5 poemas de Las islas cómplices, de Manuel Francisco Reina

Este poemario —que, por cierto, estuvo a punto de ser titulado como Diario de un poeta enamorado— demuestra que el amor es siempre una isla. En un mundo dominado por el odio, la destrucción y la incomprensión, el amor nos ofrece la posibilidad de vivir aislados del exterior. En Zenda reproducimos cinco poemas de Las... Leer más La entrada 5 poemas de Las islas cómplices, de Manuel Francisco Reina aparece primero en Zenda.

Feb 11, 2025 - 07:25
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5 poemas de Las islas cómplices, de Manuel Francisco Reina

Este poemario —que, por cierto, estuvo a punto de ser titulado como Diario de un poeta enamorado— demuestra que el amor es siempre una isla. En un mundo dominado por el odio, la destrucción y la incomprensión, el amor nos ofrece la posibilidad de vivir aislados del exterior.

En Zenda reproducimos cinco poemas de Las Islas Cómplices (El Toro Celeste), de Manuel Francisco Reina.

*** 

Camarote 7137

Porque un número puede encerrar toda la magia
y una llave abrir la celda de amor más perfecta.
Uno sabe enseguida, aunque sea un instante,
dónde puede ser feliz para toda la vida.

*** 

Cómplices en la noche

Sin que fuese la última, traición o apóstoles,
celebramos nuestros ritos
de cenar sobre el mar sereno;
soportamos ajenas flechas de ojos extraños,
y pronto volvimos al cubículo seguro
del acertado camarote.
Heridos de cansancio
y de deseo heridos,
iniciamos el íntimo y sutil protocolo
de aproximarnos.
Zarpaba la nave con un tan cercano rumbo
que nuestra piel creímos mapa en navegaciones.
Abrazados nudos, levadas anclas,
proas que inician surcos de travesías cálidas…
Cómplices en la noche se entregaban los labios,
y dos cuerpos por el placer transidos
adoptaban miméticos las formas undosas
de las oscuras aguas…

***

Santa Lucía

«Antes que llegara la oscuridad
como la de su santa cegada»

Derek Walcott

Y ahora, ¿adónde iremos, amor, adónde iremos
con el alma llagada de belleza
y la piel ya cegada de esplendores?
¿Dónde ir con el pecho malherido
y este peso tembloroso de tanta hermosura?
¿Dónde será la arena aún más blanca,
dónde más perfectas las palmeras y más cómplices,
dónde el agua cantará la transparencia incólume
del más líquido espejo en que amantes se miran?
¿Dónde acaricia la brisa como el primer día
donde carne y sangre se encuentran
y de nuevo funden todo en un beso
y Dios observa y complacido ríe?
Se quedaran ya ciegos mis ojos para siempre
después de haberlo contemplado contigo todo.

*** 

La cruz de hematites

Sobre mi cálido pecho descansas
el tacto helado, cruciforme y frío
de piedra sabia y protectora fuerte.
Reflejas con brillo metálico un fulgor
que deshace maldades,
o los adversos deseos de ojos contrarios.
Defiende mi amor como gran esfinge,
que perversa es la voz de quien susurra en la noche.

***

Astilleros de la historia

Con un sol macerante y curiosidad niña,
llegamos a través de pobres puestos
a los ya desmantelados y mínimos
astilleros de Antigua.
Apenas los once pétreos pilares,
donde en no lejana orilla de siglos
los hombres construyeran los ahora
también desaparecidos barcos de la guerra,
daban el testimonio de la historia.
Aparejos, barracones, cantina que dicen
causara más bajas que los asaltos navales,
o esa casa en la que probablemente
tampoco Nelson habitara.
La misma historia que nos cuentan,
también ensamblada sobre laminar madera,
en otros astilleros se construye.
Sólo el árbol llamado de la arena
sigue fiel y distante a su historia cercana:
en sus ramas, cantores y felices,
tan ajenos al oropel del tiempo,
siguen haciendo su nido los pájaros.

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Autor: Manuel Francisco Reina. Título: Las Islas Cómplices. Editorial: El Toro Celeste. Venta: Todos tus libros.

Foto: Jorge Pozo Soriano.

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