Detienen a un hombre por pegar a su hija de 21 meses un «latigazo» con un cable de móvil en Málaga
Impactante suceso. Algunas noticias tienen la capacidad de helar la sangre colectiva, de detener el tiempo durante unos segundos mientras tratamos de comprender qué ha pasado. No es solo el horror del hecho en sí, sino la conciencia de que ocurrió entre nosotros, en una calle cualquiera, en una casa común. No hace falta ser ... Leer más

Impactante suceso.
Algunas noticias tienen la capacidad de helar la sangre colectiva, de detener el tiempo durante unos segundos mientras tratamos de comprender qué ha pasado. No es solo el horror del hecho en sí, sino la conciencia de que ocurrió entre nosotros, en una calle cualquiera, en una casa común. No hace falta ser padre o madre para estremecerse ante ciertas situaciones, solo basta con ser humano.
El martes 13 de mayo, en Málaga, ocurrió un episodio que ha generado repudio generalizado. Un hombre fue detenido tras agredir presuntamente a su hija de apenas 21 meses usando el cable de un cargador de móvil. Según la información publicada por varios medios locales, la agresión tuvo lugar en la casa de unos conocidos del detenido, a donde llevó a la pequeña por la tarde.
Un castigo incomprensible.
Todo comenzó cuando el hombre advirtió a la niña que no se acercara al horno encendido, alegando que podría quemarse. Poco después, al verla tocando el electrodoméstico, reaccionó de forma violenta. En lugar de apartarla con calma o supervisarla, habría utilizado el cable del teléfono como un instrumento de castigo, golpeándola en el rostro como si se tratase de un látigo.
La llegada de la madre a la vivienda desencadenó una nueva escena tensa. Al ver las marcas en la cara de su hija, se enfrentó verbalmente con el padre, y la discusión pronto escaló. Tomó a la niña en brazos y salió del domicilio, pero la pelea entre los progenitores continuó en plena vía pública, ante la mirada de vecinos y transeúntes.
La intervención vecinal fue clave.
Alarmados por los gritos y el estado de la menor, varios testigos dieron aviso a la Policía Nacional. Una patrulla se desplazó rápidamente hasta el lugar, donde confirmó que la niña presentaba lesiones compatibles con un golpe de cable. Acto seguido, el hombre fue arrestado y trasladado a dependencias policiales, mientras la menor recibía atención y era protegida por su madre.
Las autoridades pusieron al detenido a disposición judicial al día siguiente. El Juzgado de Instrucción número 5 de Málaga decretó su puesta en libertad provisional, aunque adoptó medidas cautelares. Entre ellas, se incluyó una orden de alejamiento para garantizar la seguridad de la niña.
Consecuencias más allá de lo legal.
Actualmente, la menor se encuentra bajo el cuidado exclusivo de su madre, quien ha asumido su protección tras lo ocurrido. Más allá del proceso judicial, este tipo de sucesos abren nuevamente el debate sobre los límites de la disciplina y el papel del entorno en la detección y denuncia del maltrato infantil.
La historia de esta pequeña ha dejado una cicatriz en la conciencia colectiva. Aunque las instituciones han actuado con rapidez, queda el reto de prevenir, educar y proteger de forma más efectiva. Porque ningún castigo, ninguna excusa, puede justificar un acto de violencia contra un ser tan indefenso.