La luz de Zulueta brilla en la oscuridad de Sevilla

El Gobierno decretó el nivel 3 de emergencia de protección civil para Andalucía, el Ayuntamiento de Sevilla fijó el nivel 1 del plan de emergencias municipal y la empresa Pagés ordenó el inicio de la novillada que recuperaba este ciclo continuado de manera completa y enfrentaba mano a mano a dos novilleros que más pronto que tarde se doctorarán con honores; uno de manera inminente en Nimes ( Marco Pérez ) y el otro ( Javier Zulueta ) durante la próxima Feria de San Miguel. Muchos no nos creerán, pero en la Maestranza, con el país paralizado ante el mayor caos que se recuerda en los últimos, hubo toros. Pan y circo . A las seis de la tarde abrieron las puertas de la Maestranza sin que los aficionados, ni los ciudadanos en general, supieran verdaderamente qué había pasado en España. Salió Pedro Sánchez y aún surgieron más dudas. José Manuel Tristán , maestro de la Banda Tejera, sudaba inquieto en la calle Adriano a las seis y cuarto: «Ahora mismo me falta más de la mitad de los músicos ». Y a los tendidos le faltaban prácticamente todos los que después llegarían, que por eso anunció la defectuosa megafonía de la Maestranza, que algún día habrá que renovar, una prórroga de veinte minutos; finalmente convertidos en veinticinco. Sin soportes digitales que nos descubrieran previamente cómo era la novillada que había apartado Alejandro Talavante para Sevilla, la descubrimos toro a toro conforme asomaron por la puerta de chiqueros. Tan bonita como mosqueante, por lo que indirectamente nos querían decir: la empresa sí sabe encontrar utreros con categoría. ¿Seguirán siendo así a partir de mayo? Fue el mejor regalo de despedida para dos novilleros que no defraudaron a quienes venían expresamente a verlos –más de media plaza un lunes no festivo y con media ciudad apagada–. Lleno de pundonor, arreado y algo acelerado regresó a la Maestranza Marco Pére z, aquel « Niño Torero de Juan de Mesa » que ya toma cuerpo y actitud de hombre; a su lado, un Javier Zulueta más maduro y comprometido que le ganó la partida por el palo del temple. Por muchos fallos que se tengan, cuando se torea despacio… Fue su inicio al segundo de Talavante, una hermosura de capa colorada chorreada , de lo mejor que se le recuerda a Zulueta. Sentado sobre el estribo lo pasó por alto para seguir entre ayudados genuflexos hasta la segunda raya . Bordó el toreo en redondo, aunque peca de la mala costumbre de agarrarse a los cuartos traseros cuando el novillo se le vence. Aunque el lunar de la faena no fue del toro ni del torero, sino de la música, que estrenó un cuestionable pasodoble que enfureció a unos tendidos que imploraron su silencio y ovacionaron cuando en el cuarto, en acto de desagravio, sonaron Suspiros de España . Hondos fueron algunos naturales al sublime cuarto, de nombre Sultán, al que sí mató por derecho antes de escuchar una fuerte petición de dos orejas . Luque Teruel sólo concedió una y el padre, enjaezado de alguacilillo, se la entregó. Una y una fueron también a parar al esportón de Marco Pérez , que volcó toda su ilusión en aquella primera faena ante un mansito y volcánico animal, vibrante aunque con apuntes de genio, para terminar formándole un gazpacho al jabonero quinto . Anda sobrado de solvencia, capacidad e inteligencia, aunque debe aún rebajar la velocidad de su tauromaquia. Posdata : la crónica, por los problemas logísticos del día, se tuvo que rubricar antes de la aparición del sexto; lo sentimos. .

Apr 29, 2025 - 08:51
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La luz de Zulueta brilla en la oscuridad de Sevilla
El Gobierno decretó el nivel 3 de emergencia de protección civil para Andalucía, el Ayuntamiento de Sevilla fijó el nivel 1 del plan de emergencias municipal y la empresa Pagés ordenó el inicio de la novillada que recuperaba este ciclo continuado de manera completa y enfrentaba mano a mano a dos novilleros que más pronto que tarde se doctorarán con honores; uno de manera inminente en Nimes ( Marco Pérez ) y el otro ( Javier Zulueta ) durante la próxima Feria de San Miguel. Muchos no nos creerán, pero en la Maestranza, con el país paralizado ante el mayor caos que se recuerda en los últimos, hubo toros. Pan y circo . A las seis de la tarde abrieron las puertas de la Maestranza sin que los aficionados, ni los ciudadanos en general, supieran verdaderamente qué había pasado en España. Salió Pedro Sánchez y aún surgieron más dudas. José Manuel Tristán , maestro de la Banda Tejera, sudaba inquieto en la calle Adriano a las seis y cuarto: «Ahora mismo me falta más de la mitad de los músicos ». Y a los tendidos le faltaban prácticamente todos los que después llegarían, que por eso anunció la defectuosa megafonía de la Maestranza, que algún día habrá que renovar, una prórroga de veinte minutos; finalmente convertidos en veinticinco. Sin soportes digitales que nos descubrieran previamente cómo era la novillada que había apartado Alejandro Talavante para Sevilla, la descubrimos toro a toro conforme asomaron por la puerta de chiqueros. Tan bonita como mosqueante, por lo que indirectamente nos querían decir: la empresa sí sabe encontrar utreros con categoría. ¿Seguirán siendo así a partir de mayo? Fue el mejor regalo de despedida para dos novilleros que no defraudaron a quienes venían expresamente a verlos –más de media plaza un lunes no festivo y con media ciudad apagada–. Lleno de pundonor, arreado y algo acelerado regresó a la Maestranza Marco Pére z, aquel « Niño Torero de Juan de Mesa » que ya toma cuerpo y actitud de hombre; a su lado, un Javier Zulueta más maduro y comprometido que le ganó la partida por el palo del temple. Por muchos fallos que se tengan, cuando se torea despacio… Fue su inicio al segundo de Talavante, una hermosura de capa colorada chorreada , de lo mejor que se le recuerda a Zulueta. Sentado sobre el estribo lo pasó por alto para seguir entre ayudados genuflexos hasta la segunda raya . Bordó el toreo en redondo, aunque peca de la mala costumbre de agarrarse a los cuartos traseros cuando el novillo se le vence. Aunque el lunar de la faena no fue del toro ni del torero, sino de la música, que estrenó un cuestionable pasodoble que enfureció a unos tendidos que imploraron su silencio y ovacionaron cuando en el cuarto, en acto de desagravio, sonaron Suspiros de España . Hondos fueron algunos naturales al sublime cuarto, de nombre Sultán, al que sí mató por derecho antes de escuchar una fuerte petición de dos orejas . Luque Teruel sólo concedió una y el padre, enjaezado de alguacilillo, se la entregó. Una y una fueron también a parar al esportón de Marco Pérez , que volcó toda su ilusión en aquella primera faena ante un mansito y volcánico animal, vibrante aunque con apuntes de genio, para terminar formándole un gazpacho al jabonero quinto . Anda sobrado de solvencia, capacidad e inteligencia, aunque debe aún rebajar la velocidad de su tauromaquia. Posdata : la crónica, por los problemas logísticos del día, se tuvo que rubricar antes de la aparición del sexto; lo sentimos. .