Japón está intentando enterrar esta incendiaria película japonesa nominada al Oscar. Su historia revela una cara poco amable del país
Hace unas semanas nos hacíamos eco de la llegada de 'Black Box Diaries' a Filmin. La película de Shiori Ito era uno de los documentales nominados a los Oscars este año, y aunque finalmente la estatuilla se la llevó 'No other land', este duro relato japonés ha marcado a muchos espectadores. Allí, sin embargo, ha reabierto polémicas que la propia cineasta esperaba que estuviesen cerradas. En algo más de hora y media, la cinta relata de forma autobiográfica la ordalía de la periodista y cineasta Shiori Ito tras sufrir una violación por un alto cargo de la televisión japonesa. Está filmada de un modo muy íntimo, casi como un diario con escenas mirando a la cámara. y retratando aspectos de su día a día posteriores, así como un seguimiento del arduo proceso judicial. Hay escenas muy duras aquí, con algunos entrevistados mostrándose combativos ante el caso e imágenes de Ito en momentos vulnerables. Con grandes críticas y retratando un tema tan importante, es difícil imaginar que en Japón no quieran presumir de ella. La razón se vuelve más evidente cuando se indaga en lo que se cuenta en el relato y, quizás más importante, cómo se cuenta. Ito hace una película revolucionaria para los estándares del cine japonés, mucho más comedido en movimientos tipo #MeToo, y más arriesgado aún, muestra una cara poco favorecedora del proceso judicial japonés que puede expandirse a toda una sociedad patriarcal.. El caso tuvo su veredicto en 2019 favorable a Ito. En aquel momento se dictaminó que Noriyuki Yamaguchi, periodista de renombre y cercano al primer ministro Shinzo Abe debía pagar 3,3 millones de yenes (el equivalente a unos 21 mil euros) en daños a Ito por violarla en una habitación de hotel de Tokio en 2015. Durante el proceso se dieron declaraciones escabrosas, como el hecho de que Ito perdiera el conocimiento en un restaurante donde estaban y despertara atada a la cama de un hotel. En 3D Juegos En Japón hay tantos turistas que el gobierno ha tomado una decisión insólita: ha empezado a pedirles que se vayan al campo La historia sigue siendo hoy de gran controversia dentro de Japón, ya que las denuncias por abuso sexual no son habituales en el país y éste era uno de los primeros casos de alto perfil. El documental no ha hecho más que reavivar el discurso, con tres abogados (dos de los cuales representaron a Ito) reprochando a la cineasta de "falta de ética periodística" por usar vídeos de cámaras de seguridad del hotel, así como algunas declaraciones sin permiso de los entrevistados, y mostrarlos en el documental. En declaraciones a Japan Times, Eric Nyari, productor del documental, afirma que este resentimiento está también influenciado por el hecho de que muchos locales siguen viendo a Ito como una extranjera, y por lo tanto su documental se percibe como un ataque externo al sistema más que como una crítica de alguien que vive dentro de él. "(Shiori) creció como una extraña en esta sociedad. Creció en Japón, pero desde muy joven tuvo el deseo de ir al extranjero y se vio influenciada por el mundo. Por eso, aunque es japonesa, su perspectiva es muy internacional y muy diferente, sobre todo en los temas que rodean la película: la violencia sexual, las instituciones que la rodean, las leyes..." Esta nueva ola de cinismo ante su caso ha hecho que a Ito le cueste reconectar aún más con su patria. Recientemente canceló una proyección del documental en Tokio alegando "problemas de salud". En los últimos días también se ha disculpado públicamente por usar ciertas declaraciones en el metraje sin permiso, y ha afirmado que reeditará la película para ocultar esas identidades. Pese a tomar esas medidas, su productor sigue defendiendo que la película se hiciera así en primera instancia, afirmando que todas las imágenes y declaraciones que aparecen son cruciales para comunicar el caso y para el interés público. Aun en estos momentos, tras su presencia en los Oscars y estrenos internacionales, la película sigue sin tener fecha de estreno allí. En Espinof | Este año Netflix ha estrenado el primer reality gay en Japón. Ha sido un éxito inesperado que quiere influir en la sociedad En Espinof | La película que podría haber estado perfectamente en los Oscars 2025. Triunfó en festivales y sólo dura 67 minutos - La noticia Japón está intentando enterrar esta incendiaria película japonesa nominada al Oscar. Su historia revela una cara poco amable del país fue publicada originalmente en Espinof por Miguel Solo .

Hace unas semanas nos hacíamos eco de la llegada de 'Black Box Diaries' a Filmin. La película de Shiori Ito era uno de los documentales nominados a los Oscars este año, y aunque finalmente la estatuilla se la llevó 'No other land', este duro relato japonés ha marcado a muchos espectadores. Allí, sin embargo, ha reabierto polémicas que la propia cineasta esperaba que estuviesen cerradas.
En algo más de hora y media, la cinta relata de forma autobiográfica la ordalía de la periodista y cineasta Shiori Ito tras sufrir una violación por un alto cargo de la televisión japonesa. Está filmada de un modo muy íntimo, casi como un diario con escenas mirando a la cámara. y retratando aspectos de su día a día posteriores, así como un seguimiento del arduo proceso judicial. Hay escenas muy duras aquí, con algunos entrevistados mostrándose combativos ante el caso e imágenes de Ito en momentos vulnerables.

Con grandes críticas y retratando un tema tan importante, es difícil imaginar que en Japón no quieran presumir de ella. La razón se vuelve más evidente cuando se indaga en lo que se cuenta en el relato y, quizás más importante, cómo se cuenta. Ito hace una película revolucionaria para los estándares del cine japonés, mucho más comedido en movimientos tipo #MeToo, y más arriesgado aún, muestra una cara poco favorecedora del proceso judicial japonés que puede expandirse a toda una sociedad patriarcal..
El caso tuvo su veredicto en 2019 favorable a Ito. En aquel momento se dictaminó que Noriyuki Yamaguchi, periodista de renombre y cercano al primer ministro Shinzo Abe debía pagar 3,3 millones de yenes (el equivalente a unos 21 mil euros) en daños a Ito por violarla en una habitación de hotel de Tokio en 2015. Durante el proceso se dieron declaraciones escabrosas, como el hecho de que Ito perdiera el conocimiento en un restaurante donde estaban y despertara atada a la cama de un hotel.
La historia sigue siendo hoy de gran controversia dentro de Japón, ya que las denuncias por abuso sexual no son habituales en el país y éste era uno de los primeros casos de alto perfil. El documental no ha hecho más que reavivar el discurso, con tres abogados (dos de los cuales representaron a Ito) reprochando a la cineasta de "falta de ética periodística" por usar vídeos de cámaras de seguridad del hotel, así como algunas declaraciones sin permiso de los entrevistados, y mostrarlos en el documental.
En declaraciones a Japan Times, Eric Nyari, productor del documental, afirma que este resentimiento está también influenciado por el hecho de que muchos locales siguen viendo a Ito como una extranjera, y por lo tanto su documental se percibe como un ataque externo al sistema más que como una crítica de alguien que vive dentro de él.

"(Shiori) creció como una extraña en esta sociedad. Creció en Japón, pero desde muy joven tuvo el deseo de ir al extranjero y se vio influenciada por el mundo. Por eso, aunque es japonesa, su perspectiva es muy internacional y muy diferente, sobre todo en los temas que rodean la película: la violencia sexual, las instituciones que la rodean, las leyes..."
Esta nueva ola de cinismo ante su caso ha hecho que a Ito le cueste reconectar aún más con su patria. Recientemente canceló una proyección del documental en Tokio alegando "problemas de salud". En los últimos días también se ha disculpado públicamente por usar ciertas declaraciones en el metraje sin permiso, y ha afirmado que reeditará la película para ocultar esas identidades.
Pese a tomar esas medidas, su productor sigue defendiendo que la película se hiciera así en primera instancia, afirmando que todas las imágenes y declaraciones que aparecen son cruciales para comunicar el caso y para el interés público. Aun en estos momentos, tras su presencia en los Oscars y estrenos internacionales, la película sigue sin tener fecha de estreno allí.
En Espinof | La película que podría haber estado perfectamente en los Oscars 2025. Triunfó en festivales y sólo dura 67 minutos
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Japón está intentando enterrar esta incendiaria película japonesa nominada al Oscar. Su historia revela una cara poco amable del país
fue publicada originalmente en
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Miguel Solo
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