La resistencia poética ante la vorágine de Pierre Gonnord en el espacio de ABC Cultural
En el contexto de ARCO 2025, donde la vorágine del mercado y la inmediatez del espectáculo a menudo imponen su ley, el estand de ABC Cultural ha logrado algo inusual: generar un espacio de contemplación y recogimiento desde el protagonismo elegante y sincero de la obra en sí. La propuesta monográfica dedicada a Pierre Gonnord no solo reivindica la potencia expresiva del retrato, sino que también revaloriza la fotografía dentro del circuito del arte contemporáneo, donde su presencia sigue siendo minoritaria. En este homenaje póstumo al fotógrafo, la selección de obras configura un recorrido que pone en evidencia la atemporalidad de su mirada y la carga humanística de su trabajo. El legado de Gonnord se fundamenta en su capacidad para captar la dignidad de aquellos a quienes la historia tiende a relegar a los márgenes. Su obra es un ejercicio de resistencia contra la invisibilidad, una declaración de intenciones sobre la belleza de lo singular. La disposición de las piezas en el estand de ABC Cultural responde a esta misma vocación: cada monumental retrato establece un diálogo directo con el espectador, eliminando cualquier barrera estética o conceptual que pudiera interferir en la comunicación entre la imagen y quien la observa. No obstante, queda la sensación agridulce de que esta propuesta, que tanto ha hecho por resaltar la trascendencia de su obra, habría sido aún más especial si hubiera llegado antes. Habría sido maravilloso que el propio Pierre Gonnord pudiera haber visto este reconocimiento en vida, disfrutando de la puesta en valor de su trabajo en un entorno donde ya tuvo presencia de la mano de Juana de Aizpuru desde sus inicios. Su obra siempre fue reconocida, pero una propuesta de esta magnitud en un espacio tan influyente y arropado por el sector habría significado un hito especial. Aun Este proyecto no habría sido posible sin la figura de su marido, José Luis Maroto, gran conocedor de su obra y custodio de su legado. Su implicación ha sido clave para la selección de piezas, asegurando que cada imagen mostrada refleje fielmente la esencia de Gonnord abriendo las puertas de su mundo. La selección se estructura en torno a varias de las series más emblemáticas del artista: 'Regards', 'Utópicos', 'Alentejo' y 'Nature Tales'. Cada una de ellas encapsula una faceta distinta de su exploración del rostro humano, aunque todas comparten una misma esencia: la búsqueda de lo trascendente en la fisionomía de lo cotidiano. Entre las piezas seleccionadas destaca 'Bimba y Delfín' (2000), en el arranque del recorrido, un retrato que ejemplifica la mirada compasiva y penetrante del fotógrafo. Parte de la serie 'Regards', esta imagen es un testimonio de la humanidad que habita en los rostros de quienes han sido tradicionalmente ignorados por la gran narrativa del arte occidental. La monumentalidad del formato y el uso dramático de la luz nos remiten a la pintura barroca, estableciendo una conexión casi espiritual con la obra de artistas como Caravaggio o Ribera, así como la oscura composición de Nonell. Otra de las piezas clave en el recorrido es 'Antonio' (2004), perteneciente a la serie 'Utópicos'. Aquí, Gonnord refuerza su interés por documentar comunidades que subsisten en los márgenes de la sociedad. Su retratado es un hombre de mirada firme y expresión introspectiva, cuya dignidad se impone con la misma fuerza que en un óleo clásico. En este punto, el trabajo del fotógrafo vuelve a demostrar que el retrato no es solo una imagen, sino una narración detenida en el tiempo. La selección también incluye 'María, João e Isaac' (2014), de la serie 'Alentejo', una obra que resalta el interés de Gonnord por la identidad rural y el arraigo a la tierra. En esta pieza, el artista captura la esencia de un tiempo suspendido, donde la tradición y la modernidad conviven en un delicado equilibrio. La fotografía no solo es un testimonio visual, sino un documento de la memoria colectiva de una comunidad. Finalmente, la serie 'Nature Tales' aporta una dimensión más conceptual al conjunto, con dípticos como 'Armando II & Héctor' (2019). En esta imagen, Gonnord trasciende la idea del retrato clásico para explorar la relación entre el ser humano y su entorno. El enfoque pictorialista se mantiene, pero aquí la naturaleza adquiere un protagonismo inesperado, sugiriendo una simbiosis entre el personaje y el paisaje que lo rodea. El diseño del estand de ABC Cultural responde a la necesidad de dotar a la exposición de un carácter sencillo e intimista. En una feria donde el exceso de estímulos es la norma, la disposición de las piezas y el uso de una paleta cromática neutra en los muros permiten una experiencia de contemplación más pausada. La altura a la que se han colocado las obras y la disposición simétrica contribuyen a reforzar la sensación de encuentro directo con cada retrato. Otro aspecto fundamental es la iluminación, que ha sido trabajada para resaltar la cualidad pictórica de las imágenes. Si bien la fotografía ha logrado con
En el contexto de ARCO 2025, donde la vorágine del mercado y la inmediatez del espectáculo a menudo imponen su ley, el estand de ABC Cultural ha logrado algo inusual: generar un espacio de contemplación y recogimiento desde el protagonismo elegante y sincero de la obra en sí. La propuesta monográfica dedicada a Pierre Gonnord no solo reivindica la potencia expresiva del retrato, sino que también revaloriza la fotografía dentro del circuito del arte contemporáneo, donde su presencia sigue siendo minoritaria. En este homenaje póstumo al fotógrafo, la selección de obras configura un recorrido que pone en evidencia la atemporalidad de su mirada y la carga humanística de su trabajo. El legado de Gonnord se fundamenta en su capacidad para captar la dignidad de aquellos a quienes la historia tiende a relegar a los márgenes. Su obra es un ejercicio de resistencia contra la invisibilidad, una declaración de intenciones sobre la belleza de lo singular. La disposición de las piezas en el estand de ABC Cultural responde a esta misma vocación: cada monumental retrato establece un diálogo directo con el espectador, eliminando cualquier barrera estética o conceptual que pudiera interferir en la comunicación entre la imagen y quien la observa. No obstante, queda la sensación agridulce de que esta propuesta, que tanto ha hecho por resaltar la trascendencia de su obra, habría sido aún más especial si hubiera llegado antes. Habría sido maravilloso que el propio Pierre Gonnord pudiera haber visto este reconocimiento en vida, disfrutando de la puesta en valor de su trabajo en un entorno donde ya tuvo presencia de la mano de Juana de Aizpuru desde sus inicios. Su obra siempre fue reconocida, pero una propuesta de esta magnitud en un espacio tan influyente y arropado por el sector habría significado un hito especial. Aun Este proyecto no habría sido posible sin la figura de su marido, José Luis Maroto, gran conocedor de su obra y custodio de su legado. Su implicación ha sido clave para la selección de piezas, asegurando que cada imagen mostrada refleje fielmente la esencia de Gonnord abriendo las puertas de su mundo. La selección se estructura en torno a varias de las series más emblemáticas del artista: 'Regards', 'Utópicos', 'Alentejo' y 'Nature Tales'. Cada una de ellas encapsula una faceta distinta de su exploración del rostro humano, aunque todas comparten una misma esencia: la búsqueda de lo trascendente en la fisionomía de lo cotidiano. Entre las piezas seleccionadas destaca 'Bimba y Delfín' (2000), en el arranque del recorrido, un retrato que ejemplifica la mirada compasiva y penetrante del fotógrafo. Parte de la serie 'Regards', esta imagen es un testimonio de la humanidad que habita en los rostros de quienes han sido tradicionalmente ignorados por la gran narrativa del arte occidental. La monumentalidad del formato y el uso dramático de la luz nos remiten a la pintura barroca, estableciendo una conexión casi espiritual con la obra de artistas como Caravaggio o Ribera, así como la oscura composición de Nonell. Otra de las piezas clave en el recorrido es 'Antonio' (2004), perteneciente a la serie 'Utópicos'. Aquí, Gonnord refuerza su interés por documentar comunidades que subsisten en los márgenes de la sociedad. Su retratado es un hombre de mirada firme y expresión introspectiva, cuya dignidad se impone con la misma fuerza que en un óleo clásico. En este punto, el trabajo del fotógrafo vuelve a demostrar que el retrato no es solo una imagen, sino una narración detenida en el tiempo. La selección también incluye 'María, João e Isaac' (2014), de la serie 'Alentejo', una obra que resalta el interés de Gonnord por la identidad rural y el arraigo a la tierra. En esta pieza, el artista captura la esencia de un tiempo suspendido, donde la tradición y la modernidad conviven en un delicado equilibrio. La fotografía no solo es un testimonio visual, sino un documento de la memoria colectiva de una comunidad. Finalmente, la serie 'Nature Tales' aporta una dimensión más conceptual al conjunto, con dípticos como 'Armando II & Héctor' (2019). En esta imagen, Gonnord trasciende la idea del retrato clásico para explorar la relación entre el ser humano y su entorno. El enfoque pictorialista se mantiene, pero aquí la naturaleza adquiere un protagonismo inesperado, sugiriendo una simbiosis entre el personaje y el paisaje que lo rodea. El diseño del estand de ABC Cultural responde a la necesidad de dotar a la exposición de un carácter sencillo e intimista. En una feria donde el exceso de estímulos es la norma, la disposición de las piezas y el uso de una paleta cromática neutra en los muros permiten una experiencia de contemplación más pausada. La altura a la que se han colocado las obras y la disposición simétrica contribuyen a reforzar la sensación de encuentro directo con cada retrato. Otro aspecto fundamental es la iluminación, que ha sido trabajada para resaltar la cualidad pictórica de las imágenes. Si bien la fotografía ha logrado consolidarse como una disciplina fundamental dentro del arte contemporáneo, su presencia en ferias como ARCO sigue siendo reducida en comparación con otros medios. La apuesta de ABC Cultural por una monográfica de Pierre Gonnord no solo es un tributo a su legado, sino también un gesto de reivindicación del sector que ha arropado la propuesta de manera emocionante. En palabras de Javier Díaz Guardiola, comisario de la propuesta, Gonnord supo establecer un puente entre la tradición pictórica y la modernidad fotográfica, y esta exposición es prueba de ello. Sus retratos, cargados de una densidad psicológica que nos remite al Siglo de Oro español, dialogan con las preocupaciones contemporáneas sobre la identidad, la exclusión y la memoria. En este sentido, el estand de ABC Cultural no solo cumple con la función de exhibir una obra relevante, sino que también invita a la reflexión sobre el papel de la imagen en la construcción de nuestra percepción del otro y de nosotros mismos. En un contexto marcado por la inmediatez y la especulación del mercado del arte, la propuesta se erige como un oasis de profundidad y sensibilidad. Lejos del ruido y la saturación visual que caracterizan muchas propuestas feriales, este estand consigue generar un espacio de resistencia poética donde la imagen no solo se observa, sino que se siente. Un homenaje a la altura de un artista cuya obra sigue vibrando con la intensidad del primer día y que gracias a la labor y dedicación de José Luis Maroto, este legado se mantiene vivo. Su labor como custodio y difusor de la obra de Gonnord garantiza que su impacto siga creciendo y alcanzando a nuevas generaciones de espectadores.
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