Que tus tomateras no sean una jungla: así debes podarlas para una mayor producción

Cada primavera, miles de hortelanos novatos inician la temporada con la esperanza de llenar su cocina de tomates caseros: es una meta anual y que además empieza, en muchos casos, con la siembra de las pepitas del tomate del año anterior, esa variedad que nos emocionó. Sin embargo, a menudo terminan cosechando solo frustración, tallos torcidos y hojas como de parra. Lo que parecía un cultivo fácil se convierte en una jungla incontrolable. La culpa rara vez es del clima o de la tierra. Lo que suele faltar es tijera. La poda, ese paso que tantos temen como si se tratara de cirugía mayor, es en realidad la clave para una tomatera sana y eficaz. Sin ella, la planta crece a lo loco, pero produce poco. En Directo al Paladar Los tres frutales que tendrías que estar podando ya para asegurar una gran cosecha en verano Hay que tener presente que podar no es mutilar, es dirigir. Al eliminar brotes secundarios y chupones, la tomatera concentra su energía en los tallos principales y en los frutos. Menos verde, más tomate. Y no, no hay que tener alma de jardinero zen para hacerlo bien: basta con saber por dónde cortar. Competencia por los recursos Y aquí hay que fijarse en los “chupones: esos brotes rebeldes que aparecen entre el tallo principal y las hojas. Aunque parecen prometedores, lo único que hacen es competir por recursos. Quitarlos a tiempo es fundamental para evitar una planta descontrolada y débil. La poda también reduce el riesgo de enfermedades, al permitir que la luz y el aire circulen mejor entre las hojas. Una tomatera aireada es menos propensa al temido mildiu y a otras plagas fúngicas. Sorprendentemente, es salud vegetal a golpe de tijera. Conviene empezar cuando la planta es joven, y repetir cada semana. Si te olvidas un par de días, los chupones crecerán como adolescentes desbocados. Pero ojo: tampoco hay que pasarse. Quitar demasiadas hojas puede dejar los frutos expuestos al sol y arruinarlos. El equilibrio es la clave. Para quienes buscan tomates todo el año, la poda es aún más clave. En cultivos protegidos o de interior, mantener la forma de la planta es esencial para prolongar su vida útil. Y en variedades indeterminadas, que crecen sin parar, el control es sinónimo de cosecha continua. Además, una planta bien podada es más estética y manejable. Y eso no es poca cosa si el huerto está en una terraza o balcón. Porque sí, también existe el orgullo hortelano: nadie quiere un matorral de dos metros ocupando la parcela: a todos nos gusta lucir un buen huerto. Foto | Frank Schrader y Helena Lopes En DAP | Cómo cuidar un limonero cultivado en maceta sin renunciar a que nos dé limones En DAP | Deja de tirar las cajas de cartón de los paquetes: tus plantas lo agradecerán - La noticia Que tus tomateras no sean una jungla: así debes podarlas para una mayor producción fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Joana Costa .

May 10, 2025 - 13:05
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Que tus tomateras no sean una jungla: así debes podarlas para una mayor producción

Que tus tomateras no sean una jungla: así debes podarlas para una mayor producción

Cada primavera, miles de hortelanos novatos inician la temporada con la esperanza de llenar su cocina de tomates caseros: es una meta anual y que además empieza, en muchos casos, con la siembra de las pepitas del tomate del año anterior, esa variedad que nos emocionó.

Sin embargo, a menudo terminan cosechando solo frustración, tallos torcidos y hojas como de parra. Lo que parecía un cultivo fácil se convierte en una jungla incontrolable.

La culpa rara vez es del clima o de la tierra. Lo que suele faltar es tijera. La poda, ese paso que tantos temen como si se tratara de cirugía mayor, es en realidad la clave para una tomatera sana y eficaz. Sin ella, la planta crece a lo loco, pero produce poco.

Hay que tener presente que podar no es mutilar, es dirigir. Al eliminar brotes secundarios y chupones, la tomatera concentra su energía en los tallos principales y en los frutos. Menos verde, más tomate. Y no, no hay que tener alma de jardinero zen para hacerlo bien: basta con saber por dónde cortar.

Competencia por los recursos

Y aquí hay que fijarse en los “chupones: esos brotes rebeldes que aparecen entre el tallo principal y las hojas. Aunque parecen prometedores, lo único que hacen es competir por recursos. Quitarlos a tiempo es fundamental para evitar una planta descontrolada y débil.

La poda también reduce el riesgo de enfermedades, al permitir que la luz y el aire circulen mejor entre las hojas. Una tomatera aireada es menos propensa al temido mildiu y a otras plagas fúngicas. Sorprendentemente, es salud vegetal a golpe de tijera.

Conviene empezar cuando la planta es joven, y repetir cada semana. Si te olvidas un par de días, los chupones crecerán como adolescentes desbocados. Pero ojo: tampoco hay que pasarse. Quitar demasiadas hojas puede dejar los frutos expuestos al sol y arruinarlos. El equilibrio es la clave.

Pexels Helenalopes 27177526

Para quienes buscan tomates todo el año, la poda es aún más clave. En cultivos protegidos o de interior, mantener la forma de la planta es esencial para prolongar su vida útil. Y en variedades indeterminadas, que crecen sin parar, el control es sinónimo de cosecha continua.

Además, una planta bien podada es más estética y manejable. Y eso no es poca cosa si el huerto está en una terraza o balcón. Porque sí, también existe el orgullo hortelano: nadie quiere un matorral de dos metros ocupando la parcela: a todos nos gusta lucir un buen huerto.

Foto | Frank Schrader y Helena Lopes

En DAP | Cómo cuidar un limonero cultivado en maceta sin renunciar a que nos dé limones

En DAP | Deja de tirar las cajas de cartón de los paquetes: tus plantas lo agradecerán

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La noticia Que tus tomateras no sean una jungla: así debes podarlas para una mayor producción fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Joana Costa .