Recogieron un tesoro genético , que mantienen y hacen que perdure. Son los auténticos guardianes de la casta y la bravura, de esa esencia tan indefinible como valiosa de la sangre brava. Ciento veinte años criando el toro de lidia, ciento veinte años de protección y salvaguarda del medioambiente. Nadie con un sentimiento más ecológico que los ganaderos de bravo. Ecología en estado puro, en la crianza, desde la alimentación al saneamiento, guardianes de la sostenibilidad entre la producción animal y el suelo. Guardianes, en suma, de la dehesa. La Real Unión de Criadores de Toros de Lidia , acoge a más de trescientas divisas de lo más granado del campo bravo, que suman unos números apabullantes. Más de treinta...
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