"Gracias al gas pudimos cocinar comida rica": lo que el gran apagón nos enseña es a no depender de una sola fuente de energía

Medio día a oscuras en un país que se ha acostumbrado a tener energía eléctrica sin cortes las 24 horas del día dan para mucho. Da también, sobre todo, para repensar cómo tenemos configurados nuestros hogares y los niveles de dependencia que tenemos de determinados electrodomésticos y, sobre todo, de determinadas fuentes de energía.

Evidentemente, todas aquellas personas que dependían ayer de la inducción o de la vitrocerámica fueron las primeras víctimas de comer caliente. No fue el peor de los dramas cuando algo así sucede un 28 de abril en el que, además, el buen tiempo fue la tónica predominante en España.

Topar con un apagón en un día soleado y con muchas horas de luz (en determinadas partes de la España peninsular, el atardecer estaba calculado a las 21:30 de la noche) no es, a nivel usuario, el peor de los dramas al que nos tuvimos que enfrentar.

Sin embargo, para quien tenía cocinas que no dependían de la red eléctrica, ya fueran instalaciones de butano o de gas natural, más allá de trajinar a oscuras, el apagón no supuso el peaje de no comer caliente.

Motivo por el cual siempre se puede recordar el clásico refrán de 'no tener todos los huevos en la misma cesta' y así evitar que este tipo de acontecimientos acaben trastocando tu día a día más de la cuenta.

Algunos, incluso, vieron cómo su hobby les sacó de un apuro más que importante y pudieron comer caliente aún teniendo cocina eléctrica. Es el caso de nuestra compañera Nerea Sánchez, aficionado a las furgonetas Camper, una de las formas de viaje más autosuficientes que hay y que cuenta en su casa con varios elementos que permiten salir del paso.

De cómo tu afición a las camper te puede salvar la cena

"Me subí la batería de expansión de Bluetti y el camping gas", cuenta a DAP. Por eso, en su piso de Vallecas (Madrid), el apagón a la hora de pensar en comer "no fue gran drama", ayudando también a los los vecinos de escalera por si necesitaban algo.

Estas baterías de expansión se utilizan a menudo en camper y en camping como almacenadores de energía, tanto para alimentar otros dispositivos como para hacer de sistema de respaldo cuando aparecen cortes de energía.

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No obstante, no todas las cocinas de gas funcionaron. A los padres de nuestra compañera Eva Rodríguez de Luis, en la localidad riojana de Calahorra, el gas no les sacó del todo del apuro. "Mis padres tienen cocina de gas en casa, pero no se puede encender externamente, así que para calentar la comida tuvieron que bajar a la cocina del txoko", nos explica.

Además, como quedó claro anoche, la alegría y la luz iban por barrios. Supimos desde primera hora que las zonas que primero recuperaban la tensión eléctrica fueron el norte de España, por su interconexión con Francia, y el sur, especialmente Andalucía, como explicó Jorge Morales de Labra, director de Próxima Energía, en RNE, al advertir el uso de las hidroeléctricas andaluzas para ir recuperando el pulso.

Hasta 16 horas ininterrumpidas sin suministro eléctrico

Por eso, en algunos puntos de España, especialmente los más alejados de estos focos, el retorno a la normalidad fue más largo de lo esperado. Como le pasó a nuestra compañera Patricia García Varela, de Compradicción, situada en Vigo. "En casa somos dos y tenemos cocina de gas, y menos mal, porque el apagón duró hasta las cuatro de la mañana". Nada menos que 16 horas ininterrumpidas que, como ya hemos explicado en DAP, afectan a la conservación de los alimentos que estaban en la nevera.

En otras partes, el gas fue esa tabla de salvación. Lucía Arias, compañera de Sensacine, asumió cierta normalidad con la cocina de gas, "Somos tres en casa y tener gas fue una suerte porque pudimos cocinar comida rica", nos cuenta, además de ofrecerse desde la terraza para que, quien no pudiera cocinar, usara su cocina.

Además, tomaron una medida muy lógica: entregarse al batch cooking. "Intentamos aprovechar la comida de la nevera que se pudiera poner mala más rápido y dejamos tuppers de comida ya cocinada para que aguantase un poco más", así que para cuando llegó la luz al barrio madrileño de Lucero, en torno a ls 20:00h, la situación ya la habían resuelto con éxito.

Algunos, incluso, vivieron momentos tan atípicos que por un momento parecía una tarde de verano, como cuenta Álvaro García, redactor en Applesfera, porque pudieron cocina una paella en una bombona de gas en la localidad madrileña de Parla. Con su café y todo.

Volver al butano

"Nuestro drama fue ver que apenas quedaba gas y ante la incertidumbre de cuándo volveríamos a la normalidad salimos a gasolineras a rellenar la bombona y... en una no quedaba, en otra no podían cobrar ni siquiera en efectivo y en otra tardamos hora y cuarto en entrar de la cola que había y cuando llegamos nos dijeron que las tenían reservadas. Por suerte volvió la luz a eso de las 19.00 y la cena ya fue normal", resumía las andanzas de un día en el que también la picaresca mal entendida hizo de las suyas.

"También fuimos a una ferretería a por un camping gas, pero solo había uno de bombona enana que no daba casi ni para calentar un vaso y lo habían subido a 90 euros y evidentemente pasamos de comprarlo", lamentaba.

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En otras zonas, el gas también fue la tabla de salvación. Para Javier Ruiz, compañero de PyD, no hubo problemas en preparar la cena y aún se define como 'un jipi con butano'.

Vive en una casa unifamiliar en Vallirana, a apenas 20 kilómetros de Barcelona, con su pareja y resume el 28 de abril como un día donde "comimos y cenamos gracias a la cocina de gas justamente", aunque por la noche "al no haber luz, tiramos de baterías y linternas con carga" hasta que regresó la energía eléctrica a las 23:30.

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La noticia "Gracias al gas pudimos cocinar comida rica": lo que el gran apagón nos enseña es a no depender de una sola fuente de energía fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Jaime de las Heras .