Kapwani Kiwanga gana el Premio Joan Miró por sus instalaciones reflexivas y sensuales

La artista fracocanadiense Kapwani Kiwanga ha recibido el Premio Joan Miró 2025 por el conjunto de una obra diversa formalmente y reflexiva. El jurado consideró que la creadora : «ha formalizado de forma cuidada los acontecimientos históricos y sociales que han conformado las realidades contemporáneas». Según manifestaron los miembros del jurado, sus instalaciones son «presentaciones provocadoras que invitan a la reflexión, pero son formalmente sensuales». El jurado, formado por Hoor Al Qasimi, Marko Daniel, Jorge Díez, Pablo Lafuente, Ann-Sofi Noring y Marie-Helene Pereira, otorgó los 50.000 euros del premio a una artista que destaca por su trato exquisito a los tejidos, cerámicas y materiales con los que suele trabajar, así como su uso del color y el espacio dentro de sus instalaciones. Kinawaga busca siempre conectar y profundizar en las historias locales que referencia en sus obras. «Su trabajo es muy hermoso. Juega de forma extraordinaria con la relación de los espacios exteriores e interiores, con gran sentido del diseño y la arquitectura. Además, la permeabilidad de los materiales con los que trabaja es muy poderosa», dijo Marko Daniels, director de la Fundación Miró. Kinawaga nació en Hamilton, Canadá, en 1978 . Experta en antropología y religión comparada, su trabajo está impulsado por la investigación de las historias marginadas y olvidadas de los pueblos que decide tratar. «No sé si algo me inspiró a ser artista. Más bien buscaba lenguajes con los que explicarme a mí misma. Primero lo intenté con la academia, luego con el cine, y llegué al arte como última opción, pero allí encontré el vehículo definitivo para decir lo que quería decir», comentó la artista tras recibir el galardón. Su obra ya se pudo ver hace en el Macba , y hace cinco años realizó algunas performance en Barcelona, pero todavía no han podido verse sus obras de gran formato en España, al menos en profundidad. «El rol del artista es muy variado. Para mí es algo simple, pero importante. Quiero dar herramientas para sentir, pensar y mirar la realidad de manera diferente. No volverse estático y complaciente, sino buscar nuevas perspectivas con las que enfrentarse a la realidad. Por eso creo que el arte debería ser parte del día a día de todas las personas», aseguró Kiwanga. El próximo año, la artista presentará una gran exposición en la Fundación Miró en que sus obras dialogarán con los espacios del museo, así como con la obra del artista catalán. «Todavía no sé lo que haré. La verdad es que soy una persona de último minuto. Suelo empezar por una pregunta, luego me documento, investigo y poco a poco sale la forma de expresar estos interrogantes. Me doy completa libertad para que las obras sean lo que tengan que ser. Lo único que sé de lo que haré en la fundación es que la arquitectura tendrá un papel importante y que la obra dialogará con la realidad sociopolítica y cultural del espacio», reconoció la artista. Para Kiwanga, Joan Miró siempre ha sido un referente y conocía sus obras mucho antes de conocer su nombre. Este reconocimiento le permite sentir que la dirección de su trabajo tiene sentido y admite orgullo de poder entrar dentro de la comunidad de los artistas que ganaron en pasados ganadores, como Ignasi Aballí, Roni Horn, Pipilotti Rist o Olafur Eliasson . «Cuando empiezas te preguntas si lo conseguirás, si podrás pagar tus facturas y este galardón no hace otra cosa que reafirmarte en el camino que has decidido tomar», asegura. La obra de Kiwanga ha podido ser vista en medio mundo. En 2023 recibió la Beca Guggwnheim, así como el Zúrich Art Prize. También ha recibido el Premio Marcel Duchamp , el Frieze Art Award o el Sobery Art Award. Además, en 2014 representó a Canadá en la 60 Bienal de Venecia. «Estudié antropología para escapar de la mirada eurocéntrica y buscar nuevas formas de expresión. De ahí nace mi necesidad de mostrar la multiplicidad de puntos de vista en la que todos convergemos», concluyó la artista

May 8, 2025 - 19:00
 0
Kapwani Kiwanga gana el Premio Joan Miró por sus instalaciones reflexivas y sensuales
La artista fracocanadiense Kapwani Kiwanga ha recibido el Premio Joan Miró 2025 por el conjunto de una obra diversa formalmente y reflexiva. El jurado consideró que la creadora : «ha formalizado de forma cuidada los acontecimientos históricos y sociales que han conformado las realidades contemporáneas». Según manifestaron los miembros del jurado, sus instalaciones son «presentaciones provocadoras que invitan a la reflexión, pero son formalmente sensuales». El jurado, formado por Hoor Al Qasimi, Marko Daniel, Jorge Díez, Pablo Lafuente, Ann-Sofi Noring y Marie-Helene Pereira, otorgó los 50.000 euros del premio a una artista que destaca por su trato exquisito a los tejidos, cerámicas y materiales con los que suele trabajar, así como su uso del color y el espacio dentro de sus instalaciones. Kinawaga busca siempre conectar y profundizar en las historias locales que referencia en sus obras. «Su trabajo es muy hermoso. Juega de forma extraordinaria con la relación de los espacios exteriores e interiores, con gran sentido del diseño y la arquitectura. Además, la permeabilidad de los materiales con los que trabaja es muy poderosa», dijo Marko Daniels, director de la Fundación Miró. Kinawaga nació en Hamilton, Canadá, en 1978 . Experta en antropología y religión comparada, su trabajo está impulsado por la investigación de las historias marginadas y olvidadas de los pueblos que decide tratar. «No sé si algo me inspiró a ser artista. Más bien buscaba lenguajes con los que explicarme a mí misma. Primero lo intenté con la academia, luego con el cine, y llegué al arte como última opción, pero allí encontré el vehículo definitivo para decir lo que quería decir», comentó la artista tras recibir el galardón. Su obra ya se pudo ver hace en el Macba , y hace cinco años realizó algunas performance en Barcelona, pero todavía no han podido verse sus obras de gran formato en España, al menos en profundidad. «El rol del artista es muy variado. Para mí es algo simple, pero importante. Quiero dar herramientas para sentir, pensar y mirar la realidad de manera diferente. No volverse estático y complaciente, sino buscar nuevas perspectivas con las que enfrentarse a la realidad. Por eso creo que el arte debería ser parte del día a día de todas las personas», aseguró Kiwanga. El próximo año, la artista presentará una gran exposición en la Fundación Miró en que sus obras dialogarán con los espacios del museo, así como con la obra del artista catalán. «Todavía no sé lo que haré. La verdad es que soy una persona de último minuto. Suelo empezar por una pregunta, luego me documento, investigo y poco a poco sale la forma de expresar estos interrogantes. Me doy completa libertad para que las obras sean lo que tengan que ser. Lo único que sé de lo que haré en la fundación es que la arquitectura tendrá un papel importante y que la obra dialogará con la realidad sociopolítica y cultural del espacio», reconoció la artista. Para Kiwanga, Joan Miró siempre ha sido un referente y conocía sus obras mucho antes de conocer su nombre. Este reconocimiento le permite sentir que la dirección de su trabajo tiene sentido y admite orgullo de poder entrar dentro de la comunidad de los artistas que ganaron en pasados ganadores, como Ignasi Aballí, Roni Horn, Pipilotti Rist o Olafur Eliasson . «Cuando empiezas te preguntas si lo conseguirás, si podrás pagar tus facturas y este galardón no hace otra cosa que reafirmarte en el camino que has decidido tomar», asegura. La obra de Kiwanga ha podido ser vista en medio mundo. En 2023 recibió la Beca Guggwnheim, así como el Zúrich Art Prize. También ha recibido el Premio Marcel Duchamp , el Frieze Art Award o el Sobery Art Award. Además, en 2014 representó a Canadá en la 60 Bienal de Venecia. «Estudié antropología para escapar de la mirada eurocéntrica y buscar nuevas formas de expresión. De ahí nace mi necesidad de mostrar la multiplicidad de puntos de vista en la que todos convergemos», concluyó la artista