Dicen en México que cuando está para ti, ni aún quitándote. Y cuando no está para ti, ni aún poniéndote. Ayer la tarde de los Parralejos estaba para David de Miranda, al que más falta le hacía. Y David amarró el triunfo grande y rotundo. Cayetano mató su lote de dos estocadas y se despidió oyendo el pasodoble 'Juncal'. Curro Vázquez descansará como apoderado y podrá disfrutar de su gran obra. Y Roca tragó quina con el quinto, áspero y mentiroso. No redondeó la feria como sería su deseo porque la tarde estaba para el torero de Huelva, que aparte de cortar tres orejas e irse por la Puerta del Príncipe se echó el capote a la espalda en el...
Ver Más