Syldavia: el arte de la diplomacia (I)

Lo manifestado con anterioridad sirvió a los representantes de Syldavia para visionar la idea de crear un cuerpo diplomático que tuviera la capacidad de generar alianzas con los países limítrofes, y en particular con Borduria, cuya beligerancia mutua está enquistada en los anales de la historia. Como en todas partes cuecen habas, actualmente dicho cuerpo... Leer más La entrada Syldavia: el arte de la diplomacia (I) aparece primero en Zenda.

Apr 22, 2025 - 23:27
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Syldavia: el arte de la diplomacia (I)

No existe mejor método de entendimiento que el ponerse frente a frente con el oponente y crear un “contraste de pareceres”, sistema eficaz para poderse explicar, hacerse entender y tejer alianzas constructivas de comunicación, todo entendiendo que el enfrentamiento persistente y obstinado no beneficia a ninguno de los contrincantes.

Lo manifestado con anterioridad sirvió a los representantes de Syldavia para visionar la idea de crear un cuerpo diplomático que tuviera la capacidad de generar alianzas con los países limítrofes, y en particular con Borduria, cuya beligerancia mutua está enquistada en los anales de la historia.

Como en todas partes cuecen habas, actualmente dicho cuerpo diplomático está constituido por dos grupos consulares con manifiestas diferencias en referencia a su funcionamiento interno.

"Tintinimaginatio preserva dichos derechos de forma contundente, con cierto escarnio a todos los que usan la creación gráfica del autor significado"

El grupo más incipiente es la Cancillería de Cónsules, cuya dirección recae en forma de neutralidad en el suizo Plinio Crivelli, a título de Canciller. Dicho grupo aboga por una existencia en cierta clandestinidad, como parapeto defensivo por posibles intervenciones, reclamaciones y amenazas del departamento jurídico de Tintinimaginatio, estamento que vela por los derechos e intereses de la obra gráfica de Hergé y de sus herederos.

Por si no lo supieran los lectores, dicha institución, Tintinimaginatio, preserva dichos derechos de forma contundente, con cierto escarnio a todos los que usan la creación gráfica del autor significado, no admitiendo ni tan siquiera adaptaciones no autorizadas que ellos consideren como apropiación indebida de dicha obra. Tal como me dijo el conocido promotor de conciertos musicales aquí en España, Gay Mercader: “Esta gente peca de exceso de celo”. Pues bien; debido a lo comentado, la Cancillería de Cónsules está parapetada en una serie de grupos de Facebook en los que no se puede ingresar ni participar sin la autorización expresa de su Canciller.

El que os escribe formó parte de este grupo como Cónsul Honoraire de Syldavia en Barcelonnie; pero al ser un “culo inquieto” con ganas de actividad consular, fui reprobado y expulsado de dicha Cancillería. Mi delito fue el crear una web abierta a todo el mundo en la cual poder hacer petición de documentos diplomáticos y de acreditación syldava tales como Cartas de Nacionalidad, DNI, etc. Dicha expulsión, inmerecida y sin argumentos sólidos, acompañada por insultos tales como “salade” hacia mi persona, hizo que otros cónsules, entre los que mencionaré al Cónsul de Syldavia en Extremadura, Ilustre Don Juan Manuel Manzano, me arroparan y me siguieran en el ostracismo y en un viaje diplomático sideral por mundos desconocidos.

"En poco tiempo dicha red consular se fue extendiendo y se creó el Comité de Validación de Cónsules de Syldavia"

Como la actitud del Canciller comentado hacia sus Cónsules era cada vez más inquisitoria y dictatorial, al cabo de unas semanas de sufrir dicho escarnio nos encontramos en el camino toda una serie de Cónsules postergados por la Cancillería, con distintos motivos de destierro.

Eso provocó la formación del segundo grupo, llamado “Reseau Consulaire”, en el que tanto Juan Manuel como yo tuvimos parte activa. Se constituyó con el afán de tener las puertas abiertas en el grupo de Facebook de dicho nombre y así no delimitar las ideas, proyectos e ilusiones a expansionar sin temor a ser señalados ni fisgoneados en nuestro desarrollo por los adláteres de Tintinimaginatio.

En poco tiempo, dicha red consular se fue extendiendo y se creó el Comité de Validación de Cónsules de Syldavia para poder ir validando nuevos cónsules, inicialmente por Europa.

Toda esta manifestación diplomática syldava por parte del grupo “Reseau Consulaire” se escenificó mediante un gran número de personas tintinescas de cierto nivel que se acercaron y se interesaron por nuestras actividades. Tuvo tal éxito que, ante el enquistamiento del grupo de la Cancillería, los integrantes de esta agrupación pidieron a su líder, el Canciller Plinio Crivelli, que entablara negociaciones con los responsables de “Reseau Consulaire” para reunificar los dos grupos y establecer fórmulas de colaboración entre los mismos.

"Recibí un correo del tal Plinio en el que me invitaba a sellar una cierta paz conmigo de forma individual"

Recibí un correo del tal Plinio en el que me invitaba a sellar una cierta paz conmigo de forma individual. Me lo tomé como si me ofreciera un cierto perdón a cambio de traicionar a mis compañeros mediante la histórica máxima del “divide y vencerás”. Recuerdo que lo compartí con los otros componentes del “Reseau Consulaire” y acordamos que personalmente, pero en nombre de todos los expulsados y reprobados por parte de la Cancillería, mi respuesta fueran las siguientes condiciones:

. Sellado de pacto de no agresión entre los dos grupos Consulares, sin la unificación de los mismos. La existencia de cada uno de ellos por separado era innegociable; no cabía la vuelta atrás.

. La dimisión irrevocable del Canciller Plinio Crivelli por su ineficaz y nula comprensión y empatía hacia los Cónsules purgados, cuyo pecado había sido el afán de creatividad y expansión Consular.

Evidentemente, dichas condiciones no fueron aceptadas por el Canciller en cuestión y tenemos nuestras dudas de que ni tan siquiera las enseñara a la comunidad Consular que él representa.

"La alegría fue enorme; en España el uso de la palabra Syldavia y sus adaptaciones tenían dueño propio"

Al cabo de un año el grupo de la Cancillería, dadas las presiones de sus miembros, aceptó que muchos de ellos se fugaran y pidieran al grupo de “Reseau Consulaire” ser admitidos como Cónsules de pleno derecho, lo cual tuvimos a bien sin la petición de nuevas acreditaciones y avales.

En mi consulado creé la web www.consulatsyldavia.cat, en la cual poder expedir distintos documentos diplomáticos, así como elementos típicos del país al cual represento. Hablando con mi abogado consensuamos la necesidad de parapetarnos legalmente solicitando a la Oficina de Marcas y Patentes el registro de la palabra Syldavia, en la clase 16 (impresión, fotografía, papel, grabado, etc.). Pasaron los tres meses pertinentes sin que nadie impugnara dicha petición, y al cabo de unos seis meses, y siendo ya a finales de la pandemia, recibimos la aprobación de dicho registro por espacio de diez años. La alegría fue enorme; en España el uso de la palabra Syldavia y sus adaptaciones tenían dueño propio.

Progresivamente, la Red Consular se fue afianzando, y para tener mayor control territorial a la hora de designar nuevos consulados se creó el cargo de “Secretario del Cuerpo Consular”. En España dicho cargo recayó en mi persona, dado que la autorización al uso de la palabra Syldavia solo la puede usar o autorizar mi persona. En Francia y Bélgica entendieron que, dado el caso, yo era la adecuada para ostentar dicho cargo, por el motivo mencionado.

En este momento, como Secretarios del Cuerpo Consular de Syldavia existen los de Benelux (Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos), Francia y España. Los tres secretariados forman parte, junto a otros tres Cónsules (seis en total), del Comité de Validación Consular de Syldavia, comité creado para dar validez, o no, a las distintas acreditaciones consulares que se van presentando.

"Emprendimos una búsqueda de posibles nuevos candidatos a ocupar distintos consulados"

Con anterioridad a ser nombrado Cónsul y posteriormente Secretario del Cuerpo Consular en España por mediación del Cónsul de Saint Nazaire, Ilustre Don Richard Reyes, ya se habían concedido los Consulados de Madrid (Zona Centro), Andalucía y Extremadura. Al mismo tiempo que mi validación también se llevó a cabo la candidatura de Galicia, las dos auspiciadas por el Ilustre Don Richard Reyes, Cónsul de Saint Nazaire.

Todos estos consulados estaban expuestos a un cierto letargo, sin afán de dinamizar su cargo. A partir de ser nombrado Secretario del Cuerpo Consular y con la ayuda y determinación del Cónsul de Extremadura, emprendimos una búsqueda de posibles nuevos candidatos a ocupar distintos consulados.

Propusimos el Cónsul de Melilla, el Cónsul de Zaragoza, el Cónsul de Figueres, y todos ellos fueron nombrados como tales por el Comité de Validación. Recuerdo que dicho afloramiento de Cónsules provocó una demanda febril para ostentar el cargo de Cónsul. Aparecieron peticiones como setas en el camino, tanto en España como en Europa.

El Comité de Validación tuvo que poner orden y, en el caso de España, solo otorgar titulaciones de extensión territorial como poco de provincia o ciudades con un cierto renombre e importancia.

Con ese nuevo criterio, en España se tuvo que descartar la candidatura de Cónsul de Syldavia en la Serdanya y unos cuantos más a nivel Europeo. Algunos también fueron rechazados por no albergar perfiles diplomáticos adecuados.

"Los currículums tintinescos y acreditaciones a presentar para ser candidato son ciertamente exigentes"

Por el contrario, se pudo dar cabida y nombramiento a la Cónsul de Syldavia en Asturies, a la Cónsul de Teherán afincada en Madrid, al de Pamplonie, al de Las Palmies y finalmente dos piezas angulares en este tablero Consular, que no son otros que, y permítanme decir el nombre, el Cónsul de Syldavia en Cantabrie, Ilustre Don Antonio Resines y el Cónsul de Syldavia en Cartagenie, mi primo Ilustre Don Arturo Pérez-Reverte.

El hecho de haber creado un Comité de Validación plural ha provocado que no exista ni el intrusismo ni las autoproclamaciones gratuitas.

Actualmente están acreditados 74 Cónsules y 6 Vicecónsules repartidos sobre 16 países diferentes entre cinco continentes, 10 de los cuales son europeos.

Los currículums tintinescos y acreditaciones a presentar para ser candidato son ciertamente exigentes y se valora en gran medida la capacidad de participación y divulgación de los aspirantes a la hora de ser presentados al Comité referido y posteriormente a la hora de ser elegidos. La aprobación de cualquier candidatura no es admitida por mayoría simple. No, tiene que ser refrendada por una mayoría aplastante de los miembros de validación.

El don de gentes, de liderazgo, seriedad en el cumplimiento de la palabra dada, respeto a la diversidad, junto a una trayectoria tintinesca constatable y a la capacidad de divulgación son los aspectos necesarios e imprescindibles para poder representar diplomáticamente a Syldavia. Grandes tintinólogos de silla y ordenador han sido rechazados para ostentar dicho cargo.

Como anécdota explicaré que, como no podía ser de otra manera, recibí un correo de Tintinimaginatio acusándome del uso ilegal de una adaptación del dibujo del pelícano de Hergé. Cabe precisar que mi consulado es el único que no usa el dibujo del pelícano de Hergé.

"De esa respuesta por parte de mi abogado hace más de un año y no han vuelto a dirigirse a nosotros en esos términos"

Decidimos en su momento, mediante el Cónsul de Zaragoza (David Maynar, ilustrador consumado) crear un pelícano diferente al de Hergé para podernos defender de acusaciones directas. Pues bien, tuvieron que venir a tocar lo que no suena mediante la excusa de “adaptación no autorizada de dibujo”, lo que dio como fruto una contestación contundente y no menos esperada de mi abogado, Don Cristóbal Baher. Fue la siguiente:

“Mi cliente, Enrique Reverté, no está infringiendo ninguna ilegalidad que se le pueda imputar. Mi cliente está usando una adaptación de un pelícano como animal heráldico, al igual que hizo Hergé”.

De esa respuesta por parte de mi abogado hace más de un año y no han vuelto a dirigirse a nosotros en esos términos. La estrategia de defensa llevada a término fue contundente y concluyente.

Esa pequeña victoria dio pie a impulsar la actividad del consulado con gran cantidad de anécdotas así como la creación de nuevos proyectos para llevar a cabo por el Consulado que represento.

Por el momento, y con la ilusión de seguir generando artículos en esta fantástica plataforma que me ha dado la oportunidad de explicarme y explayarme, me limito a pensar que, por suerte… siempre nos quedará Tintín.

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