La comentada reacción de Zape, el hijo de Frank Cuesta, al vídeo en el que su padre confiesa sus mentiras

Frank Cuesta se quita la máscara.

Durante más de una década, Frank Cuesta fue sinónimo de aventura, naturaleza salvaje y compromiso con los animales. Su programa Frank de la Jungla, que ganó un Premio Ondas en 2011, lo posicionó como una figura carismática e irreverente del activismo animal. Sin embargo, esta semana ha roto su propio personaje al afirmar que “engañó a todos” a lo largo de su carrera televisiva y conservacionista.

En un vídeo publicado recientemente, Cuesta confiesa que ni es veterinario ni herpetólogo y que muchos de los animales de su centro fueron comprados. “Se me ha ido yendo de las manos por un grave problema que tengo de mitomanía y ego”, reconoce, leyendo un guion previamente escrito. Lo que por años se presentó como un santuario, asegura ahora, no sería más que una granja con otra etiqueta.

El propio canal del supuesto santuario corroboró la veracidad del testimonio: “¡¡Es la realidad!!”, escribieron en un comentario, disipando dudas sobre si se trataba de una ironía o provocación. El vídeo es parte de un acuerdo entre Cuesta y varias personas de su entorno más cercano, entre ellas su exmujer, Yuyee, y su exsocio, Chi. Aunque los términos no están del todo claros, la confesión ha encendido todas las alarmas.

La caída de un referente.

En su confesión, Cuesta también admite que nunca ha rescatado animales y que todo fue un espectáculo que se le fue de las manos. Incluso ha desmentido haber tenido cáncer, algo que había afirmado en ocasiones anteriores. En otro clip difundido poco después, se disculpa directamente con Yuyee y su actual pareja, cerrando así un círculo de reproches, traiciones y disculpas públicas.

Aunque Cuesta siempre ha sido una figura polémica, sobre todo por sus declaraciones incendiarias y su cercanía con ciertos sectores ideológicos, la revelación ha tocado un punto sensible. En 2019, por ejemplo, llegó a decir que el animalismo era solo una manera de «sacar pasta». Recientemente, el streamer TheGrefg confesó que le transfirió 100.000 euros “porque los necesitaba rápido”, lo que añade más sombras al uso de los recursos recibidos por donaciones.

En uno de los audios filtrados por Chi, Cuesta llega a decir: “Voy a poner veneno todos los putos días hasta que mueran todos los putos perros”, lo que pone en tela de juicio su trato hacia los animales. El vídeo también incluye una disculpa pública a su exsocio, con quien mantuvo una estrecha colaboración durante años y que ahora lo ha expuesto con grabaciones y amenazas legales.

Verdades rotas. Una familia al límite.

Frank también ha admitido que la muerte de muchos animales en el centro fue consecuencia de su “propia negligencia”. Cierra su comunicado con un mensaje contundente: “Asumo mi responsabilidad de haber engañado a todos. Y pido disculpas públicas por haberme aprovechado de tanta gente”. En ese mismo canal, ha colgado otro vídeo pidiendo perdón a Chi, quien fue uno de sus aliados más cercanos y hoy lidera las acusaciones en su contra.

Chi ha exigido a Cuesta que limpie su imagen con una declaración pública, prometiendo retirar denuncias a cambio. “Confirma lo antes posible… yo saco la demanda y se terminó”, puede escucharse en uno de los audios que él mismo ha publicado. Este personaje enmascarado, que nunca muestra su rostro ni sus tatuajes, se ha convertido en el principal impulsor del declive público de Cuesta.

No solo enfrenta demandas de Chi, sino también de su exmujer. La tensión entre ambas partes ha dado lugar a una guerra de declaraciones y documentos filtrados que ponen en entredicho todo lo que Frank había construido en Tailandia durante los últimos años.

Voces desde dentro.

El hijo mayor de Cuesta, Saris Félix, ha decidido hablar tras el terremoto mediático generado por su padre. Publicó una nota en Instagram en la que afirma que lleva dos meses siendo víctima de acoso constante. Su mensaje es un intento por recuperar algo de dignidad familiar ante la presión pública que no cesa.

“Me da muchísima pena tener que escuchar a mi padre forzado a leer un guion diciendo que nunca tuvo cáncer cuando yo mismo he visto a su pelo caer a cachos durante sus tratamientos”, escribe Saris, dejando entrever que las declaraciones de Frank podrían haber sido manipuladas o forzadas. Esta afirmación ha reavivado el debate sobre si Cuesta está siendo víctima o verdugo.

Saris también añade: “Forzado a decir que abusa a los animales cuando llevo toda la vida cuidando y liberando animales con él”. Sus palabras cierran el comunicado con una carga emocional que revela el profundo dolor familiar. La historia de Frank Cuesta, otrora héroe de la jungla, es ahora el retrato de una figura desbordada por sus propias contradicciones.