Cervantes nunca estudió en la Universidad de Osuna

La aparición de un nuevo dato, de un nuevo documento cervantino es siempre un momento de fiesta y de reordenación de los datos hasta ahora conocidos. Todos los que nos dedicamos a escribir biografías, y más de personas de las que contamos con tan pocos datos como es el caso de Miguel de Cervantes , sabemos que nuestro trabajo está siempre en construcción. A partir de lo poco que conocemos de la persona y de lo mucho que vamos sabiendo de la época en que vivió –todos somos nosotros y nuestras circunstancias–, hemos ido progresando en el conocimiento del hombre Cervantes, más allá del personaje que él mismo se construyó en sus obras o del mito que se ha ido creando a través de los siglos. Vivimos en estos últimos años un momento de esplendor en los estudios biográficos cervantinos, con la aparición de nuevos documentos, sobre todo relacionados con sus encomiendas como Comisario Real de Abastos . Lo que por unos años fueron conocidos los «años oscuros» en la vida de Cervantes por tierras andaluzas, ahora se van llenando de luz. Y estos nuevos documentos nos han permitido precisar estancias de Cervantes en diferentes pueblos y lugares andaluces, dejando atrás teorías e hipótesis, que se han demostrado equivocadas. El pasado 5 de mayo de 2025 apareció en la edición sevillana del ABC un artículo firmado por Andrés González-Barba, con el título: « Miguel de Cervantes, un 'joven' universitario de 66 años », donde daba cuenta del descubrimiento de un nuevo documento cervantino realizado por Fernando Herrera Hume. Un documento en que se deja constancia de la matrícula de «Miguel de Cervantes Saavedra, natural de Alcalá de Henares» en la disciplina de Leyes de la Universidad de Osuna el 1 de octubre de 1613… ¡a la edad de 66 años!, como se indica en el título del artículo. Con muy buen criterio, Andrés González-Barba se plantea una serie de preguntas de cómo encajar este nuevo dato documental con lo que conocemos de la biografía cervantina, y nos lanza el guante a los biógrafos para hacer encajar este curioso y sorprendente documento en la construcción biográfica que hemos levantado hasta este momento: «Tras el hallazgo de este valioso documento se plantean varias cuestiones que tendrán que investigar a partir de ahora los expertos cervantistas. Una de estas es por qué se matriculó en Leyes y dónde obtuvo el título de bachiller necesario para hacerlo. Otra cuestión es si Cervantes se trasladó realmente a Osuna o si gestionó su matrícula desde Madrid. El último de estos interrogantes es si con esta matrícula el autor del 'Quijote' aspiraba a lograr un título de licenciado en Leyes que le otorgara un mayor reconocimiento». Y tiene más razón que un santo. El documento de la matrícula de Miguel de Cervantes en la Universidad de Osuna el 1 de octubre de 1613 sorprende por la fecha –a menos de tres años de su muerte– y en medio de la labor literaria frenética en que está inmerso en estos años, y que llamé «la vida en papel» en el tercer tomo de mi biografía 'La plenitud de Cervantes' , publicada por la editorial EDAF en 2019. El 12 de agosto de 1613 se data la tasa para poner a la venta las Novelas ejemplares, y a partir de este momento, Cervantes solo tiene una obsesión: publicar un programa literario que le abra las puertas de la fama, de esa segunda vida después de muerte. Y año a año irá completando su trabajo, a pesar de las pocas fuerzas y de las muchas dificultades: 'El viaje del Parnaso' (1614), 'Las ocho comedias y entremeses nunca antes representados' (1615), y el 'Persiles' (1617), que verá retrasada su publicación por la necesidad de terminar la segunda parte del 'Quijote', que verá la luz en 1615. Miguel de Cervantes publicó seis libros a lo largo de sus 69 años de vida (a la que habría que sumar la publicación póstuma del Persiles), y cuatro de ellas lo hará a partir de los 66 años. ¿Cómo insertar en este frenético trabajo que se produce en Madrid, vinculado a la librería de Francisco de Robles, con la matrícula en Leyes en la Universidad de Osuna? El libro de matrículas de la Universidad de Osuna es bien curioso. Este año de 1613, la carrera de Leyes no tuvo mucho éxito: al margen de Cervantes, solo contamos con un alumno: «Don Andrés de Torres Villavicencio, natural de Jérez de la Frontera, diócesis de Sevilla», que se matriculó el 1 de octubre y, en segunda matrícula, el 10 de enero de 1614, como puede leerse en el documento ahora dado a conocer. Y frente a lo que sucede con otros libros de matrículas de otras Universidades de la época (así me lo confirma el profesor Alfredo José Martínez González que ha estudiado los de la Universidad de Sevilla), en este libro de matrículas se dejan huecos en blanco entre los registros de las matrículas. En algunos casos, se tachan para que no puedan ser reutilizados, y en otros no, como se puede comprobar en estos dos ejemplos en la matrícula de Cánones de la Universidad de Osuna este mismo año de 1613. Y la última curiosidad. Las dos matrículas de Don Andrés de Torres V

May 12, 2025 - 19:21
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Cervantes nunca estudió en la Universidad de Osuna
La aparición de un nuevo dato, de un nuevo documento cervantino es siempre un momento de fiesta y de reordenación de los datos hasta ahora conocidos. Todos los que nos dedicamos a escribir biografías, y más de personas de las que contamos con tan pocos datos como es el caso de Miguel de Cervantes , sabemos que nuestro trabajo está siempre en construcción. A partir de lo poco que conocemos de la persona y de lo mucho que vamos sabiendo de la época en que vivió –todos somos nosotros y nuestras circunstancias–, hemos ido progresando en el conocimiento del hombre Cervantes, más allá del personaje que él mismo se construyó en sus obras o del mito que se ha ido creando a través de los siglos. Vivimos en estos últimos años un momento de esplendor en los estudios biográficos cervantinos, con la aparición de nuevos documentos, sobre todo relacionados con sus encomiendas como Comisario Real de Abastos . Lo que por unos años fueron conocidos los «años oscuros» en la vida de Cervantes por tierras andaluzas, ahora se van llenando de luz. Y estos nuevos documentos nos han permitido precisar estancias de Cervantes en diferentes pueblos y lugares andaluces, dejando atrás teorías e hipótesis, que se han demostrado equivocadas. El pasado 5 de mayo de 2025 apareció en la edición sevillana del ABC un artículo firmado por Andrés González-Barba, con el título: « Miguel de Cervantes, un 'joven' universitario de 66 años », donde daba cuenta del descubrimiento de un nuevo documento cervantino realizado por Fernando Herrera Hume. Un documento en que se deja constancia de la matrícula de «Miguel de Cervantes Saavedra, natural de Alcalá de Henares» en la disciplina de Leyes de la Universidad de Osuna el 1 de octubre de 1613… ¡a la edad de 66 años!, como se indica en el título del artículo. Con muy buen criterio, Andrés González-Barba se plantea una serie de preguntas de cómo encajar este nuevo dato documental con lo que conocemos de la biografía cervantina, y nos lanza el guante a los biógrafos para hacer encajar este curioso y sorprendente documento en la construcción biográfica que hemos levantado hasta este momento: «Tras el hallazgo de este valioso documento se plantean varias cuestiones que tendrán que investigar a partir de ahora los expertos cervantistas. Una de estas es por qué se matriculó en Leyes y dónde obtuvo el título de bachiller necesario para hacerlo. Otra cuestión es si Cervantes se trasladó realmente a Osuna o si gestionó su matrícula desde Madrid. El último de estos interrogantes es si con esta matrícula el autor del 'Quijote' aspiraba a lograr un título de licenciado en Leyes que le otorgara un mayor reconocimiento». Y tiene más razón que un santo. El documento de la matrícula de Miguel de Cervantes en la Universidad de Osuna el 1 de octubre de 1613 sorprende por la fecha –a menos de tres años de su muerte– y en medio de la labor literaria frenética en que está inmerso en estos años, y que llamé «la vida en papel» en el tercer tomo de mi biografía 'La plenitud de Cervantes' , publicada por la editorial EDAF en 2019. El 12 de agosto de 1613 se data la tasa para poner a la venta las Novelas ejemplares, y a partir de este momento, Cervantes solo tiene una obsesión: publicar un programa literario que le abra las puertas de la fama, de esa segunda vida después de muerte. Y año a año irá completando su trabajo, a pesar de las pocas fuerzas y de las muchas dificultades: 'El viaje del Parnaso' (1614), 'Las ocho comedias y entremeses nunca antes representados' (1615), y el 'Persiles' (1617), que verá retrasada su publicación por la necesidad de terminar la segunda parte del 'Quijote', que verá la luz en 1615. Miguel de Cervantes publicó seis libros a lo largo de sus 69 años de vida (a la que habría que sumar la publicación póstuma del Persiles), y cuatro de ellas lo hará a partir de los 66 años. ¿Cómo insertar en este frenético trabajo que se produce en Madrid, vinculado a la librería de Francisco de Robles, con la matrícula en Leyes en la Universidad de Osuna? El libro de matrículas de la Universidad de Osuna es bien curioso. Este año de 1613, la carrera de Leyes no tuvo mucho éxito: al margen de Cervantes, solo contamos con un alumno: «Don Andrés de Torres Villavicencio, natural de Jérez de la Frontera, diócesis de Sevilla», que se matriculó el 1 de octubre y, en segunda matrícula, el 10 de enero de 1614, como puede leerse en el documento ahora dado a conocer. Y frente a lo que sucede con otros libros de matrículas de otras Universidades de la época (así me lo confirma el profesor Alfredo José Martínez González que ha estudiado los de la Universidad de Sevilla), en este libro de matrículas se dejan huecos en blanco entre los registros de las matrículas. En algunos casos, se tachan para que no puedan ser reutilizados, y en otros no, como se puede comprobar en estos dos ejemplos en la matrícula de Cánones de la Universidad de Osuna este mismo año de 1613. Y la última curiosidad. Las dos matrículas de Don Andrés de Torres Villavicencio en 1613 y en 1614 están escritas y firmadas por el licenciado Antonio de Montiel; pero ¿y la que queda en medio, la que deja constancia de la matrícula de Miguel de Cervantes? Nada tiene que ver ni con la letra ni con la firma de Antonio de Montiel. Incluso analizando la fotografía que acompaña al artículo y sin haber podido comprobar el original custodiado en el Archivo Provincial de Osuna, se aprecia que la burda firma de Cervantes está hecha por la misma tinta y mano que ha escrito tanto el texto de la matrícula como la firma del licenciado Antonio de Montiel. Todo nuevo documento cervantino nos obliga a reorganizar lo que sabíamos de Cervantes a la luz de los nuevos datos que aporta. Pero en este caso me temo que no estamos ante un nuevo documento sino ante una nueva superchería documental habitual en el siglo XIX, cuando comienzan a proliferar los documentos falsos cervantinos (y no solo de Cervantes). Alguien con acceso a los documentos de la antigua Universidad de Osuna, y con poca maestría, viendo el resultado, aprovechó el hueco dejado en el libro de matrículas de la Universidad en el año 1613, para incluir el nombre de Miguel de Cervantes como alumno de la Universidad, a la que nunca asistió ni tuvo intención de hacerlo. Sandra Cerro, que realizó el estudio grafológico de los autógrafos cervantinos que publicó Taberna Literaria en 2016 , también aprecia en la letra de esta superchería cervantina rasgos de letra del siglo XIX. En todo caso, algunas preguntas siguen en el aire: ¿quién pudo realizar esta superchería documental cervantina? ¿En qué momento lo hizo? ¿Con qué intención, dado que ha tenido que esperar cientos de años para ser conocida, y, además de manera accidental? Pero estas preguntas ya no nos corresponden a los cervantistas responderlas, sino a los curiosos estudiosos de la Universidad de Osuna. Un desafío al que seguramente podrá dar respuesta Fernando Herrera Hume, quien conoce mejor que nadie estos libros de matrículas y los ha tenido en sus manos.