España de luto: La Casa Real confirma el trágico fallecimiento de Alfonso de Borbón y Escasany

Cuando la muerte sacude a todos. Hay muertes que no solo entristecen a quienes las lloran en la intimidad de una casa, sino que estremecen a una sociedad entera. Cuando se apaga la vida de alguien conocido por generaciones, cuya presencia ha sido una constante en la vida pública —aunque discreta—, el vacío es inevitable. ... Leer más

May 10, 2025 - 16:41
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España de luto: La Casa Real confirma el trágico fallecimiento de Alfonso de Borbón y Escasany

Cuando la muerte sacude a todos.

Hay muertes que no solo entristecen a quienes las lloran en la intimidad de una casa, sino que estremecen a una sociedad entera. Cuando se apaga la vida de alguien conocido por generaciones, cuya presencia ha sido una constante en la vida pública —aunque discreta—, el vacío es inevitable. La noticia se esparce con rapidez, acompañada de recuerdos, titulares antiguos y gestos de cariño que resurgen con fuerza.

En esta ocasión, el fallecimiento ha tocado a una figura ligada de forma directa a la realeza española, con un nombre que lleva décadas resonando en los círculos sociales más selectos del país. “El primo segundo de Juan Carlos I ha fallecido en Madrid, dejando una huella imborrable en su familia. Son un clan unido, fuerte y saldrán adelante gracias al apoyo que se darán unos a otros”, informó ‘Look’, uno de los primeros medios en dar a conocer la noticia.

Se trata de Alfonso de Borbón y Escasany, quien murió a los 80 años. Hombre de negocios, esposo, padre y suegro de una de las modelos más reconocidas del país, Eugenia Silva, su vida transcurrió entre la elegancia de la nobleza y la discreción personal. Deja tras de sí una extensa familia y una trayectoria que, en lo profesional y lo personal, siempre estuvo marcada por la solidez y el respeto.

Más allá del apellido.

“La trayectoria profesional de don Alfonso de Borbón y Escasany ha sido impecable”, reconocía el mismo medio en su homenaje. Su carrera lo llevó a ser consejero de la aseguradora francesa AXA y máximo accionista de la inmobiliaria Keka, con un ambicioso proyecto que rozó la salida a bolsa en 2016. Aunque la operación no se concretó, su visión empresarial le granjeó reconocimiento en el sector.

Su vida familiar estuvo marcada por un matrimonio duradero con Marisa Yordi, aristócrata con gran presencia en la alta sociedad, con quien contrajo matrimonio en 1971. Juntos tuvieron dos hijos, Alfonso y Alejandro, y compartieron décadas alejados de los focos pese a haber sido durante años protagonistas de revistas y encuentros sociales.

Marisa Yordi, muy cercana a figuras como Cari Lapique o Isabel Preysler, mantuvo el círculo de amistades intacto a lo largo del tiempo. Ella y Alfonso formaron durante décadas una pareja estable, elegante y de bajo perfil, que decidió retirarse de la vida pública a comienzos de los 2000.

El afecto de quienes quedan.

Uno de los gestos más emotivos tras el fallecimiento llegó por parte de Eugenia Silva, pareja de su hijo Alfonso y madre de sus nietos. En sus redes sociales, la modelo compartió una imagen del aristócrata con uno de los niños, acompañada de un mensaje breve pero profundamente sentido: “Te vamos a echar mucho de menos, querido Alfonso”. Un corazón roto acompañaba sus palabras, llenas de amor y pérdida.

 

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El lazo entre suegro y nuera era evidente, y se había mantenido fuerte pese al carácter reservado del entorno familiar. Esa complicidad no era común en figuras públicas, lo que convierte este adiós en una despedida especialmente íntima y significativa para quienes los conocían de cerca.

Mientras tanto, según ha informado ‘Vanitatis’, los restos mortales han sido trasladados al tanatorio de Tres Cantos. Está previsto que la despedida se celebre en una liturgia íntima en la capilla del cementerio de La Paz.

Un legado de presencia callada.

El apellido Borbón ha estado ligado a la historia de España durante siglos, pero Alfonso supo moverse con sobriedad entre el peso de la herencia y la vida contemporánea. Mantuvo buena relación con toda la Familia Real y fue invitado, junto con su esposa, a las bodas de los tres hijos de los reyes eméritos.

No era un personaje dado a declaraciones ni protagonismos. Sin embargo, su figura formaba parte del entramado social que acompaña silenciosamente a los grandes momentos del país. Su muerte, aunque esperada por su edad, ha tocado una fibra sensible entre quienes lo conocían o simplemente lo recordaban.

Ahora, su recuerdo quedará en la memoria de quienes lo trataron de cerca, de su familia —que seguirá su legado con dignidad— y de una sociedad que, aunque cambiante, reconoce y despide con respeto a quienes han formado parte de su historia. ¿Qué otras figuras discretas han marcado nuestra vida sin apenas levantar la voz?