un hecho que cambió por completo el rumbo de su historia personal y profesional.

Hoy, han vuelto a compartir plató, esta vez en El Hormiguero, donde Pablo Motos les recibió con entusiasmo. Fue su primera vez en el programa, y la ocasión sirvió para hablar tanto de sus nuevos conciertos en España como para recordar sus grandes éxitos como pareja artística. El reencuentro, cálido y cómplice, evidencia que han dejado atrás años de distanciamiento.

La gira, la vida y el vino.

Al Bano, que cumplirá 82 años el próximo 20 de mayo, no da señales de detenerse. Vive rodeado de naturaleza en una finca que parece sacada de una novela bucólica: viñedos, un lago con seis islas —una por cada hijo—, y un estudio de grabación que sigue activo. Lejos de retirarse, prepara una gira ambiciosa junto a Romina, con una parada muy esperada el 24 de mayo en el Movistar Arena de Madrid.

Sobre el escenario, aún conserva la energía que lo convirtió en ídolo. También el humor que le permite bromear sobre su imagen de sex symbol: «No sé si me considero sexy… cuando surgió el gran Al Bano corrían a buscarme. Y no te voy a mentir… Eso me daba risa», confesaba recientemente. La humildad del hijo de campesino que nunca olvidó de dónde viene sigue intacta.

Durante la entrevista en El Hormiguero, Motos quiso adentrarse en el corazón de sus espectáculos. «¿Cuando cantáis la canción de ‘Felicidad’, al principio o al final?», preguntó curioso. «Al final», respondió Al Bano, entre risas. Y cuando insistió en saber más, Romina fue clara: «¡Pero no te vamos a contar todo ahora, si no ¿qué sorpresa hay?!» Esa chispa entre ambos sigue conquistando.

Hijos, pérdidas y nuevos comienzos.

Detrás del brillo, también hay heridas difíciles de cerrar. La desaparición de Ylenia en 1993 dejó una huella imborrable en la familia. Fue el principio del fin de su relación. Mientras Al Bano se volcó en reconstruir la vida de su hija paso a paso en Nueva Orleans, Romina nunca aceptó su pérdida. Esa diferencia irreconciliable acabó por separarlos.

 

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Yari, Cristèl y Romina Carrisi siguieron caminos propios, siempre bajo la sombra de unos padres inmensamente conocidos. La más joven, Romina Jr., protagonizó titulares por sus problemas con las drogas y su paso por Supervivientes Italia. Al Bano también tuvo dos hijos más con su expareja Loredana Lecciso, Jasmine y Albano Giovanni, ambos jóvenes con inquietudes artísticas.

El cantante disfruta hoy de sus cuatro nietos, con quienes pasa gran parte de la semana. «Me encanta pasar el tiempo con ellos. De siete días les dedico cuatro», contaba con ternura. Pero no impone la música como herencia obligada: «Vamos a ver si les gusta la música», decía, dejando claro que prefiere que cada quien elija su destino.

La noche que lo cambió todo.

La última vez que alguien vio a Ylenia Carrisi fue el 31 de diciembre de 1993. Al Bano reconstruyó su itinerario paso a paso en Nueva Orleans. «Reconstruí su última noche hora por hora… Ylenia le dijo: ‘Yo pertenezco a las aguas’, y se zambulló en el río… Y el Mississippi no perdona», relató años después. Una historia que aún estremece.

Romina, sin embargo, nunca aceptó esa versión. La distancia emocional entre ambos creció hasta hacerse insoportable. En 1999, ella simplemente ya no estaba cuando él volvió a casa. No fue hasta 2012 que firmaron el divorcio, luego de casi dos décadas de desencuentros. Entre acusaciones mutuas y un sinfín de titulares, parecían imposibles de reconciliar.

Pero lo hicieron. En 2013, enterraron el rencor aunque no las diferencias. No llegaron nunca a un acuerdo sobre lo que ocurrió realmente con Ylenia, pero aprendieron a convivir con esa discrepancia. Hoy cantan juntos de nuevo, con la mirada puesta en el presente. Quizás porque la música, a veces, sana más que las palabras.