Mi salsa de tomate casera es mucho mejor que la de bote desde que aprendí a condimentarla correctamente

He de reconocer que nunca viene mal tener un bote de salsa de tomate en la despensa. Te saca de un apunto en un momento de necesidad y aguanta muchos meses antes de caducar. Las hay comerciales bastante decentes, pero nada se puede comparar a cocinar tu propia salsa de tomate casera. Siempre que esté preparada bien y con ingredientes de calidad, porque, por muy casera que sea, también puede salirte sosa, ácida o con menos gracia que una vida sin pan. Hacer la salsa desde cero, usando tomates naturales o en conserva, permite además controlar los ingredientes y no tener que depender tanto del azúcar añadido o aromas para darle dulzor. Además de los trucos para reducir esa acidez, lo mejor que puedes hacer es aprender a condimentarla bien, algo que aprendí hace tiempo en todas mis elaboraciones caseras que parten de una receta básica. La idea es ir probando y ajustando sobre la marcha, como hace un chef profesional, y jugar con los ingredientes según el uso que quieras darle a la salsa. Porque, por muy versátil que sea, la salsa de tomate puede variar en función del plato o los complementos finales: pasta, pizza, albóndigas, pescado, verduras, etc. Cómo condimentar la salsa de tomate para darle más sabor Añade más verduras. No te limites a cocinar tomates con cebolla y listo. Añade otras hortalizas al sofrito, de las que aportan profundidad y aroma al fondo, como apio, cebolla, pimiento, zanahoria y ajo, y prueba también con otras de temporada como calabaza o boniato -que darán dulzor-, calabacín, hinojo -para un toque anisado-, chiles -si te gusta picante-, etc. También lograrás una salsa más nutritiva. No te limites a salpimentar. Aderezar no es solo echar sal y pimienta. Abre el cajón de las especias y enriquece con las que peguen más con el menú, o según te diga tu instinto y tu paladar. Orégano y albahaca son infalibles cuando se trata de pasta, pero también especias más exóticas, como cúrcuma, cilantro molido o pimienta de Jamaica, y también otras más nuestras como azafrán, comino molido, pimentón ahumado o agridulce, etc. Juega con las hierbas aromáticas. Si tienes hierbas frescas, mucho mejor. Recuerda usarlas mejor al final de la cocción o justo antes de servir, pues si se cocinan durante mucho tiempo tienden a estropearse y perder sus aromas. Además de la mencionada albahaca, en fresco funcionan genial con el tomate las más mediterráneas, como tomillo y romero, perejil liso o rizado, salvia, estragón, cebollino, etc. En Directo al Paladar Tres maneras fáciles de espesar la salsa de tomate, ¡se acabó la salsa fina! Aprovecha los aderezos de despensa. Es la manera más fácil de enriquecer con muchísimo sabor cualquier salsa, con los condimentos típicos de despensa, ricos en umami y matices intensos, fragantes, salinos, algo exóticos o también picantes. Salsa de soja, salsa de pescado asiática, un buen vinagre, salsa Perrins, sriracha, curry rojo, Tabasco, gochujang, etc. Y anímate a probar también una de mis preparaciones de tomate favoritas para usar con pasta, la salsa de tomate y mantequilla. Ultra fácil y riquísima. En DAP | Cómo mejorar la salsa de tomate de bote con trucos muy sencillos para que parezca (casi) casera En DAP |La receta y los trucos de Karlos Arguiñano para hacer la mejor salsa de tomate, con un ingrediente inesperado - La noticia Mi salsa de tomate casera es mucho mejor que la de bote desde que aprendí a condimentarla correctamente fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Liliana Fuchs .

Feb 11, 2025 - 11:03
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Mi salsa de tomate casera es mucho mejor que la de bote desde que aprendí a condimentarla correctamente

Mi salsa de tomate casera es mucho mejor que la de bote desde que aprendí a condimentarla correctamente

He de reconocer que nunca viene mal tener un bote de salsa de tomate en la despensa. Te saca de un apunto en un momento de necesidad y aguanta muchos meses antes de caducar. Las hay comerciales bastante decentes, pero nada se puede comparar a cocinar tu propia salsa de tomate casera. Siempre que esté preparada bien y con ingredientes de calidad, porque, por muy casera que sea, también puede salirte sosa, ácida o con menos gracia que una vida sin pan.

Hacer la salsa desde cero, usando tomates naturales o en conserva, permite además controlar los ingredientes y no tener que depender tanto del azúcar añadido o aromas para darle dulzor. Además de los trucos para reducir esa acidez, lo mejor que puedes hacer es aprender a condimentarla bien, algo que aprendí hace tiempo en todas mis elaboraciones caseras que parten de una receta básica. La idea es ir probando y ajustando sobre la marcha, como hace un chef profesional, y jugar con los ingredientes según el uso que quieras darle a la salsa.

Porque, por muy versátil que sea, la salsa de tomate puede variar en función del plato o los complementos finales: pasta, pizza, albóndigas, pescado, verduras, etc.

Cómo condimentar la salsa de tomate para darle más sabor

Añade más verduras. No te limites a cocinar tomates con cebolla y listo. Añade otras hortalizas al sofrito, de las que aportan profundidad y aroma al fondo, como apio, cebolla, pimiento, zanahoria y ajo, y prueba también con otras de temporada como calabaza o boniato -que darán dulzor-, calabacín, hinojo -para un toque anisado-, chiles -si te gusta picante-, etc. También lograrás una salsa más nutritiva.

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No te limites a salpimentar. Aderezar no es solo echar sal y pimienta. Abre el cajón de las especias y enriquece con las que peguen más con el menú, o según te diga tu instinto y tu paladar. Orégano y albahaca son infalibles cuando se trata de pasta, pero también especias más exóticas, como cúrcuma, cilantro molido o pimienta de Jamaica, y también otras más nuestras como azafrán, comino molido, pimentón ahumado o agridulce, etc.

Juega con las hierbas aromáticas. Si tienes hierbas frescas, mucho mejor. Recuerda usarlas mejor al final de la cocción o justo antes de servir, pues si se cocinan durante mucho tiempo tienden a estropearse y perder sus aromas. Además de la mencionada albahaca, en fresco funcionan genial con el tomate las más mediterráneas, como tomillo y romero, perejil liso o rizado, salvia, estragón, cebollino, etc.

Aprovecha los aderezos de despensa. Es la manera más fácil de enriquecer con muchísimo sabor cualquier salsa, con los condimentos típicos de despensa, ricos en umami y matices intensos, fragantes, salinos, algo exóticos o también picantes. Salsa de soja, salsa de pescado asiática, un buen vinagre, salsa Perrins, sriracha, curry rojo, Tabasco, gochujang, etc.

Y anímate a probar también una de mis preparaciones de tomate favoritas para usar con pasta, la salsa de tomate y mantequilla. Ultra fácil y riquísima.

En DAP | Cómo mejorar la salsa de tomate de bote con trucos muy sencillos para que parezca (casi) casera

En DAP |La receta y los trucos de Karlos Arguiñano para hacer la mejor salsa de tomate, con un ingrediente inesperado

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La noticia Mi salsa de tomate casera es mucho mejor que la de bote desde que aprendí a condimentarla correctamente fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Liliana Fuchs .