J.K. Rowling carga contra actores pro-trans: «Nadie en su sano juicio cree que los humanos pueden cambiar de sexo»
J.K. Rowling, la célebre autora que revolucionó la literatura juvenil con la saga de Harry Potter , lleva años protagonizando un intenso debate público sobre cuestiones de identidad de género . Aunque su obra ha dejado una huella imborrable en la cultura global, sus opiniones sobre las mujeres transgénero la han situado en el ojo del huracán mediático , enfrentándola tanto a activistas como a estrellas de las propias películas que adaptaron sus libros . La polémica ha vuelto a estallar tras el fallo de la Corte Suprema británica que clarificaba que los términos «mujer» y «sexo» en la Ley de Igualdad de 2010 se refieren exclusivamente al sexo biológico. Rowling celebró abiertamente esta sentencia , lo que desató una ola de reacciones en su contra , muchas de ellas procedentes de actores y actrices de la franquicia cinematográfica que llevó a Harry Potter al cine. Emma Watson , quien dio vida a Hermione Granger , rompió su silencio en Instagram con una frase del autor británico Matt Haig: «A la persona que dijo que le gusto más cuando no estoy despotricando sobre política: Me gusto más cuando no estoy ignorando el fascismo». La respuesta fue vista como un dardo directo a la autora , subrayando la distancia ideológica cada vez mayor entre ambas. A esta crítica se sumó Sean Biggerstaff , el actor que interpretó a Oliver Wood , quien no dudó en calificar a Rowling como «una multimillonaria obsesionada» y «absolutamente intolerante» . Pedro Pascal , conocido mundialmente por su papel en ' The Mandalorian ', también se pronunció al respecto, llegando a tildar a la autora de «terrible y asquerosa mierda» y señalando su «comportamiento de atroz fracasada». Sin embargo, la reacción de la autora llegó después de que más de 400 profesionales de la industria cinematográfica y televisiva firmaran una carta abierta pro-trans que instaba a los organismos del sector a respaldar públicamente a la comunidad trans. Entre los firmantes destacan nombres como Paapa Essiedu , el nuevo Severus Snape en la próxima serie de Harry Potter ; Katie Leung , que interpretó a Cho Chang; Charlotte Ritchie , actriz en 'Harry Potter y el cáliz de fuego' y Bessie Carter que encarnó a Dolores Umbridge. Tras el comunicado, la autora publicó un extenso ensayo en su cuenta de X, donde tachó a los firmantes de la carta de estar «motivados por el miedo» y denunció la «virtud elitista» que, a su juicio, se esconde tras esos gestos públicos. Rowling cargó además contra lo que describió como «un movimiento que pretende eliminar los derechos de las mujeres y las niñas» y que «intimida a las personas homosexuales que admiten abiertamente que no desean parejas del sexo opuesto». La autora añadió que estas cartas abiertas solo sirven para «recordarnos algo que sabemos de sobra: que fingir creer en estas cosas se ha convertido en una insignia de virtud elitista» . La escritora también se preguntó si quienes firman estas cartas «sienten algún reparo al repetir la mentira fundamental de su religión: 'Las mujeres trans son mujeres, los hombres trans son hombres'», y advirtió que, pese a las presiones sociales, «la mentira fundamental funciona como catecismo y crucifijo: un arma para derrotar los hechos y la razón, y promover la pseudociencia» . Por último, Rowling subrayó que la ideología de género se está desmoronando a pesar de su arraigo institucional: «Las derrotas judiciales se acumulan. La condescendencia, la extralimitación y la agresividad de las activistas de género erosionan el apoyo público a diario» . Y añadió que «la historia está plagada de los restos de sistemas de creencias irracionales y dañinos que antaño parecían inexpugnables» .
J.K. Rowling, la célebre autora que revolucionó la literatura juvenil con la saga de Harry Potter , lleva años protagonizando un intenso debate público sobre cuestiones de identidad de género . Aunque su obra ha dejado una huella imborrable en la cultura global, sus opiniones sobre las mujeres transgénero la han situado en el ojo del huracán mediático , enfrentándola tanto a activistas como a estrellas de las propias películas que adaptaron sus libros . La polémica ha vuelto a estallar tras el fallo de la Corte Suprema británica que clarificaba que los términos «mujer» y «sexo» en la Ley de Igualdad de 2010 se refieren exclusivamente al sexo biológico. Rowling celebró abiertamente esta sentencia , lo que desató una ola de reacciones en su contra , muchas de ellas procedentes de actores y actrices de la franquicia cinematográfica que llevó a Harry Potter al cine. Emma Watson , quien dio vida a Hermione Granger , rompió su silencio en Instagram con una frase del autor británico Matt Haig: «A la persona que dijo que le gusto más cuando no estoy despotricando sobre política: Me gusto más cuando no estoy ignorando el fascismo». La respuesta fue vista como un dardo directo a la autora , subrayando la distancia ideológica cada vez mayor entre ambas. A esta crítica se sumó Sean Biggerstaff , el actor que interpretó a Oliver Wood , quien no dudó en calificar a Rowling como «una multimillonaria obsesionada» y «absolutamente intolerante» . Pedro Pascal , conocido mundialmente por su papel en ' The Mandalorian ', también se pronunció al respecto, llegando a tildar a la autora de «terrible y asquerosa mierda» y señalando su «comportamiento de atroz fracasada». Sin embargo, la reacción de la autora llegó después de que más de 400 profesionales de la industria cinematográfica y televisiva firmaran una carta abierta pro-trans que instaba a los organismos del sector a respaldar públicamente a la comunidad trans. Entre los firmantes destacan nombres como Paapa Essiedu , el nuevo Severus Snape en la próxima serie de Harry Potter ; Katie Leung , que interpretó a Cho Chang; Charlotte Ritchie , actriz en 'Harry Potter y el cáliz de fuego' y Bessie Carter que encarnó a Dolores Umbridge. Tras el comunicado, la autora publicó un extenso ensayo en su cuenta de X, donde tachó a los firmantes de la carta de estar «motivados por el miedo» y denunció la «virtud elitista» que, a su juicio, se esconde tras esos gestos públicos. Rowling cargó además contra lo que describió como «un movimiento que pretende eliminar los derechos de las mujeres y las niñas» y que «intimida a las personas homosexuales que admiten abiertamente que no desean parejas del sexo opuesto». La autora añadió que estas cartas abiertas solo sirven para «recordarnos algo que sabemos de sobra: que fingir creer en estas cosas se ha convertido en una insignia de virtud elitista» . La escritora también se preguntó si quienes firman estas cartas «sienten algún reparo al repetir la mentira fundamental de su religión: 'Las mujeres trans son mujeres, los hombres trans son hombres'», y advirtió que, pese a las presiones sociales, «la mentira fundamental funciona como catecismo y crucifijo: un arma para derrotar los hechos y la razón, y promover la pseudociencia» . Por último, Rowling subrayó que la ideología de género se está desmoronando a pesar de su arraigo institucional: «Las derrotas judiciales se acumulan. La condescendencia, la extralimitación y la agresividad de las activistas de género erosionan el apoyo público a diario» . Y añadió que «la historia está plagada de los restos de sistemas de creencias irracionales y dañinos que antaño parecían inexpugnables» .
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