Daniel Luque aviva una tarde de toros para pingüinos en Valencia

Qué gran tarde para pingüinos. Helador el ambiente, con los pies congelados, los gorros de Sierra Nevada y más capas que una cebolla. Sin nanas de Miguel Hernández ni voz de Joan Manuel Serrat, pero con la diana floreada del Soro, al que cubrían con abrigos y más abrigos. Se olvidó del frío el maestro cuando le brindó la última faena Emilio de Justo y, pronto y en la mano, cogió su trompeta y se marcó un solo. Las manecillas del reloj se acercaban entonces a las siete y media de la tarde, que ya era noche entera. El cielo de plomo que había envuelto todo el día Valencia se transformó entonces en un tapiz de oscuridades. Fue la corrida... Ver Más

Mar 17, 2025 - 23:18
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Daniel Luque aviva una tarde de toros para pingüinos en Valencia
Qué gran tarde para pingüinos. Helador el ambiente, con los pies congelados, los gorros de Sierra Nevada y más capas que una cebolla. Sin nanas de Miguel Hernández ni voz de Joan Manuel Serrat, pero con la diana floreada del Soro, al que cubrían con abrigos y más abrigos. Se olvidó del frío el maestro cuando le brindó la última faena Emilio de Justo y, pronto y en la mano, cogió su trompeta y se marcó un solo. Las manecillas del reloj se acercaban entonces a las siete y media de la tarde, que ya era noche entera. El cielo de plomo que había envuelto todo el día Valencia se transformó entonces en un tapiz de oscuridades. Fue la corrida... Ver Más