Todo amor es desamor hasta que se demuestre lo contrario, de Gustavo Yuste

*** Siempre fue piel Deberíamos prepararnos: las canciones que escuchamos cuando estuvimos tristes van a aparecer de nuevo en los momentos más inoportunos. La olla a presión de dos solitarios que se enamoran y perduran en el tiempo; el deseo siempre jugando al fleje y los domingos, pacientes, esperando para encontrarnos con la guardia baja.... Leer más La entrada Todo amor es desamor hasta que se demuestre lo contrario, de Gustavo Yuste aparece primero en Zenda.

May 15, 2025 - 07:28
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Todo amor es desamor hasta que se demuestre lo contrario, de Gustavo Yuste

Gustavo Yuste es un poeta, narrador y periodista nacido en la Ciudad de Buenos Aires en 1992. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación (UBA), periodista y escritor. Colaboró para distintos medios como Revista Noticias, Perfil, Revista Kamchatka, AM 750, El Ciudadano (Chile), El blog de Eterna Cadencia y es cofundador de La Primera Piedra. Publicó, entre otros, los libros de poesía Las canciones de los boliches (Santos Locos, 2017), Electricidad (Sudestada, 2020); La felicidad no es un lugar (Santos Locos, 2020; Liliputienses, España, 2023), Accidentes del ánimo (Santos Locos, 2021), El formol de la melancolía (Santos Locos, 2023), Lo que uso y no recomiendo (Liliputienses, 2023) y Total Interferencia (Sudestada, 2024). En 2019 publicó su primera novela, Personas que lloran en sus cumpleaños (Paisanita), y en 2023 se editó su segunda novela: Turistas perdidos (Random House, 2023). En 2021 se publicó el diario de viaje El viento trae noticias (Ediciones Entre Ríos, Madrid). Compiló junto a Patricio Foglia la antología Una marca de nacimiento (mágicas naranjas, 2021). En 2017 fue seleccionado en la Bienal Arte Joven Buenos Aires dentro de la categoría Escritores. Actualmente coordina talleres de escritura y lectura de poesía. Presentamos una selección de poemas de su último libro, Todo amor es desamor hasta que se demuestre lo contrario, un libro publicado por la editorial Santos Locos en 2025, en el que la particular mirada de este poeta sobre la cotidianidad permite encontrar en las cosas más insignificantes reflexiones sobre los estados de ánimo, sobre el amor, la soledad y la tristeza. Una colección de poemas en los que a través de un lenguaje sencillo directo y con el uso de imágenes vinculadas con el imaginario pop contemporáneo, el autor nos ofrece una mirada personal sobre el mundo y los afectos en la sociedad contemporánea, una de las características clave que atraviesan su obra desde el principio.

***

Siempre fue piel

Deberíamos prepararnos:
las canciones que escuchamos
cuando estuvimos tristes
van a aparecer de nuevo
en los momentos más inoportunos.

La olla a presión de dos solitarios
que se enamoran
y perduran en el tiempo;
el deseo siempre jugando al fleje
y los domingos, pacientes,
esperando para encontrarnos
con la guardia baja.

Pensamos que este estado de ánimo
era un tatuaje
pero siempre fue piel.
El tiempo nos va a evocar
cómo músicos independientes
que tenían los acordes y el ritmo
para componer un éxito
pero arruinaron todo con la letra.

***

Función de trasnoche

Veo una foto tuya,
mastico comida descongelada,
se empiezan a apagar las ventanas
de los vecinos.
Mi lámpara de bajo consumo
en medio de la noche:
el faro que necesita la angustia
para desembarcar
y empezar su conquista.

***

Ruido blanco

Los turistas y las palomas
se aglomeran en la Plaza Mayor
en busca de todo lo necesario
antes de que caiga la tarde.
Madrid no es el centro,
es el extremo
que cambia de sentido
de acuerdo a cómo se lo mire.
Algo de todo esto te comenté
en ese mensaje de audio
que nunca escuchaste.
Igual que una carta
pudriéndose en el buzón
de una dirección equivocada,
las palabras dichas pero no recibidas
pierden su forma y su sentido
hasta convertirse en un ruido blanco
que nos une para siempre.

***

Creyente

En medio de la noche,
literalmente en el vértice
que separa a la oscuridad
de la madrugada,
tu imagen se presenta
como una diosa pagana
a la que ya no puedo rezarle
ni pedirle.
Lo que se adora
nunca responde,
¿no es esa la gracia
de todo esto?

***

Pensamiento intrusivo

Iba a apagar el velador
para intentar dormirme,
pero me acordé de ese fin de semana
en el que dormimos juntos
dos noches seguidas.
Esa única repetición
y esta angustia constante
a veces me hacen creer
que fuimos una pareja.
Pero no es necesario mentirse:
los segundos esperando al ascensor
en ese edificio antiguo en el centro
fue lo más cerca que estuvimos de compartir
los tiempos muertos de la vida.

***

Así las cosas

Mi umbral del dolor
juega al limbo:
cada vez más bajo,
cada vez más cerca del piso.

Creo que en vez de un tiempo
necesitamos una elipsis
que explique y concluya todo por nosotros.

Así las cosas:
la juventud se aleja sin mirar atrás,
pero tampoco para adelante.

***

El deja vú del desgano

Hay algo agotador en el ritmo
que propone el deja vú del desgano:
otra vez sigo mi propio rastro y me confundo
como un perro que olfatea buscando un camino,
se desorienta, gira aleatoriamente,
empieza a correr si algún estímulo lo provoca,
se cansa, frena
y reconoce que está perdido
sin entender la distancia
que él mismo provocó.

***

Ya no tenemos veinte años

Es noviembre
pero podría jurar
que recién íbamos por mayo.
Las fiestas de egresados se repiten
como un tema de alta rotación
o un jingle dentro de un supermercado.
¿Cuándo fue que empezamos
a repetir tanto la frase
“ya no tenemos veinte años”?

No voy a mentir:
escribo menos porque siempre
tengo una mano ocupada
con los pequeños quehaceres domésticos.
Aunque no tenga ningún bebé al que cuidar,
el baby talk que tengo en la mesa de luz
me despierta para que me encargue
de mi ánimo cada tres horas.
Dice mi médico de cabecera
que el primer síntoma positivo
va a ser poder completar
una noche entera de sueño.

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Autor: Gustavo Yuste. Título: Todo amor es desamor hasta que se demuestre lo contrario. Editorial: Santos Locos.

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