El plan maestro de Donald Trump para hacer Hollywood grande otra vez es instaurar aranceles del 100% a las producciones extranjeras. "Son una amenaza para la seguridad nacional"
'Una película de Minecraft' acercándose a la soñada barrera de los 1.000 millones de dólares en todo el mundo, 'Los pecadores' batiendo récords con 236 millones en el bolsillo, 'Thunderbolts*' debutando con 162 millones de dólares en el mercado global... La taquilla de 2025 está demostrando la buena forma del cine en lo que a afluencia de público e ingresos se refiere, pero cuando nos centramos en la industria de Estados Unidos, la cosa cambia ligeramente. En el país de las barras y estrellas, los ingresos en el box office son más que decentes, con un ascenso del 15,8% respecto a 2024 —pese a caer un 31% respecto al último ejercicio prepandémico—. No obstante, en lo que respecta a la producción, Hollywood continúa sufriendo los efectos de las huelgas de actores y guionistas de 2023, con un descenso del 40% en rodajes de largometrajes y series de televisión que, en última instancia, también está siendo provocado por los recortes en los diferentes estudios y conglomerados audiovisuales. A vueltas con los aranceles Frente a este funesto escenario, la administración Trump ha decidido tomar cartas en el asunto y diseñar un plan que devuelva el esplendor perdido a la Meca del cine. ¿Lo ha hecho legislando para incentivar con beneficios fiscales los rodajes dentro de suelo estadounidense? ¿Protegiendo a los empleados del medio? ¿Inyectando líquido a modo de subvención para levantar proyectos? Nada más lejos de la realidad. Donald Trump, en una maniobra que llega después de su aparente y progresiva recogida de cable arancelaria, ha explicado en su red social Truth Social cuál es su plan maestro para hacer Hollywood great again, y es tan descabellado como cabría esperar: instaurar un arancel del 100% a cualquier producción producida en el extranjero. Mucha atención, porque la soflama no tiene desperdicio. “La industria cinematográfica en Estados Unidos está MURIENDO a una velocidad muy rápida. Otros países están ofreciendo todo tipo de incentivos para atraer a nuestros cineastas y estudios fuera de Estados Unidos. Hollywood y muchas otras zonas dentro de EE. UU. están siendo devastadas. Esto es un esfuerzo coordinado por otras naciones y, por lo tanto, una amenaza para la seguridad nacional. ¡Es, además de todo lo demás, mensajes y propaganda! Por tanto, estoy autorizando al Departamento de Comercio y al Representante de Comercio de Estados Unidos a comenzar de inmediato el proceso de instaurar un arancel del 100% sobre todas y cada una de las películas que entren en nuestro país y hayan sido producidas en tierras extranjeras. ¡QUEREMOS PELÍCULAS HECHAS EN AMÉRICA, OTRA VEZ!”. En Espinof "Hollywood quiere recuperar su edad de oro". Cómo los aranceles de Donald Trump pueden afectar a la industria cinematográfica mundial Por supuesto, el gran problema de dirigir un país a golpe de post en la red social de turno es una incapacidad para explayarse que ha hecho saltar las alarmas en los grandes estudios. Más allá de la seria duda sobre el hecho de que el presidente pueda instaurar estos aranceles, la propuesta deja no pocos cabos sueltos sobre la mesa. ¿Qué ocurrirá con las películas estadounidenses rodadas en el extranjero, ya sea por los incentivos fiscales de Hungría o Nueva Zelanda, o por la necesidad de ubicar la acción en escenarios internacionales? ¿Estarán gravadas con el arancel las futuras producciones o las que ya han sido completadas o se encuentran en fase de rodaje y postproducción? Puede que la primera radiografía de cómo pueden afectar estos aranceles, de momento imaginarios, sobre la producción cinematográfica internacional —Trump no hace alusión a la pequeña pantalla— la veamos en pocos días en el marco del Festival de Cannes, cuyo mercado es uno de los más importantes del planeta y cuya compraventa de derechos de distribución internacional servirá de termómetro para un ambiente que, desde luego, va a estar más que caldeado. Por lo pronto, William Reinsch, ex alto cargo del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, ya ha sugerido —vía Reuters— que las consecuencias de la implantación de estos aranceles serían potencialmente devastadoras, afirmando que "Las represalias matarán nuestra industria" y que "Tenemos mucho más que perder que que ganar". El club de la comedia Otra cosa no, pero utilizar el cine como herramienta política arrojadiza se le da de maravillas a un Donald Trump que celebró el 4 de mayo, día de 'Star Wars', con una publicación en la cuenta oficial de la Casa Blanca en Twitter poco menos que inclasificable. En ella, una imagen generada con inteligencia artificial muestra al presidente puesto hasta arriba de anabolizantes, vestido con ropajes Jedi y blandiendo un sable de luz, acompañando al siguiente texto: "Feliz 4 de mayo para todos, incluidos los Lunáticos de la Izquierda Radical que luchan con tanta

'Una película de Minecraft' acercándose a la soñada barrera de los 1.000 millones de dólares en todo el mundo, 'Los pecadores' batiendo récords con 236 millones en el bolsillo, 'Thunderbolts*' debutando con 162 millones de dólares en el mercado global... La taquilla de 2025 está demostrando la buena forma del cine en lo que a afluencia de público e ingresos se refiere, pero cuando nos centramos en la industria de Estados Unidos, la cosa cambia ligeramente.
En el país de las barras y estrellas, los ingresos en el box office son más que decentes, con un ascenso del 15,8% respecto a 2024 —pese a caer un 31% respecto al último ejercicio prepandémico—. No obstante, en lo que respecta a la producción, Hollywood continúa sufriendo los efectos de las huelgas de actores y guionistas de 2023, con un descenso del 40% en rodajes de largometrajes y series de televisión que, en última instancia, también está siendo provocado por los recortes en los diferentes estudios y conglomerados audiovisuales.
A vueltas con los aranceles

Frente a este funesto escenario, la administración Trump ha decidido tomar cartas en el asunto y diseñar un plan que devuelva el esplendor perdido a la Meca del cine. ¿Lo ha hecho legislando para incentivar con beneficios fiscales los rodajes dentro de suelo estadounidense? ¿Protegiendo a los empleados del medio? ¿Inyectando líquido a modo de subvención para levantar proyectos? Nada más lejos de la realidad.
Donald Trump, en una maniobra que llega después de su aparente y progresiva recogida de cable arancelaria, ha explicado en su red social Truth Social cuál es su plan maestro para hacer Hollywood great again, y es tan descabellado como cabría esperar: instaurar un arancel del 100% a cualquier producción producida en el extranjero. Mucha atención, porque la soflama no tiene desperdicio.
“La industria cinematográfica en Estados Unidos está MURIENDO a una velocidad muy rápida. Otros países están ofreciendo todo tipo de incentivos para atraer a nuestros cineastas y estudios fuera de Estados Unidos. Hollywood y muchas otras zonas dentro de EE. UU. están siendo devastadas. Esto es un esfuerzo coordinado por otras naciones y, por lo tanto, una amenaza para la seguridad nacional. ¡Es, además de todo lo demás, mensajes y propaganda! Por tanto, estoy autorizando al Departamento de Comercio y al Representante de Comercio de Estados Unidos a comenzar de inmediato el proceso de instaurar un arancel del 100% sobre todas y cada una de las películas que entren en nuestro país y hayan sido producidas en tierras extranjeras. ¡QUEREMOS PELÍCULAS HECHAS EN AMÉRICA, OTRA VEZ!”.
Por supuesto, el gran problema de dirigir un país a golpe de post en la red social de turno es una incapacidad para explayarse que ha hecho saltar las alarmas en los grandes estudios. Más allá de la seria duda sobre el hecho de que el presidente pueda instaurar estos aranceles, la propuesta deja no pocos cabos sueltos sobre la mesa. ¿Qué ocurrirá con las películas estadounidenses rodadas en el extranjero, ya sea por los incentivos fiscales de Hungría o Nueva Zelanda, o por la necesidad de ubicar la acción en escenarios internacionales? ¿Estarán gravadas con el arancel las futuras producciones o las que ya han sido completadas o se encuentran en fase de rodaje y postproducción?
Puede que la primera radiografía de cómo pueden afectar estos aranceles, de momento imaginarios, sobre la producción cinematográfica internacional —Trump no hace alusión a la pequeña pantalla— la veamos en pocos días en el marco del Festival de Cannes, cuyo mercado es uno de los más importantes del planeta y cuya compraventa de derechos de distribución internacional servirá de termómetro para un ambiente que, desde luego, va a estar más que caldeado.
Por lo pronto, William Reinsch, ex alto cargo del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, ya ha sugerido —vía Reuters— que las consecuencias de la implantación de estos aranceles serían potencialmente devastadoras, afirmando que "Las represalias matarán nuestra industria" y que "Tenemos mucho más que perder que que ganar".
El club de la comedia
Otra cosa no, pero utilizar el cine como herramienta política arrojadiza se le da de maravillas a un Donald Trump que celebró el 4 de mayo, día de 'Star Wars', con una publicación en la cuenta oficial de la Casa Blanca en Twitter poco menos que inclasificable. En ella, una imagen generada con inteligencia artificial muestra al presidente puesto hasta arriba de anabolizantes, vestido con ropajes Jedi y blandiendo un sable de luz, acompañando al siguiente texto:
"Feliz 4 de mayo para todos, incluidos los Lunáticos de la Izquierda Radical que luchan con tantas ganas por traer de vuelta a los Señores Sith, Asesinos, Capos de la Droga, Prisioneros Peligrosos y conocidos Miembros de la Pandilla MS-13 a nuestra galaxia. Vosotros no sois la Rebelión—sois el Imperio. May the 4th be with you".
Que el color del sable sea rojo hace que el chiste se cuente solo.
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La noticia
El plan maestro de Donald Trump para hacer Hollywood grande otra vez es instaurar aranceles del 100% a las producciones extranjeras. "Son una amenaza para la seguridad nacional"
fue publicada originalmente en
Espinof
por
Víctor López G.
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